El Malo Del Cuento [HunHan] *EN EDICIÓN*

18. Florecer I

Antes de empezar quiero aclarar que florecer es una etapa del fic, por ende serán dos o tres capítulos bajo este mismo título. No fue que haya dividido esto o algo por el estilo.
Lo siento por haberme tardado, nos leemos abajo :'v
No olviden comentar! :'D

***

Campanillas de invierno, flores de ciruelo, gardenias y girasoles amarillos.

Sehun

"La flor replicó:
¡Necio!
¿Acaso crees que
Florezco para que me miren?
Florezco para mí, porque me place,
No para los demás.
Mi júbilo está en mi ser
Y en mi florecer. "

Arthur Schopenhauer

Luhan fijó su mirada en el techo de la habitación. Había un trozo de cinta pegante allí. Un pequeñísimo trozo de cinta pegante que estaba en el techo desde que esa habitación le fue asignada. Tenía tantas ganas de levantarse y quitarlo de ahí.

Con un suspiro dirigió su atención a la ventana que había dos metros a la izquierda de la cama. Era un día soleado. Casi no había nubes y, a pesar de estar en la época más fría del año, el azul del cielo daba una sensación de calidez en el clima.

Llevaba una semana en el hospital y francamente, estaba muriendo de aburrimiento. Él no podía levantarse de su cama ni para ir al baño si no había un mínimo de dos personas para llevarlo y traerlo. Tampoco podía hablar, el doctor se lo había prohibido desde hace dos días, cuando empezaron a hacerle los debidos procedimientos y a suministrarle una inmensidad de medicamentos para su pronta recuperación de las vías respiratorias, los pulmones y las cuerdas vocales.

Oyó la puerta siendo abierta pero no se giró, lo más probable es que fuera Sehun. Él lo visitaba todos los días después de sus prácticas de baile. El primer día en el hospital, después de haberse aguantado la cantaleta de Kyungsoo y el llanto de Yixing, Sehun le había llevado flores. Pero no cualquier tipo de flores. Luhan se sonrojó hasta el cuello al reconocer el significado de cada una de ellas, pero suponía que Sehun sólo las había elegido porque eran bonitas, lo cual era cierto, así que decidió restarles la importancia que tanto ameritaban.

-¿Qué tal vas?

¡Bingo!

Se alzó de hombros mientras dirigía lentamente su atención a Sehun con una sonrisa curvando sus labios. El menor llevaba unos jeans claros y desgastados junto a una camisa blanca con cuello v y una chaqueta negra no muy abrigada. Su cabello rubio tenía algunas raíces negras, pero le daba un aire que a Luhan se le antojó sexy y descomplicado.

-Qué idiota, cierto que no hablas-suspiró Sehun acercandole un cuaderno y un lápiz a Luhan mientras se burlaba de sí mismo.

El chino le volvió a sonreír y empezó a escribir.

¡Estar aquí me aburre!

Le mostró a Sehun mientras hacía un puchero. El más alto se rió mientras se sentaba en un pequeño sofá que había junto a la cama del enfermo.

-Bueno, es normal ¿no? -respondió Sehun. Luhan hizo como si imitara sus palabras cambiando todas las vocales por la "i", todo sin producir sonido alguno.

Sehun se echó a reír y, con el ceño fruncido, Luhan cambió de página y escribió:

¡No te burles!
Kyungsoo y su madre han venido a regañarme toda la semana ¡Es frustrante!