Psicología y Psiquiatría: Diferencias.

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Psiquiatría y Psicología: dos disciplinas parecidas pero en absoluto idénticas.

La psicología clínica y la psiquiatría son dos disciplinas aplicadas en el ámbito de la salud mental que son confundidas con frecuencia. El tipo de problemáticas que abordan y sus métodos de trabajo pueden presentar un cierto parecido, pero existen desemejanzas claras entre ambas. 

Diferencias entre el psicólogo y el psiquiatra.

1. El recorrido académico de cada disciplina

Psicólogos clínicos y psiquiatras tienen una formación muy distinta. Los primeros provienen de las licenciaturas y grados universitarios de Psicología y luego se especializan en psicología clínica, mientras que los psiquiatras pasan por la carrera universitaria de Medicina para luego especializarse en la rama de la psiquiatría.

Por lo tanto, las habilidades y conocimientos de ambos profesionales son muy distintos: el psiquiatra tiene más conocimientos sobre el cuerpo humano como organismo y el funcionamiento neurológico de este, mientras que el psicólogo está más formado en ciencias sociales y dinámicas culturales.

2. Los enfoques suelen ser distintos

Como consecuencia del punto anterior, otra de las diferencias entre el psicólogo y el psiquiatra se encuentra en el enfoque utilizado. El psiquiatra tiene un enfoque biologicista del comportamiento humano y sus estados afectivos, y por eso se centra en los aspectos fisiológicos y químicos del cuerpo humano (sobre todo, los relacionados con el sistema nervioso y las hormonas).

Por su parte, el psicólogo puede adoptar posturas más heterogéneas que pongan más énfasis en el contexto social, las relaciones personales y la cultura (aunque también puede adoptar un enfoque centrado en el organismo del paciente como algo aislado, dependiendo del tipo de corriente psicológica a la que se adscriba.

3. El tipo de problemas que tratan

Los psiquiatras tienden a ocuparse de los problemas mentales más problemáticos. Esto es así porque suelen orientar su actividad centrándose en aquellas mejoras que pueden producirse a través de los tratamientos farmacológicos, y estos están desaconsejados en la mayoría de personas que no tienen un trastorno mental diagnosticado por los múltiples efectos secundarios que pueden tener.

Los psicólogos, si bien también pueden intervenir como apoyo en casi todos los casos que tratan los psiquiatras, también pueden ofrecer sus servicios a prácticamente cualquier persona, aunque no se le haya diagnosticado ninguna psicopatología en particular.

4. El método de intervención

Otra de las diferencias entre el psicólogo y el psiquiatra se encuentra en su manera de abordar los problemas del paciente. Un psiquiatra casi siempre utiliza métodos más o menos invasivos, ya que los problemas que trata son más severos. Además, como el psiquiatra es un médico, está capacitado legalmente para prescribir fármacos, algo que no ocurre en el caso de los psicólogos, encargados de proveer orientación psicológica y proponer técnicas basadas en los hábitos y la conducta.


En definitiva, ambas disciplinas son lo suficientemente distintas como para tener sus propios ámbitos de aplicación, pero eso no significa que no sean complementarias: a menudo lo son.

Hablar de diferencias entre el psicólogo y el psiquiatra es también reconocer sus propias líneas de formación y trabajo como trayectorias relativamente independientes, pero lo que está claro es que ambos enfoques son útiles a la hora de intervenir en salud mental.

Por: Adrián Triglia

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Yo ya no se ni que carrera elegir.

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