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Como todo weón universitario era más pobre que la chucha, siempre sacando luquitas de mi mami o la bendita junaeb para almorzar era mi mejor amiga, bueno aparte uno siempre tiene ese amigo con lucas que se raja con las papas o las chelitas, algo común en un universitario promedio. En nuestro grupo era el Nico, el culiáo cuico que bajaba de las condes para estudiar, buen amigo el loco no lo niego.

Ya po' mami - insistí - dame la plata para la entrada po', si sabes que nadie me contrata sin título.

Anda entonces a buscar pega en el mcdonald - sonrió - yo no te voy a pasar tanta plata.

Pucha mami, esos weones son mas explotadores voy a llegar muerto a la casa y con la Universidad no me va a cundir - intenté convencerla con el truco lástima.

No Jaime, es mucha plata la entrada - salió de la cocina dejándome solo. Quería la entrada de mierda o lloraría toda la vida por no verlos. Me senté frente al pc en mi pieza y comencé a escribir mi currículum. Al otro día a primera hora iría al mall a buscar pega, sí, Jaime Navarro buscaría trabajo por primera vez en la vida.

Me levanté tempranito y me vestí lo más decente que podía sin ir formal, saqué la carpeta con los currículum y caminé hasta el mall. Entre todas las tiendas que recorrí la única weá que me recibieron el papel de mierda fue en uno de sushi, me preguntaron si podía pasar de una a la entrevista y acepté no más po, las típicas preguntas de experiencia laboral, la otra del motivo por el cual buscaba pega, cuanta plata quería recibir y otro sin fin de preguntas weonas. La weá es que me dejaron trabajando con un sueldo minimo cuatro días a la semana, miércoles, viernes, sábado y domingo.

Todo sea por la entra culiá - caminé de vuelta a mi casa y sin contarle a mi mami me volví a acostar.

Miércoles, primer día de trabajo.

Llegué a la pega después de la uni y el weón del supervisor me entregó mi hermoso uniforme, mentira, más fea la wea de traje color caca, me veía terrible fleto y todos los weones que venían a comprar sushi tenían una pinta de comer completo por el orto, las minas igual estaban ricas así que no todo era malo, me conseguía los wspp mientras preguntaba la orden y después me las joteaba, total ahora era un hombre con lucas.

Los días pasaban y en ningún momento le conté a los cabros que vendía sushi, todo estaba bakan, tenía buenos compañeros y otros que valían literalmente pichula, pero que le vamos a hacer. Estaba preparando un roll de salmón palta y no se que mas con ese nombre bien hueco que le ponen cuando escucho una voz conocida, me asomé por las puerta y el culiáo que estaba pidiendo sushi era el Nico, a punto estuve de saludarlo cuando le preguntó al weón que estaba atrás que pedia, el ruliento gigante le susurró una weá al oído que puso rojo a mi compañero y hizo su orden entre risas. No podía creer que el culiao fuera gay hasta que le chanto el medio beso al ruliento, me cagué de la risa en el lugar y mi jefe me pegó el medio reto, seguí preparando mis sushis como el pico, porque sí, debo aceptar que soy un manco con las manos y todo lo que tenga que ver con ellas.

No dije nada de mi amigo por respeto a él y las invitaciones de comida y chelas gratis, pero siempre que llegaba al restaurante con el pololo me daban unas ganas de sacarle una foto o webearlo con que se comiera un completo.

Reto de escritura fanfic GOTH - ¡TERMINADO! [Historia Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora