Al día siguiente, lunes, Stiles fue a clase.
Lo que no significaba, ni mucho menos, que tuviera ganas de volver al instituto... Pero, lamentablemente, no encontró ninguna excusa convincente que ofrecer.
Porque a primera vista estaba bien. Estaba incluso mejor que bien, habiendo desaparecido milagrosamente su propensión a golpearse con todo y a quedarse sin aire con un par de veces que subía las escaleras.
Y precisamente ese era el problema: Que no estaba del todo seguro que pudiera habituarse a la rutina de clase con sus nuevas habilidades. Y menos después de haber pasado lo que quedaba del fin de semana enclaustrado en la burbuja de su dormitorio.
Porque Stiles sabía que a partir de ahora sería distinto. Que ya nada volvería a ser lo mismo... Sólo confiaba que pudiera habituarse a los cambios, antes de volverse loco.
Por fortuna, Stiles Stilinski tenía mejores amigos de lo que él mismo se creía.
Y no es que antes pensara que sus amigos no eran buenos... Es que ahora se daba cuenta de que eran los mejores
Nada más aparcar el jeep en el espacio de siempre, se encontró con Scott ya esperándole. Scott, quien le sonrió con una mezcla de alegría y pena, dejándole claro lo que pensaba de la nueva situación en la que se había visto involucrado: Que sabía que era una putada haber sido transformado en hombre lobo sin haber tenido la opción de elegir por sí mismo, pero que iba a ser genial poder hacer con él las millones de cosas que antes sólo había podido contarle. Como correr durante horas sin cansarse, apostar a ver quién podía saltar más alto o golpear más fuerte, o intentar saber lo que pensaba alguna chica de él con el simple olor.
Y no había duda de que los dos estaban deseando que llegaran en esos momentos.
Pero para ello, antes tendrían que superar los otros.
- ¿Cómo estás? – preguntó Scott nada más reunirse con él, dándole un cortísimo pero intenso abrazo. Lo justo para no despertar sospechas entre los demás, pero queriendo que quedara claro que se alegraba muchísimo de verle.
- Sorprendentemente bien – respondió Stiles tras romper el abrazo – Tenía la sensación de que iba a sentirme como una bomba a punto de estallar, ¿sabes? Pero de momento me siento bastante igual que siempre... Salvo porque de momento no me he tropezado con nada - hizo una mueca de cachondeo - Lo que ya es decir bastante.
- Cuando me pasó a mí, las sensaciones llegaban sin avisar, y no eran constantes. De repente podía oír la conversación del vecino de al lado, y al minuto siguiente ni siquiera oía a mi madre llamándome desde abajo.
- Vale... Eso es bastante reconfortante – soltó aire de manera exagerada.
- No te preocupes – Scott pasó un brazo por los hombros de su amigo – Ya sabemos lo que es, y todos vamos a ayudarte.
- ¿Todos?
- Sí – señaló a Isaac, Boyd y Erica, que estaban sentados en las escaleras de entrada, a unos cuantos metros de distancia. Al decir sus nombres, los tres adolescentes le saludaron con una sonrisa, antes de volver a la conversación que estaban manteniendo - Si necesitas cualquier cosa o te sientes mal, sólo tienes que avisarnos. Y cualquier pregunta que tengas, no tienes más que hacerla. Hemos prometido darte carta blanca para satisfacer tu curiosidad.
- ¿En serio? – Stiles se quedó con la boca abierta - Sabéis que sigo siendo yo, ¿verdad? Que darme permiso para preguntar sin parar, y teniendo en cuenta del tema del que estamos hablando, es como destapar la caja de Pandora de las preguntas... Mi padre siempre ha dicho que es muy peligroso.
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Of Alphas and Mates
FanfictionDerek y Stiles llevan juntos más de un año. Después de haber hecho frente a todo tipo de criaturas y asesinos, y haber salido indemnes; por fin han tenido tiempo para poner las cosas claras entre ellos. Para reconocer que, pese a ser totalemente dis...