5. Adiós

2.8K 420 30
                                    

He vuelto!!! Me disculpo por haber tardado tanto :/ la verdad es que no sabía que escribir, estaba en blanco y había escrito esto la semana pasada pero no me convencía
Ya qué, no encontré mejor forma de expresar lo que ocurría aquí so... disfruten :DDD

.
.
.

La decisión de Luhan acarreaba cambios, algunos pequeños y otros bastante drásticos. Debía sacrificar cosas, más que todo en el ámbito monetario tomando en cuenta que no planeaba regresar a China con su familia y, por ende, debía comprar ropa, materiales de la universidad y otro mundo de cosas. Por suerte, ya tenía asegurado el lugar en donde viviría, puesto que Kyungsoo le había ofrecido vivir con él. Hoy conocería la casa en que el pelinegro vivía con su madre, pues al ojón le parecía tonto mudarse y gastar dinero extra como había hecho su hermano mayor hace dos años cuando entró a la universidad. Lo bueno de que el chico se hubiera mudado era el cuarto vacío que había dejado totalmente amueblado porque le daba flojera llevarse su cama y lo que contenía la habitación según le contó Kyungsoo a Luhan. 

La casa se veía bastante bien desde fuera pensó Luhan cuando, luego de caminar unos diez minutos desde la estación del metro hasta allí, por fin entraban por un antejardín rumbo a una edificación de dos pisos rodeada de flores y pequeños arbustos bien cuidados. 

Kyungsoo abrió la puerta y los recibió un corto pasillo cortado por la sala de estar a la derecha y el comedor junto a la cocina a la izquierda, Luhan consideró acogedora aquella casa y observó curioso el lugar. 

ーMamá aun no ha llegado, pero no tardará muchoーdijo Kyungsoo, dirigiéndose hacia la cocina, haciéndole señas a Luhan para que lo siguieraー¿quieres tomar algo? ¿café, jugo, agua? 

ーAguaーsonrió Luhan, mirando a lado y lado fijándose en lo sobrio que era el estilo de la casa, todas las paredes eran blancas menos una en el comedor, la cual era negra y se encontraba rayada con tizas de colores. Había un sofá familiar azul en la sala junto a un par individuales color gris, la mesa de centro, la del comedor y las sillas de este eran de madera lisa y de un tono casi negro. En conjunto no había mas de seis cuadros en todo lo que había visto del piso. Dos de estos eran fotografías familiares y el resto lienzos de un color diferente cada uno, le parecieron bastante curiosos pero no dijo nada. Sonrió a Kyungsoo cuando éste le entregó el vaso con agua y lo siguió escaleras arriba para ver las habitaciones. Las paredes del pasillo de arriba tenían tan poca contaminación visual como las paredes de abajo, eran blancas y había dos fotografías allí, una de un sonriente Kyungsoo y otra de quien Luhan asumió sería su hermano, en ambas los chicos no debían tener mas de siete años, debieron ser tomadas en épocas distintas. En la suya, Kyungsoo usaba una camisita blanca y un pantalón negro mientras abrazaba un enorme muñeco de Pororo, en la fotografía de su hermano el chico iba vestido igual pero él abrazaba un muñeco de Totoro en esta. Luhan sonrió al notar a Kyungsoo incómodo y sonrojado aclarándose la garganta para que le diera su atención. 

ーEsta es mi habitación ーseñalo abriendo una puerta y dándole a Luhan la vista de un cuarto meticulosamente organizado con un teclado de ocho octavas al fondo, junto a la ventana; el armario a la derecha, junto a una mesa de trabajo; y la cama a la izquierda, junto a una biblioteca.

ーEs lindaーcomentó acercándose a todo lo que veía, como un niño curiosoーse ve bastante tú.

Kyungsoo rió y lo llevó a la habitación que él ocuparía en el futuro. 

A la noche, Luhan volvía a su hotel encantado y con mucha ilusión al respecto. La madre de Kyungsoo era una mujer realmente amable y se sintió bastante bien pasando la tarde con ella y su amigo. 

La semana siguiente empezaría el papeleo del traslado y rogaba que todo saliera bien.

***

Siete semanas se pasaron volando. Durante éstas, Luhan pasó la mayoría del tiempo con sus amigos, en las pocas ocasiones en que estuvo con sus padres y su hermano, se enteró de que éste entraría a estudiar derecho y finanzas con la opción de doble programa en la Universidad de Seúl. A pesar de su distante relación, Luhan sabía que al chico le encantaban ambas carreras y se sentía feliz por él, ahora Lay -mote que pocas veces usaba pero que sabía el chico amaba él usara- tendría nuevas experiencias, porque viviría sólo y sería independiente. Estaba muy feliz por él. 

El Malo Del Cuento [HunHan] *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora