Anielka

Devorando al "conejito"

Luchaba contra el agarre de Anielka, pero era casi imposible, parecía que su fuerza había aumentado notablemente. Al darse cuenta del "problema" que había comenzado crecer en la parte baja del chico, dejó de forcejear.

—Qué remedio... —musitó al separase de sus labios, pero no duró mucho sin ese contacto porque ahora fue él el que lo inicio. Besó a su cliente con paciencia, recorriendo cada centímetro del interior de su boca. Cambió la posición en la que se encontraban, dejando a Anielka bajo él en la camilla. Una de sus manos volvió a la mejilla del menor mientras que la otra la colocó sobre las manos que cubrían su entrepierna.

Con aquel beso había empezado a relajar su cuerpo. Al sentir la mano del contrario sobre las suyas, soltó un fuerte gemido dentro del beso, separándose levemente de él.

— ¿Te gusta eso?— Susurró levemente aquel joven antes de volver a besarlo y retirar sus manos de su entrepierna.

«No juegues así conmigo» aquel pensamiento le provocó una sonrisa entre el nuevo beso que se había presentado.

En el momento en que el joven retiró sus manos, este movió la suya debajo de la ropa interior del contrario, ya era hora de que hiciera algo con ello. Y, sin apartar los labios, comenzó a crear leves movimientos en la entrepierna del chico.

— Te dije que tenía toda la responsabilidad de tu cuerpo, ¿Recuerdas? —le dijo entre jadeos intentando tomar aire, cuando terminó la frase, volvió a irrumpir en la boca de Anielka de una forma más desenfrenada que la anterior, haciendo que soltara gemidos dentro de aquel beso.

Sus manos se aferraron a los hombros de Isaäk antes de clavar levemente sus uñas en estos a la vez que impulsivamente sus caderas se movían levemente a la vez que sus piernas se cerraban un poco pero terminó por abrir sus piernas. Sus manos bajaron rápidamente a la camisa del contrario, tratando torpemente de quitarla.

Se rió entre el beso ante el intento fallido que había cometido el contrario en quitarle la camisa, por lo que él mismo la desabotonó y se la quitó dejándola fuera. No planeaba ir muy lejos con él, al menos no en ese momento, pero él también quería divertirse un poco.

Aumentó el movimiento de su mano sobre su entrepierna, dejó de besar sus labios para dirigirlos al lóbulo de su oreja y después al cuello de su cliente encargándose de dejar un par de marcas en la zona mientras su cliente posaba sus manos en su cintura.

Los movimientos de joven se detuvieron abruptamente, manteniendo la mirada hacia el vacío, su mente quedó en shock por leves segundos antes de que vagos recuerdos de su pasado quebraran su voz por completo antes de dejar que algunas lágrimas rodaran por sus mejillas. Esbozó una amplia sonrisa forzada.

— ¿Va-vas devorar a un lindo conejito?— Susurró con lascivia antes de acercarse al cuello del mayor dejando suaves mordidas y leves marcas en aquella zona—. H—hazlo...

El mayor detuvo sus movimientos cuando escuchó aquellas palabras. Colocó ambos brazos a los costados del menor mirando su rostro con un semblante preocupado.

—Anielka, no voy a hacerlo —le dijo con voz suave acariciando una de sus mejillas—. No iré hasta el final. No tendré sexo contigo cuando estás en este estado, ¿Sabes qué es lo que estamos haciendo? ¿Quién soy, Anielka?

Puede que estaba siendo sumamente exigente respecto a ello, pero había una línea divisoria, aún más cuando aquellos ojos azules se llenaron de lágrimas al escuchar a Isaäk, sus manos sólo lo tomaron del cuello y lo atrajeron hacia él para dejar un suave beso en sus labios.

—Él... Ya no quiero que lo haga, hazlo tú— susurró jadeante antes de volver a besarlo y luego empezar a lamer lentamente dentro de la oreja de éste—. C-cómeme...

Pasó su mano por su hombro, sin dejar de ver al mayor antes de morder con algo de fuerza el cuello del contrario, dejando un par de marcas muy notables en aquella zona.

— ¿Quién es él? —Isaäk se había comenzado a frustrar, ninguna de sus preguntas eran respondidas y los movimientos del pequeño no ayudaban en su autocontrol. La temperatura de su cuerpo y sus "problemas bajos" lo delataban.

La mano que sostenía la mejilla subió a los cabellos del mismo y enredó sus dedos en ellos.

—Dime, ¿Quién es? —susurró en su oído para después acomodarse para besarlo una vez más en los labios, abriéndose paso y jugando con su lengua en la boca de aquel alemán.

Jugueteaba con la lengua contraria mientras sus manos se enredaban en la cintura del contrario, aferrándose y atrayéndolo hacia él.
Su mano bajó hasta la entrepierna del contrario y empezó a desabrochar su pantalón y metió su mano, con timidez, bajo la ropa interior del mayor, acariciando el miembro con suavidad.

—É-él... Ya no está— susurró entre el beso antes de volver a besarlo y masturbaba levemente al contrario. Soltó un par de jadeos al sentir los movimientos de Anielka sobre su miembro. Sin frenar aquel beso, tomó la mano con la que acariciaba su miembro y la aprisionó a un costado con la suya. Con la otra mano retiró sus pantalones con dificultad, después la ropa interior suya y la del contrario.

— ¿Quieres que lo haga? —le susurró mientras se acomodaba entre sus piernas irguiéndose un poco, provocando que su miembro chocara contra él, ahora, trasero desnudo del chico.