-¿Qué sentías por Anna?
Preguntó con un tono triste en su voz.
-No me hagas esto Patricia, por favor no.
La miré suplicante y ella tomó mis manos.
-Quiero saberlo, necesito saberlo.
-Está bien Pato —suspire—
Yo... La necesitaba. Necesitaba saber si estaba bien, si había comido, si se sentía triste.
-¿Necesitabas o querías? Quizá... ¿Lastima?
-No lastima, pero todos los días hablábamos, todos los días tratábamos de vernos, de saber la una de la otra, diciendo buenos días, tardes y noches. No había día que no lo hiciéramos, incluso cuando estábamos peleadas.
-¿Dejaste de quererla?
-No lo sé. Aveces tenía dudas de lo que sentía por ella, de si la extrañaba o no. Mis amigas me decían que no sabían que seguía haciendo con ella... Jajaja Dejé de contarles nuestros problemas porque terminaba regañada.
Yo reía pero Patricia no parecía divertida. Lo pensó un momento y después preguntó lo que me cayó como un balde de agua helada.
-¿Costumbre?
-¿Costumbre?
Repetí en un susurro para mi, para intentar que la pregunta entrara en mi cabeza buscando una respuesta... *costumbre*. Jamás lo había pensado, no me había pasado por la mente el hecho de que quizá sólo necesitaba saber que ella estaba bien para estarlo yo.
-Quizá eso era. Te acostumbraste a verla, a saber de ella, quizá ya no la amabas, sólo tenías que saber de ella porque era lo que hacían todos los días. Quizá sólo no podías dejarla aunque ella te maltratara...
Trague saliva. Tenia razón. Mi garganta se secó.
-¿Y cómo podía acostumbrarme a su agresividad? ¿Si no la quería como se supone que aguantaría sus golpes, sus gritos, sus engaños, todo?
-¿Te estás escuchando? Hablas como una mujer golpeada por su marido. Ya sólo te falta aceptar que los golpes los merecias.
-No. Por supuesto que no. Sólo estoy tratando de explicarme a mi misma porque demonios aguanté tantas cosas de ella.
-Yo te lo diré: COS-TUM-BRE. Porque estúpida no eres Orom. Simplemente... Miedo. Miedo a estar sola, miedo que ella te infundía cuando te decía que en cualquier momento ella podía encontrar a alguien más y tú no. Que nadie te querría, ¿o me equivoco?
-No. No te equivocas. Me lo repetía cada que podía.
-Si, y seguro ella también hizo que tu autoestima estuviera tan baja. Que hablarás tan cruel de ti misma.
Bajé la cabeza recordando todas las cosas que había pasado mientras estaba con ella.
-Decía que me veía gorda, que era demasiado baja, que nadie se podría fijar en mi, que sólo servía para estar callada y acompañando a alguien. Que soy estúpida, idiota, y que tenia suerte de que alguien como ella se fijara en mi...
Me tomó del mentón y levantó mi cabeza. Viendo mis lágrimas caer por todo mi rostro, empapandolo.
-¿Te has visto en un espejo?
-¿Qué?
Pregunté entre sollozos.
-¿Qué si te has mirado alguna vez en un espejo?
-Pues si... Como todos.
-¿Y has visto a la chica que vive ahí?
-¿A que quieres llegar Pato?
-Esa chica la he visto. La veo justo ahora delante mio y es... Completamente hermosa. Una chica con mirada de demonio y cuerpo de Ángel, que con sólo su sonrisa puede alegrar el día de cualquiera que la mire, la chica inteligente que tiene buenas notas, que tiene excelentes amigas y que si (Aunque no me guste mucho decirlo)... La chica que tiene muchos pretendientes, hombres y mujeres que estarían dispuestos a todo con tal de tener un beso tuyo, un "Te amo" proveniente de tus labios, o una mirada de cariño como las que yo he gozado. Que darían cualquier cosa por un abrazo, por oler tu delicioso aroma, por tocar tus manos, tus mejillas. Por ser algo tuyo Orom. Y una de esas personas soy yo. Yo que odio a Anna por todo lo que te ha hecho, yo que se lo que vales, que creo que eres la persona más increíble que conozco.
Mis lágrimas cambiaron a una gran sonrisa.
-¿Cómo llegamos a esta conversación Patito?
Reí divertida.
-Es que... Temía que me dijeras que aún amas a la idiota de Anna.
-No Pato... Por Anna sólo siento... No, ni siquiera odio. Odiar es un sentimiento y yo ya no siento nada por ella.
-Me siento feliz por ello. Aunque entonces aún me queda una última duda.
-¿Y cuál es?
-¿Por qué no me has respondido si quieres ser mi novia o no?
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« Querida Desconocida »
Teen FictionEstá no es otra historia de amor. Querido Destino, sólo te pido otra oportunidad para volvernos a encontrar. Hermosa Desconocida: Me he perdido en tus grandes ojos, un lenguaje, una misteriosa sensación. Pato, Pato, Pato, Pato, Ganso. No me import...