En el camino tienes que seguir adelante sin importar nada

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Al otro día cuando amanecía la viuda negra despertó sintiendo como un fuerte dolor de cabeza empezaba a dispararse lentamente haciéndole cerrar los ojos pero aunque sintiera que agonizaba ver a sus hijos durmiendo a su lado le dio la fuerza que necesitaba para sonreír e ignorar su estado.

Los niños despertaron preocupados por el hecho de que todo lo que habían vivido hubiera sido un sueño pero se tranquilizaron enormemente cuando vieron a su madre junto a ellos quién les sonrió tierna mente a pesar de que no lucia muy bien ya que estaba demasiado pálida, sudada y con la piel hirviendo y los ojos irritados y con grandes ojeras en la cara pero ellos a pesar de darse cuenta ahora de cuál era su estado ya que apenas y se habían fijado atentamente aún así siguieron encontrando la realmente bonita y temeraria como si nada pudiera llegar a detenerla.

-Buenos días durmieron bien mis niños?. -Les preguntó preocupada mientras acariciaba sus cabelleras desordenadas y algo sucias-.

-Un poco creó que si madre. -Le respondió Hector sin saber que responder le en verdad porque ni el sabia si había dormido como un angelito-.

-Creó que dormí medio tranquilo ahora que estás aquí con nosotros madre. -Le respondió Arturo cariñosamente-.

-Me alegra escuchar eso hijo yo también dormí mejor ahora que los tengo conmigo. -Los abrazó lado a lado besando sus mejillas-.

-Madre estas bien? Te notó demasiado pálida y tu piel parece estar hirviendo demasiado.
-Hector preocupado se lo mencionó mientras tocaba su frente-.

-Estoy bien sólo algo enferma pero no se preocupen que pronto me recuperaré se quién me puede ayudar en ello. -Les respondió calmadamente-.

-En serio madre y quién es? Como?. -Le preguntó Arturo muy interesante y a la vez intrigado-.

-Se llama Leiza y dicen que puede curar cualquier enfermedad con sólo ser tocado por sus manos y ya que a ustedes no puedo ocultarles nada les diré que mami no está muy bien de salud y para poder recuperarse plenamente tendrá que ir con esa señora para así poder salvarse y volver con ustedes. -Les explicó lo mejor que pudo implorando que entendieran-.

-Eso quiere decir que nos volverás a dejar?. -Le preguntó Arturo atónito y con una tristeza demasiado grande para si-.

-No madre no puedes irte ni siquiera a pasado un día desde que nos volvimos a encontrar y Polonia ni siquiera te a visto todavía. -Dijo desesperado Hector igual de triste que Arturo.

-La siento muy cerca de esté lugar mamá y se que ella estará muy feliz de verte cuando llegué.
-Arturo desde hacía unos largos instantes había sentido una presencia familiar que se encontraba acercándose cada vez más y no podía dudar que se trataba de su hermana ya que sólo con los de su misma sangre sentía ese tipo de reconocimiento-.

-Yo también me alegraré mucho cuando nos encontremos con vuestra hermana pero tienen que comprenderme que si no hago esto recaere y lamentó decirlo pero es de seguro que si lo hago no volveré a levantarme y yo no quiero eso, no pienso dejarlos sin luchar y haré lo que este a mi alcance para que toda esta pesadilla terminé de una vez por todas. -La viuda negra estaba triste por tener que dejarlos pero tenia que hacerlo si quería recuperar su energía para así pelear por los suyos-.

-Pero... -Arturo se deprimia cada vez más por por toda esta situación-. Sólo promete que volverás con nosotros. -Pero igual tenía que entender a su madra de alguna forma-.

-Pasé lo que pasé. -Término Hector por el afligido y comprendiendo-.

-Lo prometo. -Los abrazo efusivamente-. Sois mis hijos los hijos de la viuda negra pero no os preocupeis que pronto cuando todo acabé sólo sereis mis hijos y no más de la viuda negra.
-Cumpliría su promesa aunque le costará la vida-.

Los Hijos De La Viuda NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora