X. La envidia mata.

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—"Amor, luego compartiremos la cama" —le decía este al sonreír por lo bajo, noto que su "pareja" se sentía incomoda. —Relájate, todo estará bien.

—"No lo creo." —murmuro por lo bajo al seguir comiendo.

[Actualidad]

Cuando Saori fue obligada a ir a dormir en el horario de las once de la noche. Naraku se había encargado de atarla de nuevo ya que no quería tener visitas mientras estaría disfrutando la noche con su "esposa". — ¿Por qué me atas, papá? —le preguntaba estando confundida.

—Porque no quiero que te escapes. —contesto este al mirarla de manera frívola. —Has oídos sordos. —le aconsejaba al terminar de atarla.

—...—su mirada inocente ni siquiera cautivaba al corazón del pelinegro, porque sabe quién es su padre, Sesshomaru, a quien le lleva un cierto rencor, aunque la vea unas cuantas veces a los ojos: tiene esa mirada fría de su padre, pero lleva un destello idéntico a su madre, físicamente era como ver una mini Kagome. —Iré por las pastillas para dormir. —agrego este al salir de la habitación.

La niña forcejeaba un poco, moviéndose de un lado a otro tratando de desatar la soga que la sujetaba todo su cuerpo, al escuchar unos pasos pesados de la escalera, se detuvo para ver directamente hacia la entrada a su cuarto, su respiración se entre cortaba, aún tenía miedo sobre ese sujeto, ni siquiera lo conoce; pero el si la conoce a ella. No dejaba de mirar, hasta que escucho la voz de su madre:

— ¿Saori?

—Mamá.

—Saori, hija ¿Qué te hizo Naraku? —le preguntaba al asomarse hacia la cama, la destapo por un momento y vio como la soga sujetaba fuertemente su débil cuerpo. —Creo que tengo algo para desatarte.

—Rápido mamá, no debe tardar mucho. —decía la niña al empezar a desesperarse, mostrando un temblor que surgía en su cuerpo.

—Tranquila hija, ya encontré el cuchillo. —musito Kagome, al sacar un objeto de su bolsillo, para cortar la soga. —Listo, ahora sal por la ventana.

— ¡Pero mamá! —exclamo Saori entrando en pánico por el hecho de abandonar a su madre.

— ¡No hay peros, ve y busca ayuda...Habla con Sesshomaru! —contradecía la joven al ayudar a su hija para que se suba a la rama del árbol.

La pequeña asintió con la cabeza, en su rostro aparecía una gota de sudor por la culpa de los nervios, tenía miedo de que algo malo le pase a su mamá, no le quedó otra que obedecer y buscar ayuda lo más rápido posible. —Regresare—dijo la niña al bajar cuidadosamente y de forma silenciosa.

Yo sé que puedes hacerlo...Saori. se hablaba en su mente, una lagrima roso por su mejilla izquierda. —Apúrate, hija.

No creí que fueras capaz de hacer eso. escuchaba una voz masculina, a la cual reconoció fácilmente. La secretaria no le quedó otra que mostrar una sonrisa torcida, como demostrándole que no le tenía miedo pase a las travesuras peligrosas que le podía hacer; como la habitación estaba obscura, la poca iluminación que tenía era sobre el pasillo del segundo piso, pero por cuestión de espacio de la puerta hacia el cuarto, Naraku estaba tapando esa luz. —Vas a sufrir. su sombra tapa el rostro de Kagome.

—"¡AAHH!" su grito llego a escucharse por afuera de la casa.

Justamente, la hija de Kagome lo escucho, se paró en seco para voltearse bruscamente, viendo en la ventana donde estaba su habitación. — "¡No hay peros, ve y busca ayuda...Habla con Sesshomaru!"—recordó sus palabras, sabía que ella también estaba desesperada pero como toda madre quería ser fuerte. —Mamá...—murmuro por lo bajo al inclinar su cabeza, dejando caer sus lágrimas por el suelo. — Tengo que hacerlo. —busco un valor en su interior para seguir con su objetivo, buscar a su padre, corriendo en el medio del bosque...buscando una calle principal.

¿Quien es mi padre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora