13. Jaqueline Edwards

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Me tapé aún más con las sábanas, el frío que hacía resultaba insoportable. Estaba estirándome cuando caí en cuenta de que este no era mi dormitorio y que no llevaba nada puesto, lo único que me cubrían eran trazos de tela.
Salté sobresaltada, cubriéndome. ¿Por qué puta razón me daba tanta vergüenza? - Vaya al parecer ya despertaste - anunció sonriente Azuara.
Se acercó hacia mí, yo solo lo miraba aproximándose hacia mí. No me movía, no podía hacerlo. Su mirada estaba perdida en la mía. Se sentó al lado mío tomándome de la cintura, envolviéndome con sus brazos. Sentía el calor que cedía dándome un largo beso, saboreando el sabor dulce del café en su boca.
- ___, quiero quedarme contigo pero tenemos que ir yendo. Nos están esperando abajo. - anunció besando mi frente. Asentí, miraba como se dirigía al baño para encender la ducha. Busqué ropa y me dijo que ya podía entrar bañarme. ↨↨↨↨↨
Azuara me estuvo explicando lo que había sucedido anoche. Lo último que recordaba era haber chocado con el vehículo donde suponíamos que estaba el criminal, como dije supusimos. Me contaba que al final era un hombre cualquiera que iba a un baile de máscaras de la zona y que pasaba por unos tragos, se disculpó conmigo otra vez por haber arriesgado mi vida. Creo que en verdad se sentía culpable y no a gusto con la situación.
El auto estacionó en una especie de parque con un lago enfrente, allí había cintas para que solo pudiéramos pasar la gente autorizada. La cinta rodeaba a una chica y a Louis, a su alrededor millones de reporteros y fotógrafos que estaban siendo detenidos por la policía para que no pudieran tener acceso. Bajé y me dirigí hacia ellos. La chica era muy parecida a una de las víctimas, puedo asegurar que casi iguales pero el rasgo que las diferenciaba era la edad que parecía notoria. Habíamos descubierto tanto con Tomlinson y Azuara, que las víctimas generalmente tenían finos labios con una castaña melena, todas mujeres. Era extraño, pero nos ayudaba en parte a generalizar la cuestión.
- Buenos días, Parker - saludó Tomlinson con el semblante serio y salió de allí sin que pueda responderle el saludo.
La chica me miraba fijamente, aterrada. y comprendía su situación. Suponía que no iba a ser estúpida y simplemente contestaría las preguntas.
- Hola, me llamo ___. Gusto en conocerte. - dije tendiendo mi mano para que la pudiera agarrar y lo hizo. Cuando la tomó noté que sus dedos también estaban helados. Además que, al no tener tanta vestimenta sobre ella tampoco la ayudaba.
- ¿Está viva, no? ¿Agarraron a los criminales?
¿A los criminales? ¿Plural? Si solo había uno... Terminé evadiendo la pregunta. - No sabemos si está viva. Estamos trabajando en eso. ¿Tu nombre es...?
- Jaqueline Edwards. ¿Los agarraron? - insistió .
- Pero... solo hay uno.
- ¿Uno?
- ¡___! ¿¡Qué estás haciendo!?
Azuara me tomó de la mano y me alejó a todas las personas que se encontraban a nuestro alrededor. ¿Por qué diablos reaccionaba de esta forma? ¿Qué le pasaba?. Lo ví frunciendo el ceño, sus ojos cafés se tornaban cada vez a un tono más oscuro. Yo conocía esa mirada. Merecía una explicación, estaba haciendo mi trabajo y me interrumpe.
- ¿Se puede saber qué te pasa? Estaba realizando mi trabajo, no tienes derecho a interrumpir mi jornada - bramé enfadada.
- Ellos no saben, no saben ___.
- ¿No saben qué?
- No saben que hay solo un criminal ___. No podemos ilusionar a la gente de que esta cada vez más cerca de recuperar a su ser querido, porque en realidad eso es relativo. Depende de la situación y ahora no vamos a tirar todo por la borda, tenemos muy poca información y si, de seguro, hay un solo criminal.
- ¿Me estás diciendo que le están mintiendo a la gente? - pregunté atónita. - No le estamos asegurando nada, eso es lo que estamos haciendo.
¿Acaso ahora este era un nuevo método para resolver los casos en menor tiempo? No lo creo. No quería comenzar a pelearme con Azuara por razones indiscutibles, si era una nueva manía de la profesión no estaba de acuerdo. La gente merecía saber la verdad cuando estuviésemos seguros. Quise volver a estar con la chica pero Azuara no cedió, mi mano seguía junto a la suya.
- ¡Déjame ir! - demandé tironeando - ¡Azuara!
- ___ no querrás hacer una escena... Ven, daremos un paseo.
Y aunque dijera que no me llevaría a rastras y eso, si que no lo dudaría.

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Dormir a la noche no está siendo una rutina, sino que, todo lo contrario. Las pesadillas inundan mi cabeza todas y cada una de mis noches. A la vez, me detengo a pensar que estas semanas no fueron fáciles para mí; descubrir a Jaqueline Edwards e interactuar escasas palabras con ella, me habían dejado pensativa.
Azuara, por su parte, no me persuadió con el tema de no decirle al resto de la sociedad la verdad. Ellos creían que había más de un solo criminal, pero nosotros tampoco estábamos seguros de que una sola persona era la encargada de esto. No les dirigí palabra alguna ni a Azuara ni a Tomlinson, desde que Harold había confesado que me amaba había estado muy ocupado hablando con nuestro jefe. Ellos no me dijeron nada importante.
Así pasaron tres días, yo metida en mis pensamientos caminando hacia donde mi jefe me había citado. Entré el café, cuyo cartel no pasaba de desapercibido, iluminado con luces doradas el nombre del lugar era: Ella. -Años para poner el nombre- pensé divertida.
- Srta. Parker, que bueno que ya llega. Mañana usted y el Sr. Azuara deben ir a un lugar a las afueras de Bradford. HA ocurrido algo allí, ¿quiere tomar algo? - preguntó al final mientras yo me quedé pasmada frente a el por lo rápido que había dicho todo.
- No gracias. Y voy a ir con Azuara, a todo esto... ¿Tomlinson donde está?
- Oh, el Sr. Tomlinson tuvo que volver a Londres por un tema que debía atender. Se presentará de vuelta la próxima semana.
- Gracias. Mañana nos vemos, señor. Buenas noches.
- ¡Espere! - dijo y me detuve en mi camino hacia la puerta - Tienen que ir hoy a una fiesta con el Sr. Azuara, te debe estar esperando, comienza a las 23:00. Por favor, no lleguen tarde. Él te dirá de qué se trata esto.
- De acuerdo. Hasta luego. - asentí mirándolo confundida.
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21:36 P.M
No tenía mucho tiempo para prepararme. Prácticamente cuando entré vi a Harold allí sentado sin estar bañado. Oh no.
- Apenas salgo de darme una ducha entras tú. - dije y cerré la puerta de mi cuarto dejándolo pensativo. Con toda la ropa lista entré al baño. ↨↨↨↨↨
22:00 P.M
Cuando salí lo vi con pantalones negros y una camisa blanca acomodándose la corbata, que idiota yo que pensaba que había un solo baño. Estaba lista, con un vestido blanco a la altura del muslo, tacones negros y muy poco maquillaje. Me acerqué a él y acomodé su corbata yo misma, ya que él estaba teniendo problemas con esta. Luego me alejé para poder verlo y él hizo lo mismo.
- Estas preciosa ___ - dijo agarrándome de la cintura. Sus carnosos labios estaban a pocos centímetros que rompí. Sí, esta vez te besé yo, Azuara, no tú. Me alejé y lució sorprendido.
- Vamos linda que el lugar queda lejos - entrelazó su mano con la mía dándome un pequeño beso en el cuello, el cual erizó mi piel. ¿Por qué era tan sensible con su tacto?
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22:47 P.M
Harold abrió mi puerta y le sonreí. Mientras bajaba, noté que estaba fresco y que por suerte había traído una campera conmigo. Entramos y me perdí entre la gente, Harold me había dicho que tenía que ir a hablar con alguien y que luego volvía. Todo a mi alrededor parecía estar bien, gente bebiendo y bailando. Parecía un lugar donde venía solamente la gente de alta sociedad. Noté que alguien tocaba mi hombro.
- Hola, ¿es usted ___ Parker? - preguntó un chico de ojos celestes y rubio, y con una hermosa sonrisa faltaba agregar. - Claro, la misma, perdona me tienes en desventaja... tu eres...
- Juan, Juan Pablo Zurita, solo dime Juanpa. Perdona por no haberme presentado antes, trabajo contigo pero de otra forma - rió.
- Claro, ¿para la policía? - pregunté esta vez yo, tratando de poner un tono serio.
- Exactamente, ¿bailas?
Simplemente asentí. Tomó mi mano, justo cuando comenzamos a bailar mi canción favorita empezó. Chillé emocionada y él rió, esta canción era para mover las caderas. En un momento Zurita paró de bailar con el semblante serio, miraba a alguien detrás de mí. Quería ver quién era y encontré los ojos cafés de Harold Azuara enfadados. ¿Por qué? ¿Celos?
- Zurita, quita tus manos de mi novia - demandó furioso.
Oh-oh esto no creo que termine bien.
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Perdón por abandonar esta novela ya subiré diario😊❤️ dejen muchos comentarios y voten porfavor (esto se pondra muy interesante😈)

Donde hubo fuego... Cenizas quedan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora