Los Hijos De La Viuda Negra

El secreto del padre Lucas

Narrador omnisciente

Al otro día al parecer casi nadie en la mansión había logrado dormir bien, eso se notaba mucho en el comedor cuando todos bajaron a desayunar en familia, casi todos seguían viviendo juntos excepto Manuel que construyó una casa que quedaba muy cerca de la mansión Bellanegra junto a su esposa Laureana con la cuál se había casado hace 13 años y ahora tenían unos lindos hijos llamados Fedor, AnaLaura, Teodoro y Manuela, venían todos los días a visitar a los Bellanegra, Gerardo se había casado con Fedora y ahora vivían juntos en la mansión que Albert le heredo a Fedora juntó a todas sus tierras en Santa Julia como última voluntad, tuvieron una hija a la cual nombraron Leonor. Daniel, Gonzalo y Carolo estaban en Europa estudiando, les enviaban cartas todos los meses del año sin falta, AnaCarolina se caso con Teodor y se fue a vivir con el a su casa en donde tuvieron a los pequeños Mauro del Castillo y Olaya del Castillo, Teodor decidió que aunque no fuera un del Castillo de sangre si lo era de corazón y conservo su apellido, la bruja Florencia no volvió a salir del bosque maldito ya que tenía que pagar las consecuencias por haber roto su juramento así que desde la boda de Felicia y Tobias que no se sabía nada de ella, Edmundo y María juntó a Luciano que ya era todo un jovencito vivían en la mansión Bellanegra desde siempre, no tenían otro al que quisieran ir.

Los hijos de la viuda negra miraban atentos como todos los adultos comían, el comedor estaba en completo silencio, tanto que Arturo comenzó a pensar en las cartas Del despiadado como se hacía llamar, no tenía ni idea de que significaba ese apodo tan macabro pero intuía que el tipo era un villano:

-Arturo este silencio no me gusta para nada. -Le susurro Polonia al oído a su hermano-.

-Ni a mi pero es fácil de entender ya que todos estamos preocupados por la desaparición de nuestros padres y también la de mi madrina. -Le respondió Arturo susurrando despacio-.

Hector no tenía hambre así que en vez de tomar su té estaba revolviendo con una cuchara el contenido color café con el cual hacía muchos remolinos con la cuchara, fue en ese momento cuándo una notita debajo de su taza llamó su atención, la saco con cuidado sin que nadie lo viera y medio escondido la leyó con la mente debajo de la mesa:

Dime Hector sabes lo que son los secretos? Claro que lo sabes tu madre te a enseñado mucho pero no te dijo acaso que todo el mundo tiene secretos que prefiere guardar en su memoria para siempre pues bien yo te guiare hacía una persona que oculta un oscuro secreto, les aconsejo que vayan a confesarse sois niños aún y de seguro necesitais contarle lo que saben al padre Lucas en secreto de confesión de lo contrario me veré obligado a tomar medidas radicales

Atentamente El despiadado.

Hector se sintió extrañado al leer esa nueva nota, se la mostró a sus hermanos que al leerla quedaron atónitos por las palabras escritas del despiadado e inmediatamente comenzaron a susurrar entre si que iban a hacer:

-Que vamos a hacer Hector?.
-Le pregunto su hermana interrogante-.

-Pues que opción nos queda Polonia tenemos que seguir las pistas que da la nota. -Le contestó suspirando-.

-Lo que no entiendo yo es porque justo tenemos que ir a la iglesia que yo sepa nadie que este allí tiene un secreto que prefiere no contar. -Dijo Arturo muy confundido-.

-Todo cometemos errores Arturo y tal vez alguien que viva allí cometió un error que el despiadado quiere que descubramos. -Le contesto Hector muy convencido-.

-Pues que mas da vayamos a la iglesia y hablemos con el padre Lucas hay muchas cosas que necesitamos contarle a alguien y quién mejor que el que puede aconsejarnos y no dirá nada de lo que le hablemos. -Dijo Arturo emocionado-.