- ¿___? - Oh no, esto no era bueno, yo reconozco esa voz.La famosa frase «El mundo es un pañuelo» estaba presente. Pero no era una persona la cual realmente me alegraba encontrar.- Hola - saludé con una sonrisa tratando de ocultar un poco de mi odio hacia él - Toma, al parecer vas apurado - tendí los papeles que quedaban para que los recogiera rápidamente.- ___... escucha por favor...- Primero me escuchas tú a mi. Te fuiste y te deje en claro que no quería verte nunca más John, y no lo decía a la ligera - negué con la cabeza, intentando no derrumbarme en aquel instante. - Adiós.Lo perdí de vista, sólo cuando volvió a hablarme...- ¿Cómo está ella? - fueron sus últimas palabras pero hice caso omiso. Ya estaba dentro.---La luz cegaba mis ojos. El ruido de la puerta sin dudas ya me estaba aturdiendo y los pájaros cantando felices también.- ¡Voy! ¡Voy! - dije abriendo la puerta a la vez- ___ escu... - me miró y dejó la frase a la mitad ya que tenía esa sonrisa burlona en su rostro con esos hoyuelos que lo caracterizaba. Oh no, ¿ahora qué...?- ¿Qué se supone que sucede ahora mismo? - fruncí en ceño mientras refregaba mis ojosHarold soltó una carcajada.- Bonita pijama, pero con él, te vienes - agarró mi brazo y lo tiro hacia él.- ¡Ni lo pienses! ¡Déjame cambiarme! - renegué tratando de zafarme de su agarre. Pero el intento fue en vano, se arrodilló y yo la mire confusa ¿qué pensaba hacer?. Di un paso para atrás y me agarró cargándome sobre su hombro.- ¡Mierda Azuara! ¡Bájame en este mismo instante! - grité con euforia, pero me di cuenta de que eso empeoraba la situación. La gente que se encontraba en recepción trataba de ocultar su sonrisa. ¡¿Qué les causaba gracia?!- Azuara ya sabes que mi odio hacia ti está sobrepasando los límites y lo que estas haciendo en este momento empeorará la situación aún más - dije tratando de sonar severa y al parecer dio resultado, porque me soltó, pero ya era demasiado tarde. Ya estaba con pies descalsos en la reverenda y pura,querida, calle.- Sube y vístete, por ahí hay ropa - dijo y señaló el interior, con cara de piedra. Esperen este chico es bipolar, como el tiempo. El silencio fue mi respuesta y entré sin decir más. Él no estaba en el mismo coche «Gracias a Dios» pensé aliviada.
---No diré que me cambié rápidamente porque estaría mintiendo. Tuve que luchar para asegurarme de que el conductor no volteara a ver mientras me vestía, pero al final, creo que lo conseguí.No es de buena educación estar husmeando la ropa de otros, sobre todo la interior pero al parecer a Azuara le gusta romper reglas y actuar como un adolescente rebelde. ¡Cómo se le ocurre! Estaba lo suficiente enfadada por falta de sueño y ahora por esto.Bajé del auto funciendo el ceño, ya pronto me saldrían arrugas,me propuse un objetivo claro... su nombre era: VAMOS-A-EVITAR-A-AZUARA y la propuesta, déjenme decirles, no era para nada amistosa. Caminé hacia donde debería ir. Azuara me había dejado una nota con la dirección y este lugar se encontraba a pocos metros de donde había aparcado el coche.Me detuve a observar el lugar antes de estar dentro de el. El lugar no lucía ejem... como decirlo... presentable. Eso.Me encogí de hombros y me introduje. Lo único que se escuchaba era el ruido que producían mis tacones al caminar. Avancé aún más y comenzaban a oírse murmullos.- Sí señor, no sé donde se habrá metido - ese era Azuara, y visualizando la escena seguro que estaba frunciendo el ceño, de la misma manera que yo lo hacia en aquel momento.- Descuide, pero pensé que usted había venido con ella. Hablando de la Srta. Parker, ¿se lo habrá dicho de buen modo, no? - cuestionó mi jefe. Já Azuara, ¿te han callado, no es así? Llegas a mentir y te someterás a las consecuencias...- Obviamente de un buen modo, Señor - respondió seguro.Lo castro.¡¿Cómo podía verle la cara metiéndole?! Que idiota.En ese momento sin pensarlo dos veces entré al salón hecha una furia, y créanme, Azuara no me conoce de este modo. - Hola - saludé mirando a directamente a mi jefe y de reojo a Azuara - ¡___! Al fin estas aquí, ven - exclamó marcando el paso. Azuara trató de ser amable haciendo un gesto para que pasará primero pero hice que no lo vi y fui detrás del jefe.Así no Azuara. ASÍ NO.Nuestro jefe se paró frente de una puerta y allí se detuvo.- Escuchen, ___, esta vez te toca cuestionar al hombre. Es uno de los sospechosos, claramente, acusado por los homicidios - dijo entregándome una libreta - Anota todo lo que puedas acá, Harold te ayudará.Mejor no aporto mi opinión, porque ya la saben. Abrí la puerta asintiendo hacia mi jefe. Y es ahí donde lo vi. Un hombre con la cabeza gacha, sobre una silla, esposado.- Buenas - dijo levantando la cabeza y sonriendo al verme - ¿Como se llama, señorita?- ___. - dije cortante.
- ___... - arrastraba las palabras - ¿Tendría una cita con usted después de salir de aquí?- Nunca infeliz. Porque nunca saldrás. - aseguró Azuara acercándose - Y me aseguraré de ello.- ¿Qué quieren? - nos cuestionó ignorando la afirmación de Azuara. Sabía que él iba a abrir la boca, pero, le gané.- Mira, creo que ya sabes como es el sistema, no eres ya más un niño pequeño o un novato. Nosotros hacemos las preguntas y tú las respondes. Con sinceridad. Y así, acabaremos rápido. --tragué fuertemente, intentando ir directamente al grano.- Bien - proseguí - Cuéntenos, ¿qué hizo el 12 de abril?Sonrió.- ¿Qué piensa usted?- No estoy para adivinanzas. Responda concretamente.- Mala suerte señorita. Tengo mala memoria - suspiró pesadamente. Como sí Azuara leyera la mía, sacó el arma de su chaqueta.- Mire, haga memoria - sonrió apretando el gatillo - O se verá perjudicado hacia las consecuencias.El ambiente se tensó aún más, aunque por un momento, creí que eso no podría ser posible. El sujeto se alarmó y pude verlo mejor.- Bien, lo único que recuerdo es que trabajaba en un lugar donde se realizaban espectáculos.Una ficha más, pensé.- Su nombre - indiqué mientras comenzaba a abrir la libreta.El hombre miró a Harold y luego a mi.- Branton. Teatro Branton.Y ahí es donde encajó perfectamente una pieza.
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Donde hubo fuego... Cenizas quedan.
Mystery / Thriller»Donde Hubo Fuego Cenizas Quedan« Tal vez esta frase sea más empleada respecto a el amor, pero este no es el caso (por lo menos al comienzo) El fuego es el pasado, que creyó haberlo apagado del todo pero se olvidó de las cenizas que volvieron a e...