Gracias por todo.

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-Ya habíamos hablado Orom
me jaló del brazo haciendo que soltara a Pato—.
-¡Sueltala idiota! No te atrevas a volver a tocarla.
está vez, Patricia fue la que me jaló alejándome de Anna y yo me sentía como una muñeca de trapo a la que le arrancarían los brazos—.
-¡Sueltenme las dos, carajo! No soy su juguete.
-Callate Orom. Tú y yo hicimos un trato, así que no entiendo que haces con la puta gallina.
-¡Deja de amenazarla! Si quieres hacerme algo, hazlo, pero deja de esconderte bajo ella.
-¿Así que ya le contaste todo? Siempre fuiste una marica chillona.
-Mejor cierra la boca idiota, hablas de maricas cuando tú has tenido que fiarte de tus gatas para hacer algo.
las miraba. Ambas estaban enfurecidas y esto se pondría feo a menos que yo lo evitara—.
-¡A ver! Vamos a calmarnos... No podemos hacer un escandalo aquí, estamos fuera de la escuela.
-Tienes razón Orom. Mejor vámonos.
Pato me tomó de la mano y empezamos a caminar alejándonos de Anna. Ella nos maldijo y después se escucho su auto.—
-Creo que Anna buscará pelea.
-Bueno, entonces es hora de correr Patito.

Jalé de su mano y empezamos a correr, me metía entre calles para que no viera hacia donde íbamos. Mi primera idea, era ir al parque, pero después recordé que mamá tendría clases de confección a esta hora y me dirigí a casa. Saqué las llaves y entramos—.

-¿Nos siguió?
-Creo que no, la perdí de vista casi luego. ¿estás bien?
-Si. Asustada y agitada, pero bien. ¿Y tú Pato?
-Si... Todo bien. Sólo... Quiero que me dejes afrontarla.
-¿ESTAS LOCA? Anna podría matarte y no lo voy a permitir.
-Dejame hacerlo, no podemos correr cada que la veamos, hay que acabar con esto de una buena vez.
-Soportalo sólo un poco más ¿si?
-¿Y después qué?
-Después... Ya no te causará molestia.
-No entiendo.
-Pronto lo entenderás.

Pato estuvo a punto de pedir explicaciones cuando un ruido fuera de la casa la interrumpió. Un ruido de auto—.

-Dime que no es Anna.
ella se asomó a la ventana y por la mueca que hizo, no cabía duda que si era ella—
-¿Qué hacemos?
-Tranquila. Saldré a hablar con ella...
-¡No! No quiero un escandalo fuera de mi casa. Dejame salir a hablarle y... Que pase y hablaremos como la gente civilizada.
-No saldrás. Querrá hacerte algo.
-Estaré bien, te lo prometo.
-Pero Orom...
-Te amo Patricia.

« Querida Desconocida »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora