Por mis padres soy capaz de todo

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Cuando Polonia despertó vio que se encontraba en un hermoso prado lleno de dientes de león, además de que estaba rodeada de árboles gigantescos pero no tan altos como los del bosque maldito, nada de lo que estaba a su alrededor le resultaba algo familiar nada, se sentía realmente pérdida y sola ya que no veía a sus hermanos por ningún lado a excepción de los hijos del alcalde quienes se encontraban cerca de ella viendo para todos lados sin entender como habían llegado allí, en ese momento entendió que el despiadado había hecho de las suyas para enviarlos a quién sabe donde separandolos en el viaje y ahora no le quedaba más remedio que empezar a buscarlos al igual que al alcalde que tampoco lo veía por ningún lado:

-Que pasó? Como es que hemos llegado hasta aquí?. -Preguntó Mauro a su hermana confundido mientras veía a su alrededor-.

-Y yo como voy a saber eso hermano y por cierto donde esta nuestro padre? Yo no recuerdo haberme separado de el en ningún momento ni siquiera cuando esa rara niebla nos rodeo. -Olaya busco preocupada a su padre pero no lo veía por ninguna parte-.

-De seguro que nos separaron mientras viajabamos hasta aquí, así que no me sorprendería que los demás estén en alguna parte de éste lugar. -Dijo Polonia pensativa mientras se levantaba del suelo y empezaba a caminar-.

-Y como se supone que los vamos a encontrar? Con suerte sabemos que este lugar podría ser un bosque. -Dijo Olaya temerosa-.

-Que fue lo que nos trajo aquí? Es que en serio no entiendo como esa mujer pudo producir "niebla oscura" con sus propias manos, enserio que no estoy entendiendo nada de lo que esta ocurriendo aquí. -Mauro enserio encontraba demasiado extraño y hasta podría decirse que mágico pero el no creía mucho en esas cosas y menos si no le daban buena espina-.

-Mientras menos entiendan y sepan esta bien les permitira tener una vida más normal si ignoran las cosas que no comprenden ahora busquemos a mis hermanos y de pasó a su padre también quién sabe lo que nos puede ocurrir separados... vamos. -No sabia exactamente a donde iba pero era mejor que se empezarán a mover si es que no querían que llegará la noche sin encontrar a los demás-.

-Pero como vamos a encontrarlos ni siquiera sabemos en donde estamos. -Le informó Olaya siguiendola hasta situarse junto a ella y seguir su paso-.

-Para mi que esté es el bosque de Santa Julia me parece bastante familiar. -Dijo Mauro situándose juntó a su hermana mientras veía a su alrededor-.

-Puede que tengas razón lo malo es que hace tiempo que no venía así que puede que estemos algo perdidos. -Su memoria en ese momento no la ayudaba mucho en ese momento y no es que le resultará familiar lo que estaba a su alrededor a decir verdad-.

-Pues eso no suena nada bien.
-Le contestó Olaya asustada al ver que estaban perdidos-.

-Y por cierto hacia donde estamos caminando?. -Mauro no entendía muy bien hacia donde iban si ni siquiera sabían en donde estaban ellos sólo estaban siguiendo a Polonia-.

-Hacia donde nos llevé el caminó o mi extraña intuición. -Le contestó Polonia algo preocupada-.

Mientras tanto lejos del bosque de Santa Julia en la mansión de la familia Suarez de Preston la hija menor y única de Fedora y Gerardo estaba tomando sus clases diarias de violín pensando en la forma de como olvidar aquel extraño sueño en que besaba en los labios al hijo mayor de la señora Del Monte Hector, era difícil olvidar sobre todo porque el tacto de sus labios aún seguía en los de ella atormentandola de una manera que no tenia ninguna explicación, jamás había pensado en ese niño malcriado e inquieto de esa manera pero llevaba tiempo pensando en su rostro y admirando su forma de ver el mundo y a pesar de que hace tiempo que no lo veía desde que comenzaron las desapariciones igual seguía en sus pensamientos tomandola de la mano y corriendo por el campo como si todo estuviera bien.

Los Hijos De La Viuda NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora