III. ¿Casualidad o coincidencia?

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Madre e hija se encontraban cenando, la niña miraba disimuladamente a su madre, pues hasta ahora la historia iba derrumbándose por lo que le había hecho su padrastro en su antigua vida...Saori escucho un sonido que provenía de su celular, lo saco de su bolsillo y reviso el mensaje: -"Saori, mañana si quieres venir a mi casa, pregúntale a tu mamá si te deja venir, Rin Taisho"-Después de leer esto, la niña le dirigió la mirada a su madre, mostrándole una carita de "neko".

— ¿Qué ocurre Saori? —pregunto notando esa mirada.

—Ehmm la que mando el mensaje fue Rin Taisho. —contesto al sonreír de lado. — ¿Puedo ir mañana a quedarme a dormir en la casa de Rin?

¿Acaso es una coincidencia que las dos niñas se cruzaran? se preguntó en su mente cuando veía a su hija. Suspiro. —Bueno no hay problema, Saori.

— ¡Gracias mami! Después le voy a decir mañana —hablo la niña con una sonrisa. —Rin me dijo que su padre es un poco mal humorado.

— ¿En serio? No me digas—fingió sorpresa. — ¿Conoces a su padre?

—Hmm no, por lo que ella me cuenta, su padre está muy ocupado en el trabajo. —contesto al hacer una mueca. — ¿Puedes seguir con la historia?

—Claro. Lo que te voy a contar algo sobre un raro triángulo amoroso.

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¿Casualidad o coincidencia?

Habían pasado dos días de lo ocurrido, descubrió que Inuyasha tenía novia y es más se iba a casar con ella, con la tal Kikyo, también llego el beso inesperado de Koga apenas lo conoce y recibió un beso de su parte. Nuevamente, Kagome Higurashi se encontraba ordenando el papeleo, miro de reojo a la "bestia" que estaba durmiendo apoyando sus pies arriba de su escritorio, como si no tenía trabajo para hacer, sentía ese raro sentimiento de amor-odio por la forma que jugo con ella. Miro el reloj y todavía no era la hora de almorzar, 12:30 faltaba poco, pero Kagome quería cambiarse por lo menos ser la secretaria de otra persona.

—Kagome vamos a tomar café—dijo Koga en voz baja al abrir de golpe la puerta solo para agarrarla del brazo.

—Ahora no puedo, vamos después. —contradijo al cerrarle la puerta.

"El lobo solitario" se fue con cara de desilusionado, el vio todo su alrededor cada uno de los empleados estaban en las computadoras rellenando algunas cosas y el solo hizo una mueca para dirigirse a su silla e seguir con lo suyo.

—Koga ¿viste a Naraku? —le pregunto Sango estando extrañada al no verlo caminar por este sector.

—No, me extraña que no vino a trabajar. —respondió sin darle tanta importancia al asunto.

—Dejen de hablar ustedes dos y sigan con lo suyo—hablo Miroku al mirarlos a aquellos dos chismosos.

La muchacha de cabellos azabaches salió discretamente de la oficina de Inuyasha Taisho, se dirigió hacia el asesor para ir al último piso. —Es raro que Naraku me llamara en el teléfono de Inuyasha—pensó confundida. –"Necesito que me traigas algunos registros de la semana, estoy en recursos humanos"- recordó la llamada que tuvo antes de salir para almorzar. Higurashi subió al asesor, llevándose consigo un folio con una cierta cantidad de hojas. Suspiro nerviosa cuando llego a la puerta de 'Recursos Humanos', golpeo dos veces la puerta para solo escuchar la palabra –"Pase"- asintió con la cabeza, toco la perrilla y abrió la puerta, él estaba allí sentado arriba de la mesa esperándola. "¿Esperándola?" Kagome sin mirarlo le dejo los papeles en la misma mesa, este se acercó hacia ella para solo empujarla contra la puerta y así poder cerrarla, ambos quedaron en una posición un tanto incomoda, la joven no comprendía nada, pero lo que si noto fue que 'se enredó con las telarañas'. Naraku le levanto el mentón, el aire calido que salía de ambas bocas casi abiertas quedando a unos pocos centímetros, —Eres hermosa—le susurro en voz baja.

¿Quien es mi padre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora