Primera fase: Hambre

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Isaäk pasó por la carnicería, y otros sitios más para comprar los ingredientes. Ni el entendía muy bien porque se tomaba tantas molestias con su cliente, era más que obvio que el experimento tenía el 50% de probabilidad de fallar y el 50% de probabilidad de ser un rotundo éxito y conseguir una nueva arma de manipulación mental que cualquier gobierno compraría a un buen precio en estos tiempos de guerra. Antes de regresar al edificio, se dirigió a una tienda para comprar una especie de regalo para Anielka.

Una vez de regreso, entró y vio al fondo del pasillo a Anielka en el suelo, inmediatamente corrió y lo sostuvo entre sus brazos.

— ¿Te encuentras bien?, ¿Qué sucedió?

Anielka, sin siquiera pensarlo, lo abrazó con fuerzas antes de empezar a sollozar. Realmente tenía fobia a lugares cerrados y oscuros, a pesar de que no ocurría muy seguía, solía sentirse así de mal. Al percatarse lo que había hecho, se separó inmediatamente de él y secó sus lágrimas.

Al sentir aquel fuerte agarre del joven, no podría estar más interesado en aquel ser. Era la primera vez que un cliente lloraba en su primer día, y no por dolor físico, sino miedo psicológico. Tal vez Anielka era perfecto para poner en marcha el más deseado de sus experimentos.


—Solo tenía hambre...—susurró antes de volver a la silla casi corriendo y sentarse en aquella silla metálica, desviando la mirada totalmente avergonzado.

Solo observó como regresaba a su asiento. Se retiró a la cocina y encendió la luz, sacó los ingredientes, limpió la carne. Los ruidos de la experiencia en la cocina retumbaban hasta el pasillo, haciendo como una lucha entre tantos objetos metálicos.

Aquellos ruidos empezaban a retumbar en la cabeza de Anielka, abrazó sus piernas con fuerza mientras trataba de tapar sus oídos con fuerza para luego simplemente, o en un impulso se levantó y caminó hacia la luz para ir a la cocina junto a Isaäk, viéndolo con curiosidad por la puerta para luego entrar sigilosamente y halar un poco la camisa de este.

— ¿Podría ver mientras cocinas?—dijo casi en un susurro para luego soltarlo de inmediato.

— ¿Eh? Verme mientras cocino... Está bien, no le veo problema —sonreía levemente sin voltear la vista del alimento frente a él. Preparaba la salsa mientras dejaba que la carne llegara al punto exacto de cocción.

–Joven Von Stauffenberg, ¿Tienes familia?

—Gracias~ — Anielka sonrió ampliamente mientras se ponía al lado del mayor, observando atentamente cómo se cocía la carne, jugando levemente con sus dedos.

—Familia... Bueno, tuve algún día—reía levemente aunque un poco forzado — ¿Le gusta cocinar?

Bien, había sido una mala pregunta, tal vez, podía llegar a ser un tema muy íntimo y Anielka lo había dejado muy en claro con aquellas palabras.

—Cocinar es mi tercera pasión, pero no soy tan bueno —terminó de preparar la salsa y le puso un poco a la carne que estaba a punto de estar lista—, después de "la ciencia", y...

Corté la frase de golpe, lo mejor sería no mencionar la segunda cosa.

—Pues eso, ¿Tú tienes pasiones?

Escuchaba con atención las palabras del contrario con una suave sonrisa. Aquel sujeto parecía tan normal como cualquier otro sujeto y sonrió ampliamente.

—Pasiones... Pues— guardó silencio por unos segundos antes de reír—, creo que... Comer y comer... Y ver el cielo.

—–Tengo un telescopio, podemos salir a ver las estrellas una vez que anochezca, si quieres —la carne estaba lista, así que la pasó a un plato ordenándola de la mejor forma posible, vertiendo la salsa de chocolate sobre ella con sumo cuidado— ¿Vino, jugo o agua?

Sacó una copa y la puse al lado del plato.

—Ah, agua estaría bien, muchísimas gracias— sonreía ampliamente antes de sentarme frente al plato—. Realmente se ve delicioso... Eres un gran cocinero.

Empezó a comer con sigilo, hace mucho no probaba algo tan delicioso y su intento de parecer paciente fue inútil. Comenzó, casi a devorar aquella carne con demasiada emoción.

— ¿Comerás conmigo?— preguntó con curiosidad antes de volver a degustar aquella deliciosa carne.

AnielkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora