Apartó las manos del menor, y se alejó de sus labios.
-Ahora no, Anielka -susurró al igual-, estás muy drogado -soltó una corta risa y se inclinó para besar su frente.
Estaba pensando mucho en ese momento, lo mejor sería preparar todo para el tratamiento y dejar descansar más a Anielka, pero no podía negar querer abrazarlo y dormirse así. Ladeó la cabeza, no podía desviarse ahora.
-Debes descansar.-Isaäk...- susurró entre sollozos por haber sido alejado.
Cerró levemente sus ojos y se dejó caer a la camilla, haciendo que un sonido metálico inundara el lugar. Seguía viendo de vez en cuando a sus lados. Sus manos temblaban levemente y mordió levemente su mano.
-Isaäk...Formó una sonrisa ante aquella actitud un poco infantil, lo cargó en brazos para llevarlo a la única y pequeña habitación que había en la cabaña, que por suerte tenía una cama más o menos decente. Lo dejó sobre esta recostándose a su lado y lo abrazó.
-No voy a dejarte solo, no por ahora -dijo. Tomó sus mejillas y depositó un corto beso en sus labios-, pero debes entender que debemos iniciar un tratamiento para que tu apetito e instinto de supervivencia regresen en su totalidad.Anielka se aferró con fuerza al contrario, escondiendo su rostro en el cuello de éste.
-Isaäk... -susurró su nombre antes volver a buscar los labios del contrario y besarlo con suavidad-. Chocolate...
Cerró levemente sus ojos antes de soltar levemente al mayor y empezar a quedarse dormido, su respiración se volvía cada vez más lentamente y pausada.Cuando se aseguró de que Anielka estuvo completamente dormido, se levantó de la cama y lo cobijó con las sábanas.
«Así que... Chocolate» pensó. Decidió que le prepararía pastelitos de tal sabor, pero antes debía iniciar con limpiar su sangre, por lo cual contactó a un viejo amigo suyo de la universidad que le ayudó.Aquel hombre era más que un conocido de la universidad, lo conocía desde hace muchos años. Aquel hombre trabajaba como agente para un país vecino para crear un nuevo arma biológica, un hombre al que prefería llamarlo solo cuando el problema era muy grave, en ese momento, Anielka era su gran problema.
Anielka fue sometido a un sistema de intravenosas que se encargaba de filtrar su sangre en un vago intento de limpiar su sangre.
Era inevitable que al someterse a aquel procedimiento, su mente permaneciera en un tipo de lapso en el que era muy probable del que no despertara. Aquello tenía en una angustia total a Isaäk que, hacía que cada vez más hacía que la culpa carcomiera su cabeza.
Habían pasado ya varios días desde que el menor se había dormido. Era normal que no despertara, además de necesario. El tratamiento estaba resultando bien. Ese día, Isaäk bajó a la cocinar a cocinar los pastelitos y, una vez de vuelta en la cabaña, los dejó en una mesita al lado de la cama en donde se encontraba Anielka conectado a una máquina.
-"No tarda en despertar" -citó las palabras que su amigo había dicho aquella mañana.Sus párpados se sentían pesados y su cuerpo de igual forma, sentía cómo sí algún vehículo lo hubiese atropellado pero aún así, intentó abrir lentamente sus ojos, se intentó levantar con cuidado pero su cuerpo apenas se mantenía sentando por lo que se apoyó en la cama.
Talló levemente sus ojos y al ver aquellos cables y tubos conectados a él, se asustó y sus ojos se humedecieron en un intento por gritar.
-Isaäk...- Susurró antes de calmarse y recordar los experimentos por lo que simplemente volvió a recostarse pero el aroma de aquellos pastelitos pudo más que él y tomó uno, sin siquiera pedir permiso y lo devoró casi al instante.A los algunos ruidos provenientes de la habitación llamaron la atención de Isaäk, así que dejó de limpiar el desastre que había hecho en la cocina y entró encontrando aquella escena. Se recargó en el marco de la puerta y no pudo evitar sonreír.
-Despertaste... -se sentó a la orilla de la cama- Así que ya puedes comer... -susurró al ver las migajas en las comisuras de sus labios-, lo lamento, Anielka.
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Anielka
Fiksi RemajaLa guerra es el diario vivir en un futuro no muy lejano. Existen quienes huyen de todas las maneras posibles, y también hay quienes trabajan a escondidas para buscar la forma de hacer más poderoso a un imperio, Inglaterra. En los suburbios de la ci...