t r e c e

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Lydia se acercó a ellos con el ceño fruncio. No recordaba a esa rubia.

— ¿Y tú quién eres?— preguntó con la mirada fija sobre Rachel. Parecía no haber visto como Alec se subía la cremallera de la caqueta con rapidez, como si fuera ilegal ir de esa manera.

— Rachel.— contestó la otra rubia con un aire narcisista.

A Lydia no le gusto el tono y menos que pareciera que la tal Rachel se creía superior a un miembro de la Clave

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A Lydia no le gusto el tono y menos que pareciera que la tal Rachel se creía superior a un miembro de la Clave. Asi que simplemente la contestó con la verdad.— Pues no he escuchado hablar de ti.

Rachel se mordió el labio intentando no contestarla y Alec agradeció el gesto metiendose entre medias de las dos chicas.— La verdad es que Rachel se integró en el grupo hace unas pocas semanas y esta un poco nerviosa.

— Yo no la he visto estos días.— le replicó Lydia.

— Se fue a visitar a su familia para avisarles de que un miembro de la Clave estaba en el Instituto y que trabajaría junto a ella.— Rachel no entendía de donde había sacado Alec el don de mentir. Siempre se le notaba y ahora parecía profesional, aunque la mentira fuera una gran mierda.— Ella adora la Clave, sueña con un día poder llegar allí.

Vale esa es la mentira más grande que se podía haber dicho, pensó la chica que no era una shadowhunter.

Pero por alguna extraña razón Lydia terminaba de creerse parte de la historia.— No pareces muy enrusiasmada de verme.— dijo al apartar a Alec de enmendio.

Rachel sonrió intentando que no saliera como una mueca.— Debe de ser los nervios. Es que Alec me acaba de poner al día y estar involucrada en un asunto de Valentine con la Clave es algo nuevo para mi.— mintió.— Claro que estoy entusiasmada por ello.

— Bien, pero no hay tiempo para hablar del día a día hay que ponerse al trabajar.— a pesar de que la orden iba hacia los dos esta solo miró a Alec.

El pelinegro asintió con la cabeza para luego bajar la mirada. Se sentía un traidor.
¿Cómo él podía judgar a Izzy por mentirla cuando él lo hacía todo el rato?

— Alec vamos tenemos un asunto pendiente, el seelie esta aquí.— dijo Lydia comenzando a andar.

Rachel entrecerró los ojos y dió un paso hacia alante para ir por ella. Era imposible reprimir las ganas de matarla.

Dante estaría orgulloso, y por fin le podría callar la boca, Rachel era capaz de matar a cualquier miembro de la Clave o más y eso significaba matar a un shadowhunter.

Pero una mano agarró la de la rubia frenandola. Se giró para mirar a un Alec negando con la cabeza.— Ha mordido el anzuelo. No te lo cargues ahora.— la susurró.

Rachel frunció el ceño, ¿por qué seguía ayudandola? Era imposible que Alec prefiriera ayudar a alguien que no sabe lo que es a un miembro de la Clave.
¿Es acaso una trampa?

— Bien.— contestó la rubia con brusquedad.— Me iré con Izzy.

Aún así Alec no soltó su mano sino que le dió un pequeño apretón para que Rachel volviera su vista a él.

— Sabes que esto no se lo puedes decir a nadie más, ¿verdad?— los ojos azules de Alec pemetraron los suyos.— Ahora con la Clave todo es más estricto, hasta Izzy te entregaría por su total libertad.

Por un momento la rubia se quedo sin respuesta.— ¿Y por qué tu no lo haces?

En realidad lo que Rachel quería preguntar era ¿por qué se preocupaba por ella?

— Confío en tí.

Rachel alzó una de sus cejas, ¿estaba de broma, no? — ¿Confías en alguien que quiere robaros la Copa Mortal?

— Confío en que la robaras para algo bueno.— tetminó de susurrarme para soltar mi mano y acercarse a Lydia que le esperaba desde lejos con un notable ceño fruncido.

Rachel se mordió el labio. Si tan solo Alec supiera para que quería la Copa además de para la libertad de ella y los subterraneos.
















La rubia se sentó en uno de las sillas de la sala central mientras miraba la pantalla de radar. "Ningún demonio cerca", o eso creían.

Rachel ya había desistido, no encontraba a Izzy por ninguna parte asi que se iba a quedar la tarde en la sala esperando enterarse del problema del seelie.

— ¡Él no ha hecho nada, Alec!— el gritó de Isabelle atrajo la atención de la rubia. ¿Dónde coño había estado? Debía de aprender a rastrear mejor.

La pelinegra corría tras Alec que andaba a paso rápido alejandose de ella.— Te estas equivocando, Izzy. Él ha hecho todo. Prefiere ponerse del bando de Valentine que al nuestro.

Normal..., pensó Rachel.

Alec se giró haciendo que Isabelle se chocara contra él y diera un paso hacia atrás.— Él seelie será castigado y tú no vas a hacer nada. No voy a dejar que te involucres en este asunto, porque si lo haces serás tú la que acabe en esa celda.

Después de su reproche Alec se alejó de la pelinegra con grandes zancadas. Su hermana ya ni intentó alcanzarle.

Rachel la pusó una mano en el hombro para que Isabelle estuviera atenta a ella.— Bueno, ¿y qué tienes en mente?

— ¿Cómo que qué tengo en mente?

— Me refería a qué cuál es tu plan.— Isabelle negó con la cabeza pero Rachel notó que estaba mintiendo.— Vamos cuentamelo, me caes bien solo quiero ayudarte.— mintió la rubia, aunque en parte era cierto. Izzy le caía bien.

Demon | Alec Lightwood |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora