Agonías de una mente loca

La Suma De Sus Partes

Y ahora mientras debería estar durmiendo como cualquier persona en su sano juicio lo haría, ella está escribiendo, pero no de cualquier cosa. Ella vuelve a escribir sobre él solo que esta vez no se lo enseñará y esta vez él no sabrá que escribe sobre él y nunca leerá cómo ella se siente ni lo que piensa, pero eso no importa porque quizás solo escribe para ella misma y para que al voltear hacia atrás y ver sus viejos escritos, ella recuerde cómo se sentía aquella noche de la cual había transcurrido ya casi su mitad y se encontraba allí escuchando música y hablando con él sobre esos viejos fantasmas que eran parte de la historia en común que compartían el uno con el otro.

Para recordar cómo sonreía al pensar en el hecho de que él se siente completo con ella y que sin ella algo le falta, pero a la vez recordándose a sí misma que él no es capaz de arriesgarse por ella, por la razón que fuese, pero simplemente él no podía hacerlo y aunque no quisiera eso en el fondo le dolía, pero era bueno saber que le importaba lo suficiente para no dejarla escapar y tenerla como una amiga, aunque en realidad no era solo una amiga para él... era una especie de combinación de todo lo que a él le hacía falta, lo que lo complementaba.

Y para ser sincera, se sentía bien saber que le importaba tanto y que esos ojos no la veían como algo simple sino como la suma de sus partes, esas partes que hacen un gran y maravilloso todo al juntarse, con sus defectos pero también con todas esas virtudes que la caracterizaban y por la que aquellas personas que se tomaban el trabajo de conocerla, sabían que tenía.