XV. ¿Quién es mi padre? (Epilogo)

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[Capitulo anterior]

"—Mi pequeña, Saori...—la nombraba este al sonreírle, —Te prometo que no te faltara nada, ni a ti ni a tu madre, tampoco a tu hermana. — le daba un beso en la frente.

¡Gracias, papá! —Exclamo al abrazarlo con fuerza, de la cual fue correspondida de igual manera, —Te pareces mucho a tu madre.

Lo sé..."

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(Epilogo)

[Actualidad]

Los cambios de decisiones no perjudicaron para nada su relación que, los recién casados se hayan ido de luna de miel, para ella, no le importaba mucho ya que su marido había ofrecido otras cosas para disfrutar su matrimonio en familia. La luna de miel podía esperar ¿no? El apuro no se presentaba por el momento. Pasaron tres meses del casamiento, según sus amigos regresarían de la luna de miel en febrero, capaz fines de ese mes.

Caminando al lado de su hija, Saori; su paseo rondaba por cerca del shopping, ambas miraban cada vestimenta femenina como masculina. Ella vio cómo su madre se frotaba su vientre, notaba esa cálida sonrisa, ¿Hace cuánto no lo ve? Pues claro, desde que se volvió a unir con su padre, nunca la había visto tan feliz. Sin embargo, cuando su "padrastro-tío" InuYasha estaba con ellas, se podía sentir "la falsa felicidad" todo era una mentira pero reconocía el esfuerzo sobre humano que hacia su tío para mantenerlas a ambas, eso nunca lo olvidará y seguirá agradeciéndole por eso.

—Debemos ir a comprar otra clase de ropa, Saori. —le decía su madre en tono burlón. —Después compraremos regalos.

—De acuerdo, mamá. —asintió sin ningún problema. — ¿Dónde está Rin?

—Debe estar paseando con tu padre, seguramente. —respondió al avanzar con su caminata. —No te preocupes.

De pronto, sonaba su celular, reviso el número y lo había reconocido, era Sango.

— ¡Hola, Sango! —atendió con entusiasmo. Sabe que no ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablaron por teléfono pero en definitiva, tenía muchas ganas de hablar con ella.

¡Hola, Kagome! ¿Cómo están las cosas por allá? preguntaba con el mismo semblante de voz como su amiga.

—Muy bien, aun no se sabe el sexo del bebé. Desde que decidí disfrutar mi luna de miel en Tokyo, no me arrepiento de nada, además ya tuve mi momento con Sesshomaru, jajaj—hablaba alegremente, una risita juguetona se le escapo.

— ¡Mira mamá, esa ropita! —exclamo Saori emocionada al ver un conjunto varonil. Todo de color azul. —Saori, aguarda un momento. escucho por parte de su madre.

Vaya, creí que dijiste que no sabías el sexo del niño. —musito la joven del otro lado de la llamada. —Entonces, vas a comprar ropita ¿no?

—Sango, recién estoy mirando la ropita aún no se sabe nada, dentro de dos días tendré el turno. —le contradecía su amiga, al hacer una mueca. — ¿Qué tal tu embarazo? ¿Ya se sabe algo? —cuestionaba ella, intrigada por la noticia.

Son gemelas, aún sigo pensando los nombres con Miroku. le decía la noticia. —Y Ayame también está embarazada, ellos se fueron a Paris en su luna de miel. Ni ella sabe el sexo de su bebe pero lo va averiguar. le comentaba la castaña del otro lado de la llamada.

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