La Morenita de Sinaloa

13) Ojitos Negros

21 de marzo 1987

Escogía mi ropa para el evento de la esa misma noche. Quería ponerme algo colorado para que entonara con la primavera. Cuándo iba de compras con Tina, compraba ropa de vaquera y cuándo iba con Rosita compraba vestidos y faldas floreadas. Rosita me ayudaba con mi lado femenina.

Nunca tuve la oportunidad de aprender sobre el maquillaje, los tacones, o cómo peinarme – ser mujer. Tina era muy sencilla al igual que yo pero también prefería otros gustos. Por ejemplo, cómo dijo Enrique, vaquerita. De pronto me dio una atracción por las botas, mezclilla, piel, tejanas y sombreros.

Al fin decidí ponerme una blusa de polyester de color trullo. Lo combiné con un pantalón blanco y mis botas. Después me observé en el espejo. El tupé me había crecido. Me tapaba la mitad de la cara. No me gustaba cómo se veía así que tomé una diadema para cabello.

"Perdón. Ya sé que llegué tarde," dijo Rosita ajitada cuando entraba a mi cuarto.

"Todavía hay tiempo. El concierto no empieza hasta las 7:00."

Ella después miró el reloj que leía 2 horas antes de las 7.

"Bueno pues, voy a empezar a maquillarte," dijo mientras sacaba el maquillaje.

Rosita me aplicó algo ligero. Un poco de rímel, rubor y un lápiz labial color rosa.

"Lista. Ya no eres una niña, eh. Tienes que aprender usar maquillaje. Eres una mujer."

"Muchacha," le corregí. "¿Me enseñas?"

"Claro que sí. ¿Te rizo las puntas de tu pelo?"

"Sí."

Esa noche fue la primera vez que Rosita mi acompañó a verme. Yo creo que lo disfrutó.

Abril 1987

Planeábamos a visitar a Don Maximino después de habernos invitado a su rancho. Rigo digo que su tío se enteró lo de mi talento y quería oírme cantar.

"No más dos canciones. No tienes que cantarle toda la noche."

"¿Toda la noche?"

"Bueno, toda la tarde."

"¿Y cuándo vamos a ir?"

"Yo creó que en dos semanas, ya que se desocupe."

"Bueno. Rosita ahorita va venir. Queríamos ir por un helado aquí en la esquina."

"Okey, sí vayan un ratito. Yo mientras voy por unas tortas para cenar aquí."

***

No había visto a Rosita desde mi presentación en marzo. Fue en día muy asoleado. El clima se estaba acalorando. Recuerdo que yo pedí un helado de limón y Rosita de fresa. Noté la quietud en ella. Normalmente siempre tenía algo que decir. Estaba cómo muy pensativa y antes que pudiera preguntarle sobre eso, ella me hizo una pregunta.

"¿Quién es el muchacho que te saludó en la noche de tu concierto?"

"¿Enrique?"