VIII. Doble secuestro

541 58 4
                                    

—"Yo..."

¿Sesshomaru? —lo nombro estando confundida, al abrir la puerta. Todo se tiño de negro.

[Actualidad]

Cuando ella había abierto la puerta, un trapo húmedo fue colocado en su rostro, tapándole entre su nariz y boca; su vista comenzaba a nublarse lentamente, no podía ver exactamente aquella persona que estaba parada en la puerta, solo noto esa sonrisa. —...Sesshomaru—murmuro por lo bajo.

—Con esta grabación, sabía que algún momento me serviría. —hablaba Naraku con una sonrisa de oreja a oreja. Cerró la puerta con cuidado, mientras que la joven estaba durmiendo en el suelo, este se encargó de buscar algunas fotografías y papeles donde se justificaba que Saori es hija de Sesshomaru, necesitaba falsificarlo para hacer otro; cambiando su nombre y colocar que es el padre de esa niña. —Lo encontré—decía al agarrar una caja, al abrirla, le quito todos los papeles por las cuales Kagome en ese momento estuvo embarazada, los guardaba en el bolso de Higurashi para llevárselo.

—Creo que eso fue todo. —dijo Naraku al mirar sus guantes de cuero fino, coloco la llave en la puerta para que nadie se atreviera a entrar, abrió la ventana observando las escaleras de metal, su auto estaba justo estacionado en un callejón. —Bueno, es hora de terminar con todo esto. —hablaba al agarrar entre sus brazos a la señorita Higurashi, sus planes se estaban pasando del límite, pero no le importaba, porque el solo quería una familia, cuya Kagura nunca se atrevió a darle, porque tenía miedo.

Naraku había secuestrado a la pobre de Kagome, se notaba su obsesión por ella, ahora tenía que seguir con el otro paso para cumplir con sus planes, supone que si todo iba al pie de la letra, Sesshomaru quera rescatar a su ex mujer y a su hija, así que ya tiene preparado su revólver, para acabar con la vida de su ex amigo.

...

Pasaron cinco horas, Sesshomaru recién había llegado al departamento de su ex mujer, necesitaba hablar con ella sobre el divorcio, pues no quería perderla y más por una ridiculez. Saori suplicaba porque estén juntos, lo mismo le hacía Rin para tener una familia unida; el joven golpeaba la puerta una y otra vez, pero no había respuesta del otro lado, hizo un forcejeo con el picaporte pero no hubo caso. Vio por el agujero, todavía estaba la llave... — ¡Kagome, Kagome! —la llamaba mientras que, volvía a forcejear. — ¡Maldición!

Al no encontrar caso para abrir la puerta, se dirigió hacia el servicio del departamento para buscar al encargado o a alguien que pudiera ayudarlo, porque los vecinos que conocía no respondían a los golpes que hubo en cada puerta.

—Necesito que me puedan abrir la puerta de un departamento—ordenaba estando nervioso, solo había un portero que se le quedó viendo, parecía que algo andaba mal.

—Yo lo ayudare. —Se ofreció un adulto para averiguar lo que ocurría, — ¿Tiene trabado la puerta?

El muchacho lo miro de reojo y trago saliva, —S-Si—afirmo para no contarle nada, quería asegurarse de que su esposa este en el departamento. Cuando llegaron a la puerta, el señor saco sus herramientas de un bolso azul; el otro observaba como trabajaba el portero, aunque por lo que tardo casi pierde su paciencia:

—Listo señor Taisho—le aviso, mientras que iba acomodando y guardando sus cosas.

—Gracias señor...Nagakura—agradecía al leer el nombre que tenía abrochado en su vestimenta. Sesshomaru entro con cuidado al departamento, camino lentamente para no tocar nada pero se quedó sorprendido al ver todo el desastre, papeles y fotografías tiradas por el suelo, cuando no vio a su ex esposa, agarro el celular que tenía guardado en el bolsillo de su pantalón: marco el número de la policía, trataba de controlar sus nervios porque se encontró con una nota...

¿Quien es mi padre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora