No desesperes viuda negra

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La viuda negra

Estos días enferma han sido los peores que e tenido en mi vida y créanme que he tenido días horribles en mi larga vida pero no como estas dos semanas delirando por la fiebre y a punto de ver el más allá, todavía no aceptó la idea de que el despiadado me haya besado, no entiendo ni siquiera porque lo hizo si tanto me odia y tampoco entiendo como no tuve la fuerza suficiente para matarlo en ese instante pero es normal que no haya podido estaba muy enferma y eso me convertía en un ser bastante débil y vulnerable. Quizás aprovecho ese momento para hacerlo aunque siga sin entender porque.

Tara y Jimi han estado cuidandome todo esté tiempo y debo admitir que he tenido mucha suerte ya que sola jamás hubiera sobrevivido a esta terrible fiebre, sólo espero mejorar pronto y así volver a casa he estado muy preocupada por mis hijos pero también tengo miedo por la vida de mi esposo temo que el despiadado le haga algo mientras no estoy y también están los demás, siento mucho miedo ya que gracias a mi ellos han salido muy afectados de todo ésto y terminarán pagando por algo en lo cuál no tienen nada que ver si no hago algo pronto, tengo que salvarlos a todos y haré lo que sea necesario para lograrlo aunque arriesgue la vida y es obvio que no lograré nada si sigo postrada en esta hamaca delirando y dando pena.

Hoy fue un día bastante aburrido a decir verdad pero me alegra ver que mi estado de salud no esta tan mal comparado al que tenia en los días anteriores aunque eso no quiere decir que este mejor sólo significa que voy mejorando y haciéndome más fuerte cada minuto.

Como quisiera ir a ver a Tima, saber como esta y platicar con el pero desgraciadamente Tara no quiere que haga esfuerzos en vano y eso no es que me ayude mucho a decir verdad y mientras pensaba en ello el pequeño Jimi entró a la choza con una bandeja llena de comida y me la dejó en mis muslos para que comiera tranquilamente mientras el esperaba.

Le agradecí por la comida y mientras veía como se sentaba en el suelo a esperar a que terminará para llevarse la bandeja de madera le hice la misma pregunta de siempre:

-Y como sigue tu abuelo Jimi?.

-Muy bien señora bebe bastante agua al día. -Sonrió el pequeño-.

-Eso es bueno. -Aunque no suficiente necesitó verlo no tengo idea porque la urgencia pero me gustaría mucho hablar con el-.
Creó que ya terminé puedes llevartela. -Casi me atragantó comiendo todo de una pero fue solucionado cuando tomé agua eso me ayudó a tragar con más facilidad-.

-Vaya su merced se a comido todo muy rápido debe de haber estado hambrienta. -Tomó la bandeja cuando se la entregué-.

-Gracias por la comida Jimi.

-Denada aunque la hizo la verdad mi abuela. La veré más tarde.
-Se despidió cortestemente y se fue rápidamente sin decir más, parece ser bastante tímido es simplemente una ternurita el pequeño-.

Me da pena haberlo hecho irse tan pronto pero en éstos momentos tengo que hacer una de las cosas más peligrosas del mundo y esa es ir a ver a Tima y para eso debo levantarme y arriesgarme a empeorar mi estado pero debo saber si aquel jefe está mejor de lo que yo estoy y se que no tiene lógica pero de verdad quiero verlo y aunque se que ésto podría ser producto de mi fiebre o terquedad me pararé como sea.

Me tomó mucho esfuerzo sacar las piernas de la hamaca pero igual pude poner mis pies en el suelo de tierra, como me gustaría tener un velo pero por desgracia mi enemigo me lo a quitado y contra eso no puedo hacer nada por lo cual con cuidado me levanté de la hamaca y fui a la puerta de la choza caminando lentamente no sin antes sacar la manta con la que me tapaba para cubrirme con ella ya que estaba haciendo un poco de frío, busque por el lugar algo con lo cuál calzarme los pies hasta que encontré las botas con las cuáles he andado todo este tiempo, no me es posible despegarme de los zapatos así que rápidamente me las puse y salí de la choza sin pensar en el hecho de que llamaría la atención.

Los Hijos De La Viuda NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora