64. ¿Tú qué sabés?

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Pienso en la prueba de paternidad que dijo Camilo y tiene razón, pero no estoy segura de que Máximo o Milen estén dispuestos a hacerla.

Entro al aula, en otro día de clase, visualizo al niño rico hablando con una chica y recuerdo nuestro encuentro en el yate. Sigo sin procesar esa información, no puedo creer que lo perdoné.

Él gira su vista hacia mí y al verme me sonríe.

―Hola, cariño.

―Hola ―respondo y lo ignoro caminando hacia mi pupitre.

Él se para de su banco y se pone delante del mío, sin dejarme sentar.

―Qué mala. ―Sigue sonriendo.

―Es un placer. ―Sonrío también.

―¿Quieres jugar hoy? ―Se acerca a mis labios.

―Lo siento, tengo planes. ―Lo aparto.

―¿Con quién? ―Frunce el ceño.

―Camilo. ―Le dije que hoy saldríamos.

Rueda los ojos.

―Pasas mucho tiempo con ese chico.

―Es una buena persona.

Máximo se ríe.

―¿Estás segura?

Frunzo el ceño.

―Tú no sabes nada sobre él.

―Sé más de lo que crees ¿Te has preguntado por qué tiene todos esos tatuajes?

―¿Eh? ―Lo miro confundida―. ¿De qué hablas?

―¿Y por qué no te lo cuenta él? ―Mira hacia la puerta del aula y yo hago lo mismo. Camilo entra.

¿De qué habla Máximo?

Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora