Uno. (Editado)

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--N/A: Esta historia comienza justo antes del Summertime Ball 2013. Normalmente la historia está narrada desde el punto de vista de Hailey, pero si ella no aparece en “escena” entre paréntesis explica desde que punto de vista se cuenta.--

Capítulo 1

Layla: ¡No lo puedo creer!—exclamó -casi chilló- emocionada.

Las cinco chicas estábamos tumbadas en un sillón, esperando a que llegara nuestro turno para la prueba de sonido/ensayo,  en el enorme, enorme escenario del Summertime Ball.

Karin: ¿Qué estos pantalones no sean tan geniales como pensé que serian? Sip, yo tampoco lo puedo creer—bromeó -o se quejó-, dándole una mirada a sus pantalones holgados de lana.

Layla: Summertime Ball chicas...esto es simplemente...increíble—dejó salir en una respiración, con una mirada soñadora.

De pronto, Karin -que estaba sentada a mi lado- me dio un codazo.

Hailey: ¿Qué?—gruñí. Tenía los ojos cerrados mientras masajeaba mis sienes, sólo había tenido unas tres horas de sueño la noche anterior y mi cabeza me estaba pasando la factura.

Karin: S-s-son...ellos...son...—otro codazo. — ¡Hey! No me estás poniendo atención... ¡Hailey!—sacudió mi cabeza y yo abrí mis ojos, exasperada porque no me dejaba tranquila. Ignorando mi mirada molesta, giró mi cabeza hacia la derecha, en dirección a lo que quería que viera. Me frote los ojos, sin poder creerlo. ¡Santa mierda, The Wanted está frente a nosotras!

Hailey: The Wanted...—farfullé, con una sonrisa de idiota en la cara.

Mar rió.

Mar: Pensé que nunca encontraría quien la entendiera con su obsesión  por las boybands, pero parece que lo ha logrado

XXX: Chicas, son las siguientes— un chico del Staff nos informó, sin dejar de escribir a toda velocidad en Tablet que sostenía en sus manos.

Finalmente era nuestro turno de probar el escenario y ajustar detalles de sonido, luces y demás mobiliario del escenario.

Karin: ¿Con ellos aquí? ¿Y yo con este pantalón de dibujitos? Oh no, mátenme ahora. —agachó la cabeza en señal de “mi vida se ha acabado, trágame tierra”.

Pero no había nada que pudiéramos hacer para ayudar a Karin y a sus pantalones de dibujitos animados. Así que, fuimos por los micrófonos y los auriculares, y luego a través del estrecho pasillo que llevaba al escenario.

Layla, Skye y Mar iban adelante con tres chicos del Staff, flirteando como siempre, y Karin y yo íbamos atrás.

Hailey:  No creo que debamos hablarles ahora mismo...

Karin: ¡Ni lo pienses! ¡No con esto!—chilló, apuntando hacia sus pantalones.

Hailey: ¿El día del evento?— sugerí, intentando ocultar una sonrisa divertida.

Karin asintió, aliviada por no tener que perder su reputación con sus pantalones de dibujitos frente a uno de nuestros ídolos. Pasamos con expresiones neutras junto a ellos y suspiramos apenas nos alejamos un poco, como las fangirls empedernidas que éramos.

Y de pronto... ¡BOOM! Estábamos en un escenario gigante.

Layla: ¡¡¡¡Siiii!!!! — gritó, corriendo hasta el final de la plataforma que llegaba casi hasta la mitad del lugar y regresando, con su largo cabello rubio rebotando tras ella. — ¡Es increíble!

Skye: Es enorme— concordó con Layla, girando sobre sus talones para apreciar el lugar, sus ojos verdes mirando sorprendidos cada rincón del Wembley. Todas asentimos, con ese sentimiento entre el shock y la emoción que siempre cosquilleaba en nuestros estómagos cada vez que descubríamos que nuestro trabajo era el mejor del mundo simplemente porque amábamos lo que hacíamos.

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