19.Acontecimientos importantes.

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Me levanté sobresaltada, vaya, eran las once de la noche. ¿Tuve una pesadilla? Me levanté, pero cuando intenté avanzar alguien me agarró por atrás.
— Te advirtieron, dijeron que te vayas inmediatamente, pero ¿sabes que? Me contaron que nunca haces lo que te dicen... — susurró una voz áspera y ronca. Mierda, ahora si que estaba perdida.
Iba a abrir la boca, pero él la tapó con su mano. - No te conviene emitir sonido alguno, ya no hiciste lo que te dijeron una vez y acá me ves, no querrás saber que pasará ahora...
Sentí como soltaba la mano izquierda dejando la derecha en mi boca, cerré los ojos tratando que me instinto no me fallara, no debo moverme o me matará. Sentí un pañuelo en mi nariz y luego, todo se volvió negro.
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Escuchaba murmullos a mí alrededor, pero a medida de que pasaban los segundos cesaban. Abrí los ojos, veía todo completamente negro y mis ojos me picaban. ¿Dónde estoy? Mi cabeza también explotaba, mis manos y pies estaban atados a la silla en la que estaba. Traté de divisar al menos algo a mí alrededor para que me diera un indicio de donde me encontraba, pero era tal la oscuridad que nada se notaba. Moví como pude la silla y en ese momento una luz cegó mis ojos.
- Ya has despertado, esperaba con ansias este momento - reconoció riendo amargamente. Frente a mis ojos estaba Isaac Miller, uno de los mayores causantes de que mi vida fuera una mierda, más de lo que ya era - Isaac Miller, pero ya me conoces - dijo agarrándome el rostro con sus asquerosas manos, hice un gesto de repugnancia ante su tacto - Facciones parecidas a tu madre, lo que me recuerda... esa maldita perra - no podía contestarle porque una mordaza tapaba mi boca, pero estaba de acuerdo al menos con eso, mi madre fue eso y más.
Me soltó el rostro y por un momento nos miramos, tenía los mismos ojos que su hermano, eran completamente azules, estaba segura de que a cualquier persona le hubieran gustado si no conocían realmente a la persona que en verdad era.
- ¿Sabes? Te dejaré hablar, pero solo cuando yo lo requiera - anunció sacándome la mordaza de un tirón - Estas completamente sola ___ Parker, dime, ¿cómo se siente eso?
- No se siente, porque no estoy sola - contesté y luego le eché un vistazo a mi alrededor - Pero al parecer tú si y más de lo que imaginaba. Diré directamente lo que pienso de ti, pienso como tu hermano, quieres venganza y creo que como no tienes nada más productivo que hacer, matas gente y haces que esta sufra. Eras el maldito muñeco de Des Azuara, el también quería desacerse de mi madre, pero murió y... - no pude decir nada más, una cachetada se dirigió directamente hacia mi cara.
- Estoy solo, sí, pero vuelves a decir que era el muñeco de Azuara o de alguien más y tu cabeza estará tirada en el piso, rodando... - dijo con un cuchillo en mano - ¿Hacemos una prueba?
Antes de que pudiera decir algo más, sentí la presencia de alguien en la sala, sentí sus pisadas que luego se juntaban con las de alguien más. Y pude ver quién era, era Harold.
Verlo allí, siendo prácticamente arrastrado por aquel horripilante hombre, sus ropas casi rotas y su boca también era tapada por una mordaza, como la que yo tenía. Mis peores temores se hicieron realidad, no podía estar sucediéndome esto.
- Bien, ¿creías que no sabría quién era importante para ti? Que ingenua querida ___, mira, ya sabes que tu madre me importaba, muchísimo créelo en verdad; pero ella me rechazó, debería haberlo pensado dos veces antes de decir esas cinco palabras "No quiero estar contigo, Isaac" - sonrió cínicamente, haciendo una seña al hombre que se encontraba detrás de el junto a Harold. Mis lágrimas no tardaron en aparecer, otra vez no.
- ¡Por favor no, no lo hieras a él! - Exclamé desesperada gritando con euforia - ¡¿No te ha alcanzado, no?! ¡¿Mi hija no fue suficiente?!
- Me quedé con ganas de más - Harold fue arrastrado enfrente mio. Sus hermosos ojos cafés se encontraban aguados, más oscuros de lo normal, sus muñecas moradas a causa de la presión que las sogas proporcionaban - ___... Si yo no puedo ser feliz, nadie más lo será, yo quiero morir sabiendo de que no me destruyeron en vano - dijo mirándome y luego al hombre que trajo a Harold - Sácale la mordaza, al menos dejaré que le dirija sus últimas palabras - ordenó señalando a este.
- Créame, no serán las últimas - anunció otra voz proveniente de la oscuridad, el hombre que había traído a Harold este horrible lugar cayó al suelo derramando sangre, estaba muerto. Miller me miró a mi y corrió hacía el hombre muerto. Iba a agarrar algo de este pero se oyó un disparo, Miller se quedó un momento quieto y con la mano en el estómago también yació en el suelo. Alguien corrió hacia mi, ¡Tomlinson! Le sonreí débilmente y logré
modular un gracias, mi cuerpo no podía soportar el dolor, tanto física como emocionalmente. Inmediatamente nos soltó a Harold y a mí, y millones de personas comenzaron a entrar en la habitación como hormigas. Volteé a ver a Harold y le sonreí, el hizo lo mismo, y allí fue cuando la oscuridad volvía a estar presente.
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"- ¿Por qué no despierta? Maldita sea Louis, la estoy perdiendo, ¿verdad? ¡Ya no la veré más verdad? Dime ya la verdad, necesito saberla. - No pierdas las esperanzas, tu chica es fuerte Harold...
- Ya lose, pero aún no ha despertado. Yo lo he hecho y ella también, no puedo estar sin ella, no puedo la idea es simplemente...
- ¿Inmaginable? Me pasaría lo mismo con Holly, la recuperarás amigo"
Abrir los ojos y acostumbrarme a la luz, no era fácil, allí a mi derecha se encontraba Harold Azuara sentado en un sillón. Reí levemente ante su posición, intenté estirarme pero vaya mi cuerpo me dolía. En ese momento, Harold se incorporó rápidamente y al verme despierta corrió hacia mi.
- Quédate aquí, llamaré a la enfermera, le diré que has despertado. No sabes lo que te he extrañado cielo - dijo dándome un beso en la frente.
- De acuerdo... Yo también amor - contesté sonriente. Con una enorme sonrisa, salió por la puerta. ¿Cuánto tiempo he pasado aquí? pensé, sin lugar a dudas no tenía noción del tiempo. Miré hacia la ventana, el cielo estaba demasiado nublado, iba a llover. El ruido de unos tacones hicieron que dejara de ver hacia afuera y me encontré con una señora que podría ser mi abuela enfrente de mí.
- Bienvenida de nuevo ___, te harémos algunos exámenes y luego te informaremos cuando podrás salir de aquí, cuanto antes mejor - anunció alegremente y se retiró de la habitación, haciendo que Harold entrara esta vez cerrando la puerta. Se acercó a mi y sin pensarlo dos veces lo besé, Dios no sabía cuanto tiempo había pasado pero realmente lo echaba de menos.
- Cariño, ¿cuánto tiempo llevo aquí? - pregunté alzando una ceja, el rió por mi gesto y se aclaró la garganta
- Cuatro días, yo me he despertado en dos, realmente nunca he estado tan preocupado en mi vida y no estoy mintiéndote, pregúntale a Louis sino me tuvo que soportar todo este tiempo que no estuviste junto a mí - contestó guiñándome un ojo, reí negando con la cabeza, pobre Louis además de salvarnos tenía que aguantar al pesado de mi novio.
- Le debemos la vida, nos ha salvado. Tienes que contarme todo ya Azuara, no estoy informada, no se si se ha terminado este horrible caso o sigue en pie ese maniático. - suspiré agarrándome con una mano la cabeza, la otra la agarró Harold acariciándola y comenzó a contarme todo. Isaac Miller había sobrevivido pero ahora gracias al cielo se encontraba tras las rejas, pudieron localizar a algunos de sus socios que terminaron en el mismo lugar que el.
Harold dijo que Louis nos localizó de la siguiente forma: primero, después de hablar de Holly y sus demás problemas Harold estaba en el bar preocupado por mí y ya era muy tarde, por lo tanto había decidido ir a casa. A Louis le pareció extraño que Harold no quisiera que el lo acompañase, era una costumbre que después de salir fueran hacia el departamento juntos, su amigo le había dicho que no era necesario y que huyera lo antes posible de Bradford, y mejor aún de Inglaterra. Louis comprendía que su vida estaba en riesgo, la de ___, Harold y la de todos los que estaban involucrados en esto de alguna forma también, pero había algo que no le terminaba de cerrar. Segundo, cuando llego a su departamento se iba a acostar pero en el nuestro había extraños ruidos, Louis llamó a la puerta desesperadamente y la terminó rompiendo, ya era demasiado tarde, todas las cosas estaban rotas y desparramadas, nos llamó a ambos pero lógicamente no había señales de nosotros. Tercero, escuchó el ruido de un auto avanzar a toda velocidad y Louis lo miró y lo siguió, vio a Harold y al hombre actualmente muerto entrando a una especie de hospital abandonado, decidió esperar y por último, cuarto, mató a Isaac y a su socio sálvandonos a nosotros. Louis, por algo eres detective, si ves algo extraño no lo dejas ir hasta conseguir una respuesta.
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Dos meses después
El tiempo pasaba y mi vientre se iba notando de a poco, estábamos en Londres hacia ya un mes y yo me había mudado a la casa de Harold. Estaba sentada junto a el en un banco de uno de los parques de Londres observando a los niños jugando sonrientes, inconcientemente yo sonreí también. En un momento Harold soltó mi mano y lo miré confundida.
- ¿Que sucede cariño? - pregunté.
- Ven, acompáñame - dijo tomando mi mano nuevamente, llegamos hasta su auto y entramos en el. Luego de unos quince minutos este paró, mis nervios creo que eran muy notorios. Harold me miró y me dio una venda para los ojos, la miré confundida - Te la pondré, te tengo una sorpresa.
Odio las sorpresas.
Harold abrió la puerta de mi parte, últimamente estaba muy atento a todo y creo que era porque el embarazo avanzaba. Me sostuvo la mano en todo momento indicándome si tenía que subir o bajar los pies hasta que se detuvo y yo hice lo mismo.
- Sorpresa amor - susurró a mi oído y miré a mi alrededor perpleja, esta era otro interior, otra casa. Lo miré entreabriendo la boca, este lugar era enorme. Harold se arrodilló frente a mi y carraspeó.
- ___ Parker, ¿me harías el honor de pasar el resto de nuestras vidas juntos? Porque es lo que más deseo. Te amo, como pensé que nunca amaría a alguien de esta forma, quiero que seas la madre de cada uno de mis hijos y que todos mis días comiencen al lado tuyo... ¿aceptas? - una lágrima salió de mis ojos y llevé las manos a mi boca para después rodear mis brazos alrededor de su cuello.
- Si amor, si quiero, porque tú eres también lo que más deseo y quiero que pasemos el resto de nuestras vidas el uno al lado del otro. Te amo - sonreímos y me besó, y simplemente creo que valió la pena haber pasado por tantas cosas, a veces me decía a mi misma ¿Por qué yo? ¿Por qué me tocó una madre así? ¿Un pasado así?
A veces pienso en la frase: "Donde hubo fuego cenizas quedan" tal vez tuvimos un pasado duro que no quisimos recordar, pero creo que también gracias a este pude encontrar a alguien que me amara y que encendiera un nuevo fuego en mi vida.
FIN💥

¡Falta el epílogo! Muchas gracias a las que comentan y votan😍💛en un momento lo público

Donde hubo fuego... Cenizas quedan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora