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El anciano sentía la soledad calarse en cada uno de sus huesos, una soledad que se había adueñado de su vida y de su hogar, su mujer había fallecido hace tan poco y sus hijos ya tenían sus familias lejos de aquel pueblo. Pueblo que se estaba quedando vacío desde hace mucho tiempo, los jóvenes emprendían viajes para progresar mientras los más viejos emprendían viajes eternos hasta el mas allá.

Observaba las frutas que a su lado tenían manchas marrones, solía cantarles bajo la luz del atardecer o simplemente contarles historias de su juventud, sus amoríos y aventuras que volvían como recuerdos atormentándolo cada noche.

- Quizás si me hubiese quedado con él, ya me habría muerto - susurraba al aire mientras las manzanas a su lado se mecían con lentitud.

Se levantó con el dolor de sus huesos, sus piernas delgadas por la edad le pedían a gritos que se recostara sobre la cama, dando unos pasos pequeños el teléfono comenzó a sonar. Apurando su paso resbaló dándose un gran golpe con la mesa, sus rodillas y manos gastadas no soportaron el peso, dejándolo tendido en el suelo. Sus ojos nublados lograban ver como las frutas que hace un tiempo estaba observando se asomaban por la superficie de la mesa, ojos inmensos se abrían al ver al abuelo tendido y un susurró que se perdía con el timbre del teléfono lo inquietaban.

Don Oscar - escuchó a la lejanía el anciano - está sangrando, se va a morir, corten esa weá de teléfono - distintas voces identificaba.

Tanto fumar me hizo mal - rió el abuelo al recordar como su adolescencia y adultes se pasó entre pitos de marihuana y amigos.

Una naranja cayó de la mesa y lentamente se acercó al cuerpo que descansaba en el piso.

Siempre fui tu favorita - susurró la fruta abriendo sus grandes ojos que se ocultaban bajo unas hojas que aún mantenía.

Oscar impresionado con la situación comenzó a sentir un malestar en su pecho, el cual en segundo se convirtió en un dolor agudo que poco podía soportar, como pudo dirigió su mano al lugar. Le costaba respirar y sus ojos perdieron toda visibilidad, todo estaba oscuro y sólo escuchaba el constante hablar de los pequeños frutos que hace poco miraba y deseaba comer.

Reto de escritura fanfic GOTH - ¡TERMINADO! [Historia Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora