— Salgamos de aquí. — dijo Rachel con la mirada fija sobre Alec. Debía mirara a su alrededor para comprobar que nadie estaba a su acecho, pero quería mirarle a él.
Quería mirar como el pelinegro tensaba su mandíbula o como apartaba la mirada de ella con nerviosismo.
Pero Alec se encargó de romper ek ambiente.— ¿Por qué? — su pregunta hizo que Rachel volviera a la realidad.
La rubia sacudió su cabeza y ahora si que miró a su alrededor. Por suerte nadie les tomaba en cuenta y las solapas de la chaqueta de Alec seguía subidas cubriendo su cuello.
Rachel podía sentirles moviendose a su alrededor y quiso pegarse en la cabeza por estar mas concentrada en como se comportaba Alec que en su propia seguridad.
— No preguntes y anda. — contestó la rubia volviendo al tono brusco. No podía desviarse de nuevo.
Agarró el brazo de Alec y tiró de el con fuerza para que siguera sus pasos. El pelinegro no dijo nada, seguía sin entender lo que estaba pasando.
La verdad es que no conseguía entender la vida de la rubia, era tan misteriosa para él.Puede que por eso le atrajera.
Rachel hizo que la siguiera hasta fuera de la zona insegura para él. Ahora se encontraban en los límites de su zona. — Alec vuelve al Instituto, ¿sabes volver desde aquí?
Alec echó un vistazo a su alrededoe, conocía la zona. Asi que asintio. — Si, pero ¿por qué no vienes? ¿Es por qué has tenido que dormir en el sofá estos días?
— No, Izzy me consiguió una habitación mientras tú estabas incosciente. — Alec frunció el ceño, ¿desde cuando llamaba así a su hermana?
— Entonces, ¿por qué te vas? — Rachel tardó un rato en pensar lo que iba a decir por lo que Alec actuó antes de que hablara. — Esta vez quiero la verdad.
La rubia podía haberle mentido facilmente, pero no lo hizo. — No estoy muy cómoda con un integrante de la Clave, — el pelinegro frunció el ceño —tranquilo Lightwood comprendo que tu no entiendas mi situación.
— ¿Por qué?
— Porque esta claro que te casarías con la Clave, no te ofendas.
Alec negó con la cabeza. — No me ofendo. Me refiero a ¿por qué ahora? Izzy me ha contado que vino la noche que nos atacaron los demonios.
Rachel sonrió incomoda. — Si bueno, debe de ser que he esperado a tener el trabajo terminado. — le señaló intentando dejárselo claro.
Pero Alec seguía sin entenderlo. — ¿Qué trabajo te habían mandado?
— Ya sabes, —Rachel suspiró con incomodidaz. Odiaba sentirse asi prefería que los demás lo hicieran. —tu has despertado. Nada me vincula al Instituto ahora.
Excepto la Copa, pensó Rachel. Pero no se atrevió a decirlo en voz alta.
— ¡Asi que te vas! — Alec comprendió que cuando hababa de trabajo se refería a cuidar de él. Y algo extraño le producía querer abrazarla.
Pero no tenía tiempo para investigar ese sentimiento, no iba a permitir que se largara sin más.— Tranquilo Lightwood. Seguiré pasandome por allí, no estaré cerca de ella pero estaré por allí.
— No parece que vallas a volver después de haber salido a escondidas del Instituto.
— Alec. — Rachel se acercó a él con una sonrisa. La incomodidaz había desaparecido. — Me he ido a escondidas porque pensé que ibas a delatarme después de lo que pasó con los demonios. — Alec la miró serio, en el fondo ni a él le gustaban las decisiones que estaba tomando. Quería delatarla pero no lo hacía porque sabía que algo malo la ocurriría. — Además, los dos sabemos cual es mi objetivo allí. — terminó de explicarse la rubia.
El pelinegro agachó la cabeza, se sentía un traidor. Estaba escondiendo información importante a los suyos. Algo que haría que el Instituto decayera y él lo sabía. Sin embargo, no iba a entregarla y todo por sus estúpidos caprichos.
— La Copa. — respondió con un susurro levantando la cacbeza, pero cuando lo hizo Rachel ya no estaba con él.
— ¿Dónde has estado? — preguntó Izzy al verle sentando en uno de los sofas de la sala.
— Revisando unas cosas. — mintió Alec.
— No encontramos a Rachel, no aparece por ninguna parte del Instituto. Pensaba que estabais juntos. — al escuchar la acusación de su hermana a Alec se le encendieron las mejillas. — ¿Sabes dónde esta?
Alec negó con la cabeza. — No la he visto desde la mañana. — volvió a mentir.
Sin embargo, Isabelle se dió cuenta de la extraña reacción que tuvo su hermano al principio. Escondía algo y ella iba a averiguarlo.
— Ya la encontraremos. — dijo el chico Lightwood para evitar la conversación.
— El caso es que nos han enviado aLydia a una inspección, ha venido a dirigir el Instituto. Los Lightwood hemos perdido importancia. — volvió a hablar Isabelle con preocupación. — Eso significa...
— Eso significa que papa y mama ya tendran algo pensado. — asintió Alec. — Tranquila, lo arreglaran.
— En cuento a eso, ellos no podran ayudar en estos momentos. Ha salido a la luz que eran miembros del circulo.
Alec abrió los ojos con sorpresa. — ¿Qué eran que?