7) La Fiesta del Año

384 3 0
                                    

Cinco Semanas Después

"Ya estás lista," señaló Rigo. "Ahora sí eres toda una Mexicana verdadera. Y podrás conocer a una persona muy importante en nuestras vidas."

"¿Y cómo es que esa persona es importante en mi vida, si no la conozco?"

"Mira, todo tendrá sentido, Elena. Cada pregunta y duda que tienes, tendrá sentido. Sólo tienes que esperar que lo conozcas."

"¿Cuándo?"

"En tres semanas. Habrá una fiesta en su rancho. Es una reunión para todos los que trabajamos con él. Elena, quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti. Has aprendido mucho y muy rápido. Sé que has sufrido y te prometo que ya no sufrirás conmigo. Yo y Tina te daremos felicidad y bonitos recuerdos. Tendrás todo lo que siempre has querido, una familia feliz."

Parecía tan sincero. Sus ojos miraban a los míos. Le creí cada palabra.

"Gracias."

***

26 de julio 1986

Después de listarme, esperé a Rigo y a Tina en la sala.

"¡Justina! ¿Has visto mi cinturón?"

"¡Creó que está en la lavandería!"

"Ah, okay. ¡Elena! Ele-"

"Aquí estoy en la sala,"le respondí.

"Ya veo que estás lista," comentó mientras se ponía el cinturón en el pantalón.

"Desde hace un rato."

"Eres muy rápida. ¡Alguien debería aprender a ti!" Dijo para que Tina lo escuchara.

"¡Ya casi termino!" Tina gritó de la habitación.

"Mira, no te pongas nerviosa. No hay porque," me dijo Rigo.

"No estoy nerviosa. Parece que tú eres el nervioso."

"¿Yo? Yo no."

Los dos volteamos al escuchar los tacones de Tina.

"¿Ya estás lista?"

"Sí. ¿Cómo me veo?" Preguntó cuando se daba una vuelta.

"Hermosa como siempre," sonrió Rigo.

"Vámonos pues," dijo Tina mientras salía por la puerta.

"Gracias, Rigo. Eres tan lindo. Tú también te vez guapo," Rigo imitaba la voz de ella.

Yo reí un poco.

"Ya Rigo, vamos tarde."

Él me miró y abrió los ojos grandes. "Alguien está ansiosa por llegar a la fiesta," dijo mientras nos subíamos al carro.

Ella sonrió y le dio un beso a Rigo.

"Gracias," él se ruborizó.

***

En cuanto llegamos, empecé a observar todo mi alrededor. Estábamos en un rancho grande. Se escuchaba música en vivo. Parecía escuchar un conjunto norteño.

Nos dirigimos al centro del rancho, donde ocurría la fiesta. Había mucha gente, la mayoría eran adultos y algunos adolescentes. Las mujeres lucían vestidos entallados, tacones, y demasiado maquillaje. Los vestidos no eran elegantes pero aceptable por la ocasión. Yo tenía puesto un vestido blanco y huaraches de color tamarindo. De repente me sentí incómoda. Quise volver a casa.

La Morenita de SinaloaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora