Capítulo 12

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Steve se bajó del pequeño Volkswagen escarabajo cuando vio que delante estaba estacionado el vehículo de Sharon

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Steve se bajó del pequeño Volkswagen escarabajo cuando vio que delante estaba estacionado el vehículo de Sharon. Compartieron una charla llena de disculpas por parte de Steve por haberla metido en tantos problemas, pero ella parecía estar muy dispuesta a ayudarlos. La rubia abrió el portaequipajes, permitiéndole ver el escudo y las alas mecánicas que habían sido anteriormente confiscadas por la CIA.

—¿Puedes mover tu asiento? —preguntó Bucky, quien iba sentado tras el asiento de copiloto, el que le chocaba con las piernas.

—No —respondió Sam, ignorando la mirada asesina de su interlocutor que divisaba de reojo por el espejo retrovisor.

Bucky se hizo hacia el centro del asiento trasero, bajando la mirada hacia Emma cuando la sintió apoyarse en su hombro, notando que ella estaba distraída con su celular; no obstante, Emma alejó la vista del aparato cuando James la codeó con insistencia para que mirara al frente.

Alzó la vista y casi tuvo que sujetar su barbilla con ambas manos cuando vio que Steve y Sharon se estaban besando. Al notar las expresiones de orgullo en el rostro de sus dos acompañantes, no dudó en resoplar con fastidio y volver su atención a su celular.

Sharon se marchó. Steve observó hacia el auto y acabó por sonreír con resignación al ver que Sam y Bucky asentían orgullosos, pero su sonrisa se desvaneció cuando notó la mirada molesta de Emma.

—Dije que no me agradaba esa chica —murmuró apenas Steve volvió al vehículo.

Minutos después...

Emma abrió la puerta del automóvil y bajó de inmediato una vez estuvieron estacionados en el aeropuerto.

—La próxima vez yo conduzco. Tú conduces como un anciano —se quejó Emma, estirando su cuerpo y sintiendo como todos sus huesos tronaban.

—Solo soy cuidadoso —se excusó Steve, siguiéndola—. Y tú podrías causar un accidente.

—Eso es...

—Cierto —la interrumpió Sam, a lo que ella frunció el ceño—. No sería la primera vez.

Emma rodó los ojos y se apoyó en el Volkswagen, notando que su novio se apoyaba a su lado con semblante algo confundido por la charla.

—Sam y Steve sienten envidia de mis habilidades como piloto, así que no me dejan ni conducir un automóvil.

Bucky asintió con lentitud, algo dudoso de esa información que no hallaba muy fidedigna.

—¿Lo estrellaste? —inquirió, observando a Emma.

—Para nada. Solo quise que el viaje durara menos tiempo —informó ella, con calma—. Los límites están para superarlos.

Huske (Bucky Barnes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora