Capítulo 33

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Stiles contempló el techo con cara de satisfacción. Estaba justo en ese momento post orgasmo de calma total que sabía que, a no ser que se moviera enseguida, conseguiría que se quedara dormido en cuestión de segundos.

Y de momento estaba de acuerdo con seguir el plan. Sobre todo si a su lado tenía un muro de calor increíblemente confortable y sexy como el que tenía.

Soltando un suspiro de satisfacción total, se colocó de lado para contemplar en condiciones a dicho muro de calor confortable y sexy, y que desde los últimos 30 minutos también era su prometido.

Dios mío. Estoy prometido con Derek Hale

Sabía que daba igual cuántas veces lo dijera, necesitaría mucho tiempo para poder creérselo. Por mucho que estuviera viendo y tocando aquel anillo que era prueba directa de aquel hecho... casi milagro; o que hiciera lo mismo con el otro anillo parejo que Derek tenía en su dedo.

Pero la contemplación de las alianzas y el convencerse de que aquello era real, de pronto pasó a un segundo plano.

Porque Stiles acababa de captar lo que no podía ser sino considerado como otro milagro.

Apoyando la cabeza en la mano, se incorporó en la cama para contemplar con más descaro al hombre. Y Derek, que a esas alturas ya estaba más que acostumbrado a que Stiles le mirara sin ninguna sutileza (ya lo hacía antes, cuando en teoría debería tenerle miedo, con lo que ahora era absurdo criticarle por ello), se limitó a cerrar los ojos y dejar que Stiles siguiera espiándole hasta que se cansara.

Pero el Alfa también debía estar en su momento post orgasmo, pues sino no se explicaba que realmente creyera que guardar silencio iba a conseguir que Stiles se cansara.

O que dejara de hablar.

- ¿Qué ha sido eso? – preguntó con curiosidad y un deje de cachondeo.

Derek no se molestó en cambiar de posición ni en abrir los ojos.

- El qué.

- Sabes perfectamente el qué.

- No sé de qué estás hablando.

Pero la impasibilidad del hombre logró que Stiles se excitara aún más.

- Oh, Dios mío. Lo has hecho – le zarandeó el brazo, obligándole a que le prestara atención - El imperturbable Derek Hale ha ronroneado.

- Lo que tú digas – murmuró sin apenas separar los labios.

- No intentes negarlo, oh gran Alfa – dio más fuerza a sus zarandeos, viendo que de momento no estaba consiguiendo nada - Reconoce que has ronroneado como un gigantesco y dulce gatito.

Finalmente Derek se cansó de que le menearan, y renunció a su intento de echarse una siesta.

Soltando aire muy lentamente al tiempo que abría los ojos, se colocó de lado para tener frente a frente a Stiles. Un Stiles que evidentemente ya no estaba en su momento de relajación post coital, porque sus ojos estaban abiertos de par en par, y la mueca que tenía en los labios era casi ridícula.

- En el caso de que sea así, que no lo es, simplemente es satisfacción porque por una vez las cosas...

- ¡No lo digas!

El tono de chico, pese a seguir siendo de excitación, en esta ocasión vino acompañado de cierta preocupación. Una preocupación que también era visible en sus pupilas marrones, increíblemente dilatadas.

Of Alphas and MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora