-Mira, entiendo que quizá tú no me quieres como yo a ti... Que sólo ves en mi a una amiga y que ya te han hecho bastante daño, pero te prometo que yo no lo haré, que te haré sonreír y que dedicaré el tiempo que tú quieras darme para hacerte feliz y...
-Me gustas Patricia.
Las tres palabras salieron de mi boca como agua, se escurrieron.
Patricia abrió los ojos como platos y yo avergonzada bajé la mirada.
-¿Puedes... Repetirlo...?
Me miró y se acercó a mi cama poniendo las manos a cada lado de mi cadera, acercándose a mi rostro, parecía que se subiría a la cama encima mío. Con el rostro hirviendo de vergüenza me volteé hacia otro lado para no ver sus ojos.
-...Me gustas Patricia...
Susurré apenas audible para ambas.
-¿Qué? No te escuché...
Acercó su oreja a mi rostro. Yo sabía que si me había escuchado en ambas ocasiones y se estaba burlando de mi vergüenza, lo cual, no iba a permitir.
-¡DIJE QUE ME GUSTAS PATO MALDITO! -Grité en su oreja haciendo que ella diera un salto. Comencé a reír y ella se alejó de mi cama bruscamente con una mano en la oreja.-
¿Qué pasó Patito feo? ¿Ya me entendiste o lo grito más fuerte? Reí divertida y Pato sonrió ampliamente; corrió hacia mi y me abrazó.
-Princesa, Orom, ¡eso es increíble! Eso quiere decir que tú y yo...
-No Pato. Eso no quiere decir nada.
-¿Qué? Pero Orom. Tú me quieres y yo a ti ¿Qué te impide ser feliz?
-Anna.
Dije su nombre y ella me soltó bruscamente para después mirarme a los ojos confundida.
-¿De qué hablas Orom? Me dijiste que ya no la querías... ¿Por qué?
-Y no te he mentido. Ya no siento nada por ella.
Ella bufo molesta y comenzó a caminar de un lado a otro por la habitación.
-¿Entonces?
-Entonces, tengo miedo.
-¿Miedo de qué?
-Mirate y mirame. Mira en donde estamos y piensa por culpa de quién es.
-Está bien, lo entiendo, estamos en el hospital, ambas heridas y ambas por culpa de Anna.
-Así es. ¿Te imaginas como se pondrá cuando sepa que estamos saliendo? Querrá matarnos y no quiero que eso pase.
-Yo no dejaré que te vuelva a hacer daño.
Tomó mi mano y pude notar compasión en sus ojos.
-¿Y tú Pato? No quiero que te lastime.
-No lo hará. Orom, por favor, ¡no tengas miedo!
-Pato...
La miré suplicante y apreté su mano.
-Dame una sola oportunidad. Sólo una.
-Es que yo...
-Está es la última vez que te lo pregunto y tienes 5 segundos para responder. ¿Quieres ser mi novia?
-No me hagas esto -supliqué-
-1
-¡Patricia! -grité furiosa-
-2
-Es que -mi corazón se aceleró-
-3
-Molestia -busqué una excusa-
-4
-¡Ash! -bufé desesperada-
-Y...
-¡Está bien, si quiero!
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« Querida Desconocida »
Teen FictionEstá no es otra historia de amor. Querido Destino, sólo te pido otra oportunidad para volvernos a encontrar. Hermosa Desconocida: Me he perdido en tus grandes ojos, un lenguaje, una misteriosa sensación. Pato, Pato, Pato, Pato, Ganso. No me import...