IX. Siempre dijo la verdad.

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—"¿Qué vas hacer?" —interrogo estando serio.

Voy a recuperar a mi esposa y a mi hija—contesto el hijo mayor de Inu, escondiendo su puño: aguantándose las ganas de matar a su antiguo amigo.

[Actualidad]

Las cosas que habían encontrado la policía sobre el caso de Kagura, fueron acertadas, Naraku la había asesinado, solo faltaba encontrar el supuesto celular de la víctima, pues eso serviría para culpar al asesino; lo que encontraron fueron cabellos, sangre y huellas digitales de la víctima, esto cada vez lo hacía más responsable por lo que hizo.

Sesshomaru tenía constantemente en su mente los reproches que le hacia Inuyasha, por su equivocación que tuvo respecto a Kagome Higurashi, todos estos años la trato como una bruja porque la culpaba de que, ella se quería casarse por dinero, sabe que cometió un error y quiere arreglarlo. Cada vez, sobre su escritorio llegaban archivos por parte del detective y de la policía, puede que interrumpían su trabajo, pero supo que primero es la familia y después el trabajo.

—Sesshomaru—lo nombro Inuyasha al entrar de golpe a su oficina.

— ¿Qué ocurre Inuyasha? —pregunto estando serio.

— ¡Naraku se llevó el papel que probaba que Saori es tu hija!—exclamo nervioso, por el tono de su voz y la expresión de su rostro, vio que su medio hermano se quedó aun peor de lo que ya estaba.

—Está obsesionado en tener una familia. —Dijo al poderse de brazos cruzados, —Yo sabía que Kagura no era la clase de mujer que quería tener hijos...

— ¿Qué dices?

—Kagome me lo decían antes, o decía algunas indirectas respecto a la relación entre Naraku y Kagura. —continuaba hablando el peli plata, inclinaba la cabeza, tal vez no fue un buen novio y ni siquiera un buen marido, eso lo hacía sentir más culpable por lo que estaba sucediendo.

— ¿Sabías todo eso? ¿Sabías lo que Naraku le hacía a Kagome? —le interrogaba su medio hermano estando irritado por lo que estaba escuchando, — ¿Cómo te enteraste de su relación?

—Su relación lo descubrí revisando mis cámaras de seguridad—contesto sin ni siquiera mirar a Inuyasha, suspiro nervioso para responder la siguiente pregunta, —Lo de Kagome, no lo sabía. Eso lo puedo asegurar.

— ¿No lo sabias? Y ¿Cómo te diste cuenta de su sufrimiento? —volvió a interrogar al fruncir el ceño.

—Me di cuenta cuando vi algunas marcas, y algunos moretones en su cuello—fue aclarando aún más las conclusiones que había sacado hace mucho.

—Entonces... ¿Por eso la rechazaste a Kagura?

—No solo por eso, porque después la que sufría era Rin. —Respondió en seco, —Entendí porque ella no quería tenerla como madre, pero a Kagome sí.

La puerta se abrió bruscamente dejando entrar a una adulta de una edad aproximadamente de treinta y ocho años, más o menos, pero al ver su apariencia parece más joven. Miraba con indiferencia hacia los dos muchachos que seguían hablando, su vestimenta era formal, su cabello era plateado y resaltaban unos ojos amarillentos. — ¿Por qué cerraste la empresa? —pregunto ella estando seria y de brazos cruzados, esa voz dominante capto la atención de los jóvenes que charlaban.

—...Madre—dijo al verla.

—...Madrastra. —le decía Inuyasha al notar su presencia.

—Me sorprende verlos que se lleven tan bien. —hablaba en tono irónica. —Creí que competían por la herencia.

¿Quien es mi padre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora