Soportando el dolor

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Cuando el tunel término Polonia sintió el duro piso de abajo como si se hubiera roto los huesos, pero igual se levantó del suelo que al parecer estaba hecho de grandes piedras con mucha fuerza sujetandose la cadera con una mano y una mueca en el rostro para mirar a su alrededor.

El lugar daba bastante miedo a decir verdad, las paredes que la rodeaban estaban hechas de piedras negras bastante gruesas y resistentes que sostenían el techo que Polonia no sabia de que estaba hecho ya que no se podía ver nada parecía como un cielo del cuál el sol y la luna habían desaparecido para solo dejar oscuridad sin fin, pero lo más extraño de todo es que el lugar estaba iluminado por miles de antorchas que Polonia no tenía idea de como se habían prendido y todas ellas seguían un camino que parecía conducir a algún lado.

No sabia que era estar en una cueva por que jamás había estado en una pero estar en ese lugar tan cerrado era como estar en una cueva gigantesca en donde la luz era algo en extinción con excepción de las antorchas de las cuales el fuego emanaba con fuerza alumbrando el caminó.

Polonia tenía que escoger entre quedarse allí parada o seguir el camino iluminado por las antorchas, era imposible pedir ayuda desde ese lugar o conseguir que la escucharán, miró hacia atras esperando encontrar el tunel pero al darse la vuelta solo encontró pared, era imposible que un tunel así desapareciera de la nada cierto? Bueno en su mundo todo era posible así que no debería sorprenderse tanto, como sea el único caminó que le quedaba era aquel que no sabía a donde podía llevarla y si resultaba ser un callejón sin salida esté lugar podría ser su tumba pero ya no le quedaban más opciones.

Caminó siguiendo el caminó iluminado de antorchas que parecía no tener fin mientras se  abrazaba a sí misma intentando protegerse del frío que sentía, la manta que antes la abrigaba se la quitó en cuánto las luces se habían ido así que no tenia como protegerse y el vestido que traía puesto no era muy abrigador y menos el velo que tenia puesto sobre la cabeza, era normal que sintiera miedo en aquel lugar ya que era sólo una niña de 11 años, ella no debería estar pasando por esas cosas, tenía derecho a una vida normal pero por desgracia eso le fue negado desde que nació y nada podía hacer para poder cambiar eso a menos que no fuera hija de la viuda negra, pero por Dios ella no podía pensar así amaba a sus padres, los quería como era y se sentía orgullosa de ser hija de Paula BellaNegra pero había veces en que pensaba que hubiera sido de su vida si su madre hubiera sido otra persona.

-Madre se que no es tu culpa todo lo que nos esta pasando pero hay veces en que no puedo evitar pensar que sería de nosotros si tu no fueras la viuda negra, si sólo fueras una mujer común y corriente que nunca a sido perseguida por la misma muerte, hay muchas cosas que jamás me has contado por que sabes que yo todavía no soy lo suficientemente grande para entenderlas pero quiero entender por que nos ocurre esto, por que no podemos vivir en paz y tener una vida normal y también quisiera saber la razón de nuestros dones y maldiciones? Dios tanto mal hemos hecho para pagar de esta forma?. -Pensó en voz alta ella quien pensaba en su madre y en cuando la volvería a ver, solo ella podría algún día aclarar sus dudas-.

Polonia se sintió desánimada al pensar en todas esas cosas mientras caminaba pero en ningún momento paró, ya después habría tiempo para sus pensamientos ahora era mejor ver hacia donde la llevaba este caminó.

  Cuando vio la última antorcha se sintió muy pérdida sobre todo por que frente suyo se encontraba una puerta muy grande y con una gran cerradura, era imposible que esa puerta estuviera abierta pero a pesar de eso igual la niña agarró la manilla de bronce de la puerta y la giró llevándose una sorpresa aterradora ya que pudo girar la manilla haciendo que la puerta se abriera haciendo un chirrido algo molestó para sus oídos como si desde hacía mucho tiempo que no la abrían pero la duda que tenia en su mente era ¿Que era ese lugar en donde estaba? Su madre y abuelo jamás le habían mencionado sobre ese lugar y podía intuir que ni ellos sabían de su existencia aunque no podía asegurarlo.

Los Hijos De La Viuda NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora