Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2

55. Todo a mi hermana

Mi hermana comienza con su interrogatorio, estoy tan cansada que ni siquiera evito las preguntas.

―Eso quiero saber yo ―responde a mi indignación, por su intromisión en el baño―. ¿Fuiste al médico? Lo que te sucede no es normal ―exclama con preocupación.

―Créeme es muy normal. ―Ruedo los ojos.

―Ah, ¿sí? ¿Cómo?

Sonrío.

―¿Te cuento un secreto? ―No me importa nada.

―¡Pues claro! ―grita en alto.

Le entrego a Corina la prueba de embarazo que me dio la doctora y veo como su rostro se empalidece.

―Ahora me dejas, necesito el baño.

La empujo fuera, aunque se queda en shock. No estoy para sermones, así que me giro para sentarme cerca del inodoro. En cualquier momento vómito otra vez, lo presiento.

Al fin al terminar y salir del baño, visualizo a Corina con su noviecito discutiendo. O sea que encima de meterle mi problema en su cabeza, también tiene el de Xavier, no me queda otra que meter una de mis ideas locas.

Luego de recordar que tengo que llamar a Máximo y mi hermana detenerme, le aclaro.

―Ya que yo soy la culpable, de acuerdo me haré cargo. ―Bufo.

Caen en mi trampa, por lo tanto los termino encerrando en el cuarto de ella, como en la ocasión de la fiesta.

―¡¿Por qué nos encierras en la habitación?! ―grita al otra vez ser engañada por mí.

―Deja de quejarte, haz lo que se supone que se hace en una habitación. ―Me río fuera del cuarto―. Además, tengo que ocuparme de problemas más graves que los tuyos, como por ejemplo, saber quién miércoles es el padre de mi hijo.

Creo que le he dicho todo a mi hermana mientras me burlaba, estoy loca, definitivamente estoy loca. El timbre suena y... ¡Ay, no, lo había olvidado!

Abro la puerta.

―Hola, cariño. ―Sonríe.

Máximo.