BUCKY BARNES | "Ella, la dueña de esos ojos verdes que me observan entre sueños. Ansío que me devuelva mis memorias, porque deseo con todas mis fuerzas regresar a su lado aunque no sea capaz de recordarla".
En donde Bucky espera que las promesas qu...
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I
Base de los Nuevos Vengadores, al norte de New York.
Luego de discutirlo, habían decidido establecer una nueva base y reclutar nuevos Vengadores. Algún día el mundo podría necesitarlos una vez más y debían estar preparados, todos sabían que luchar no era el único deber que tenían, sino que también lo era el asegurarse de preparar a quienes pudieran tomar su lugar en caso de ausencia.
Clint se retiraba. Había decidido que era momento de disfrutar a su familia y al nuevo bebé que iba en camino.
Tony había tomado la misma decisión. Pepper había aguantado mucho, siempre había estado a su lado soportando todo, incluso las falsas promesas que le había hecho, así que esa era el momento en que debía darle la vida que ella merecía.
La doctora Helen Cho se había unido al equipo como médico. Sus servicios eran útiles debido a su arca, sus habilidades médicas eran capaces de salvar muchas vidas y hace mucho tiempo que había decidido hacerlo; su lugar estaba junto a los Vengadores. También se les había unido el doctor Erik Selvig, quien alguna vez había trabajado para SHIELD.
Natasha se encontraba en medio de una de las áreas de entrenamiento, en completa soledad. Tomó su celular para reproducir el video que acababa de recibir y sonrió al ver que se trataba del pequeño Nathaniel Barton, quien ya tenía unos cuantos meses.
—Qué gordo —murmuró antes de guardar su celular.
—Tecnología ha identificado esto —anunció Nick, captando su atención—. Cayó en el mar de Banda. Podría ser el quinjet, pero gracias a la tecnología furtiva de Stark seguimos sin poder rastrearlo.
—Probablemente saltó y nadó hasta Fiyi. Mandará una postal.
—Ojalá estuvieras aquí —Fury se detuvo ante esas palabras y retrocedió sus pasos hacia ella—. Usted me envió a reclutarlo hace ya todo este tiempo, ¿ya sabía entonces lo que pasaría?
—Nunca se sabe. Esperas lo mejor y haces lo que puedes con lo que consigues. Yo conseguí un gran equipo.
—Nada dura eternamente.
—Los problemas, señorita Romanoff... —Nick la apunto y reanudó el paso hacia la salida—. Quien quiera que gane o pierda, siempre aparecen problemas.
Natasha lo observó marcharse. Su antiguo jefe, a quien apreciaba mucho, tenía razón. Permaneció ahí, pensando en qué podía haber sucedido con Bruce Banner y en todas las promesas que se habían hecho luego de confesarse mutuamente sus sentimientos, pero quizá ya nada de eso tenía mucho sentido.
