Tipos de personalidad: Según Carl Jung.

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¿Has oído hablar de los ocho tipos de personalidades que propuso Carl Gustav Jung?

No es ningún secreto que uno de los principales afanes de los psicólogos, históricamente, ha sido describir rasgos de personalidad. En unos casos esto se ha debido a la necesidad de crear parámetros más o menos objetivos con los que crear perfiles de personalidad útiles para la selección de personal, la descripción de tipologías de cliente o la investigación en trastornos mentales y factores de riesgo.

En otros casos, podría explicarse por motivaciones menos relacionadas con lo pragmático. A fin de cuentas, el simple hecho de poner cierto orden en el caos de comportamientos que puede exhibir el ser humano puede ser, de por sí, algo que satisface.

Los ocho perfiles de personalidad, según Jung

A principios del siglo XX, cuando la psicología empezaba a entrar en su adolescencia, uno de los representantes más importantes de la corriente psicodinámica se propuso la tarea de describir los tipos de personalidad que nos definen desde una perspectiva mística, fundamentalmente esotérica, y probablemente sin tener muy en cuenta las posibles aplicaciones prácticas de sus propuestas.

Su nombre era Carl Gustav Jung, y aunque no hayas oído hablar de él, es muy posible que alguna vez hayas utilizado dos de los términos que fueron popularizados por él: introversión y extraversión.

La relación entre Carl Jung, la filosofía y la psicología (entendida como la exploración de lo espiritual y lo no material) se remonta a sus primeros años de vida y duró hasta la muerte de este, en 1961. Durante este tiempo intentó describir las lógicas que hacen funcionar a la psique humana y el modo en el que este se relaciona con el mundo espiritual, utilizando para ello conceptos como el inconsciente colectivo o los arquetipos. No en vano se recuerda a Carl Jung como el fundador de la psicología profunda (o psicología analítica), una nueva "escuela" distanciada del psicoanálisis freudiano en el que Jung llegó a participar durante su juventud.

Carl Jung no quería describir mecanismos físicos que permitan predecir en menor o mayor medida cómo nos comportamos. Quería desarrollar herramientas que permitiesen interpretar el modo en el que, según sus creencias, lo espiritual queda expresado a través de nuestras acciones.

Es por eso que, cuando llegó el momento de su carrera en el que se propuso investigar sobre los tipos de personalidad, Carl Jung lo hizo sin renunciar a su particular visión sobre la naturaleza inmaterial de la mente. Eso le llevó a utilizar los conceptos de introversión y extraversión, que a pesar de ser muy abstractos han generado mucho interés.

La personalidad introvertida y la extravertida.

Normalmente se ha relacionado la introversión con la timidez y la extraversión con la apertura a conocer gente. Así, las personas introvertidas serían reacias a entablar una conversación con alguien desconocido, preferirían no llamar demasiado la atención y serían presa fácil de los nervios en las situaciones en las que deben improvisar ante mucha gente, mientras que las personas extravertidas tenderían a preferir situaciones socialmente estimulantes.

Sin embargo, Carl Jung no definió la personalidad introvertida y extravertida centrándose en lo social. Para él, lo que definía la dimensión de personalidad introversión-extraversión eran las actitudes hacia los fenómenos subjetivos (frutos de la imaginación y del propio pensamiento) y los objetos externos a uno mismo (lo que pasa a nuestro alrededor).

Las personas introvertidas, según Carl Jung, son las que prefieren "replegarse en sí mismas" y centrar su atención y sus esfuerzos a explorar su propia vida mental, ya sea fantaseando, creando ficciones, reflexionando sobre temas abstractos, etc. La personalidad extravertida, en cambio, se caracteriza por mostrar mayor interés por lo que está ocurriendo en cada instante en el exterior, el mundo real no imaginado.

Así, las personas introvertidas tendrían una tendencia a preferir estar solas que en compañía de gente desconocida, pero exactamente por su timidez (entendida como una cierta inseguridad y una alta preocupación por lo que los demás piensen de uno mismo), sino como consecuencia de lo que les hace ser personas introvertidas: la necesidad de interesarse por esas personas, mantener un cierto grado de alerta por lo que puedan hacer, buscar temas de conversación, etc. Las personas extravertidas, en cambio, se sentirían más estimuladas por lo que ocurre a su alrededor., independientemente de si tiene que ver con situaciones sociales complejas o no.

1. Pensamiento-introvertido

Las personas pertenecientes a la categoría reflexivo-introvertido están mucho más centradas en sus propios pensamientos que por lo que ocurre más allá de ellas. Se muestran interesadas, concretamente, por los pensamientos de tipo abstracto, las reflexiones y las batallas teóricas entre distintas filosofías y modos de ver la vida.

2. Sentimental-introvertido

Las personas pertenecientes al tipo de personalidad sentimiento-introvertido son poco habladoras, pero simpáticas, empáticas y sin especiales dificultades para crear vínculos afectivos con un círculo de personas pequeño. Tienden a no demostrar su apego.

3. Sensación-introvertido

Como ocurre en el resto de personalidades definidas por la introversión, la personalidad sensible-introvertida se caracteriza por estar enfocada a los fenómenos subjetivos. En este caso, sin embargo, estos fenómenos están más relacionados con los estímulos recibidos a través de los sentidos que con los sentimientos o las ideas abstractas. Según la definición de Carl Jung, este tipo de personalidad suele describir a las personas que se dedican al arte o la artesanía.

4. Intuitivo-introvertido

En este tipo de personalidad intuitiva-introvertida, aquello en lo que centra el interés de la persona son fantasías acerca del futuro y lo que está por venir... a costa de dejar de prestarle atención al presente. Estas personas serían de carácter más bien soñador.

5. Pensamiento-extravertido

Este tipo de personalidad reflexiva-extravertida se define por la tendencia a crear explicaciones acerca de todas las cosas a partir de lo que el individuo ve a su alrededor. Esto hace que se entiendan estas reglas como principios inamovibles sobre cómo se estructura la realidad objetiva, por lo cual este tipo de personas tendrían una manera de ver las cosas muy característica y que cambia muy poco con el tiempo. Además, según Carl Jung, intentan imponer esta visión del mundo al resto de personas.

6. Sentimental-extravertido

Esta categoría sentimental-extravertida estaría compuesta por personas altamente empáticas, con facilidad para conectar con los demás y que disfrutan mucho de la compañía. Según Jung, este tipo de personalidad se define por el hecho de estar relacionado con unas habilidades sociales muy buenas y una baja propensión a la reflexión y el pensamiento abstracto.

7. Sensación-extravertido

En este tipo de personalidad sensible-extravertida se mezcla la búsqueda de las sensaciones nuevas con la experimentación con el entorno y con los demás. Las personas descritas por este tipo de personalidad son muy dadas a la búsqueda del placer en la interacción con personas y entornos reales.

8. Intuición-extraversión

El último tipo de personalidad de Carl Jung, el tipo intuitivo-extravertido, se caracteriza por la tendencia a emprender todo tipo de proyectos y aventuras de duración media o larga, de modo que cuando termina una fase se quiere empezar otra de inmediato. Viajes, creación de empresas, planes de transformación... las perspectivas de futuro relacionadas con la interacción con el entorno son el centro de las preocupaciones de estas personas, e intentan hacer que el resto de miembros de su comunidad las ayuden en sus empeños (independientemente de si los demás salen tan beneficiados como uno mismo o no).

Por: Adrián Triglia



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