12. Casi acabamos muertos.

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HOT😏
Ay no.
Tomé mi pelo, exasperada. La experiencia había que vivirla otra vez.
"Escucha ___ soy Louis, ve cinco asientos a tu derecha" me comunicó mediante el aparato que me habían dado "Ahora"
Simplemente hice lo que me indicaron, lo que es raro porque normalmente me salgo con la mía. Aproveché el momento en el cual el borracho se había volteado a coquetearle a otra rubia plástica -al fin sirven para algo- pensé.
Cuando me senté en el lugar, oí un disparo. Todos comenzaron a gritar y tratar de huir de ahí.
Rodé los ojos, regla número uno, tratar de mantener la calma en situaciones de riesgo. Simplemente volteé al lugar donde provino el ruido y vi a un hombre cuyo brazo izquierdo estaba todo tatuado. Completamente. Se puso una especie de máscara y se retiró del lugar.
Máscaras.
La palabra resonaba en mi cabeza. Alguien agarró mi mano y me di cuenta que era Azuara me llevó hacia donde había salido el supuesto criminal.
Increíble, pensábamos lo mismo.
- ¡Vamos, se escapará! - gruñó yendo hacia el auto.
Me subí con él y arrancó aumentando la velocidad, debido a que el auto rojo delante nuestro y para agregar, que perseguíamos, avanzaba cada vez más y más.
En un momento el auto frenó de golpe. Harold trataba de disminuir la velocidad pero fue en vano, chocamos y todo se volvió negro. ---
- ¿Está bien? Por favor díganme que está viva
- ¿Cómo pudiste ser tan idiota Azuara?
-Esa es la voz de Louis- pensé.
Se escuchaban motores de autos, muchas personas charlando a su alrededor. Intentó abrir otra vez los ojos y lo logró.
- Escucha, Azuara - ví a mi jefe fulminándolo con la mirada - La próxima vez, si vas a poner en riesgo vidas, que sea sólo la tuya. - Señor, entienda, realmente pensé que era el criminal...
- Todos tenemos errores, pero espero que no se vuelva a repetir. Le debe una gran disculpa a la Srta. Parker.
- Lo sé señor, lo sé. Perdóneme, en verdad.
- Casi mueren ambos. Sabe que no queremos más víctimas.
El asintió otra vez y nuestro jefe se retiró.
Suspiró frustrado agarrándose sus rulos con exasperación y me miró. Al verme despierta fue y me tomó entre sus brazos.
- Louis, la llevaré para que descanse.
- Claro, ten cuidado y disminuye la velocidad esta vez.
El simplemente me cargó hacia los asientos traseros del auto. Arrancó y se formó un silencio que no podía definir si era o no incómodo.
- Perdón - dijo arrepentido cuando se detuvo el vehículo - En verdad, lo siento.
- Esta bien, las cosas pasan. Pero quiero una explicación de lo sucedido.
- Mañana, hoy debes estar agotada.
Salimos del auto y nos detuvimos en la entrada. Esta vez tomé su cara con mis frías manos y lo besé. Lo hice como mi vida dependiera de ello y me separé cuando necesitaba aire. El acarició mi mejilla y entramos.
---
- Cualquier cosa que necesites me llamas - mencionó otra vez.
Sentí que no estábamos en el hotel y él me explicó el porqué.
Teníamos que quedarnos en un departamento nosotros dos. Solos.
La idea no resultaba muy agradable. Tomlinson tenía uno aparte.
Dos dormitorios. Un baño, un estudio, un comedor y por último la cocina.
Miré mi cuarto, la pared era absolutamente blanca, Azuara me había dicho que podía decorarla como yo quisiera. Ya presentía que nos íbamos a quedar un largo tiempo en este lugar y tenía que comenzar a familiarizarme.
Dejé mis bolsos llenos de ropa y fui a la cocina. Lo vi sentado con unos papeles en la mano en una de las sillas que se encontraban alrededor de una mesa ratona desgastada.
- ¿Quieres que cocine algo y luego vamos a dormir? - pregunté suponiendo que debía tener hambre. - Deja, lo hago yo, tú debes estar muy cansada
- Tranquilo, puedo hacerlo. ¿Pasta?
- Pasta. - asintió con una sonrisa
Mezclaba la comida con aceite para que no se pegara, ya estaba hecha cuando dos manos tomaron mi cintura. Iba a preguntar que quería pero me besó con fuerza.
Nunca me habían besado así, de una forma tan dominante y demandante. Pero me gustó y continúe con su beso, sus manos iban viajando por adentro de mi remera, acariciando mí espalda. Tomé su cuello para acercarlo aún más a mí i.
- Harold... La comida... - dije con la respiración entrecortada
- En este momento, me importa una mierda - me sonrió y le devolví el mismo gesto. Nos dirigimos a su cuarto cuando comencé a desabrochar su camisa y me detuvo.
- ¿___ estás segura? ¿Quieres hacer eso?
Bufé exasperada.
- Si Harold, enserio - respondí y lo besé de nuevo.
A partir de ahí Harold me pegó contra una pared y comenzó a sacar mi prenda de abajo. Cuando finalmente cayó al suelo, comenzó a hacer lo mismo con mi top,pero esta vez yo lo frené.
- Creo que tienes demasiada ropa, déjame ayudarte con ello - reclamé mientras alzaba una ceja. El gesto le causo gracia y asintió. Terminé de desabotonar su americana y el terminó con mi top. Tomó mi cuello y esparció besos húmedos por este, varios, mientras agarraba mis muslos con sus fuertes manos y... Oh Dios, se sentía tan bien.
Los besos y mordiscos fueron bajando a la altura de mis senos y me entremecí cuando besó uno soltando un gemido. Sentía su erección contra mi muslo, no aguantaba más y el parecía sentir lo mismo. A decir verdad, se sentía tan bien. Depositó mi cuerpo en la cama mientras arañaba su musculosa espalda y continuaba con sus penetraciones. Me dio un pequeño beso en los labios, mientras sentía el sudor correr por nuestros cuerpos.
Sentía placer, amor...
¿Amor?
Mis párpados se cerraban y el salió de mi. Caí junto a Harold en la cama. Estaba tan agotada, me acomodé sobre su pecho. - Preciosa, te amo - susurró.
- Yo a ti Harold, yo a ti.

Andaban de calientes😂😂😂ya se traían ganas

Donde hubo fuego... Cenizas quedan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora