Cinco. (editado)

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¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAH!!!
El grito estruendoso de la canción Hardcore  que Mar tenía como tono de llamada nos despertó de un salto. Excepto a Layla, quien no se movió un centímetro de su cama.
Skye: Calla eso...por lo que más quieras...Mar— farfulló con voz soñolienta, y se cubrió la cabeza con su cobija de calaveras.
Mar: Es una llamada de Jayne —avisó—. Oh no...Adiós sueño, adiós cama...pasamos un momento genial juntos, pero todo se acaba—exclamó dramáticamente, y luego contestó la llamada.
Hailey: Un día de estos colapsaré sin aviso alguno—murmuré a nadie en particular.
Mar: ¿De nuevo? oh...no, no— ¿Recuerdan las señas de Layla para indicarnos qué hacer? Eso fue justo lo que hizo Mar, señalo a Karin y luego a la puerta del dormitorio. Karin suspiró, soñolienta, y se levantó de un salto para salir corriendo en dirección al baño. —Bien, Jayne...en una hora estaremos...— hizo silencio, interrumpida por la furiosa voz de Jayne en el teléfono. Podíamos escuchar eso desde nuestros lugares, a dos metros de Mar. — ¿¡media!? Bueno...lo intentaremos... ¿Qué hora es por cierto?... ¿¡Qué!? ¡Con razón!— se rascó la coronilla de su cabeza, en un gesto muy común en ella que significaba que tenía pereza. —Bien...nos vemos—colgó.
Hailey: Son las 4 de la mañana, demonios—me senté en la cama, frotándome los ojos en un intento por no caer rendida de nuevo en la cama. — ¿Quién va a despertar a Layla?
Teníamos problemas despertando a Layla tan temprano, se ponía de mal humor el resto de la mañana, y nadie la soportaba cuando andaba de mal genio. Era incluso peor que cuando estaba alegre y se dedicaba a parlotear todo el día.
Skye: Tengo una idea...— dijo, sentándose en su cama—. Pongan la alarma de su celular debajo de su almohada, huyamos mientras podamos, y recemos para que no se convierta en Hulk y nos mate a todas.
Nos encogimos de hombros e hicimos eso. Pusimos la alarma del teléfono de Layla para que sonara dentro de 2 minutos y salimos del dormitorio.
Hailey: Creo que necesito Cheerios hoy—avisé a nadie en particular, y me quedé de pie frente a la mesa que parecía el recibidor de un bar en una versión miniatura, y comencé a devorar el cereal directamente de la caja.
Layla: ¿Qué hora es...?—murmuró, entrando en la sala, con voz ronca y bostezando.
Todo bien, aparentemente.
Karin: Créeme, no quieres saber—le contestó Karin, saliendo del baño, con un humo caliente tras ella, un paño anudado en su pelo y otro alrededor de su cuerpo.
Layla: ¡¡Cheerios!!—chilló, y corrió hasta donde estaba yo y me quitó la caja. Si, ella AMABA los Cheerios...casi tanto como amaba dormir, cantar y bromear. Esos eran sus mayores hobbies.
HA FUNCIONADO. HEMOS SOBREVIVIDO A HULK. ¡VICTORIA!
De acuerdo, basta.
Entré al baño y me duché a toda velocidad y  salí con la misma pinta que Karin hace un rato. Apenas puse un pie afuera, Skye entró. Y Karin salió del cuarto, vestida con un pantalón de mezclilla, la sudadera con capucha azul oscuro (todas teníamos una igual) y converse.
Entré al dormitorio a vestirme tan rápido como podía, mientras escuchaba a Layla molestar a Karin.
Layla: Karin en converse... ¿me habré quedado dormida sin darme cuenta? O entre en un mundo paralelo en el que...—se oyó un golpe — ¡auch!
Karin rió.
Me enfundé en un pantalón negro ajustado, una camiseta blanca con un logo extraño y unas tenis que eran negras con tonos azules y blancos, más tipo “hombre” que mujer pero al fin y al cabo, tenis.
Cuando todas estuvimos listas, lo cual habíamos aprendido a hacer en media hora para poder conseguir cinco minutos más de sueño, Jayne llegó por nosotras.
Álbum... ¡allá vamos!
[...]
Layla: ¡¡MIERDA!! —gruñó por decima vez. Reimos por su grito en el micrófono súper sensible que se usaba para grabar. Sencillamente, no conseguía llegar a su tono de voz normal, estaba un tono más debajo de lo normal, hasta el punto de ser -casi- tan grave como la mía, cuando normalmente era alta y poderosa y capaz de llegar las notas más altas y difíciles.
XXX: ¡No, no, no! ¡Una vez más!— el hombre que tenía los controles, Nicholas, podría ser el más bromista y chistoso tipo que pudieras llegar a conocer, pero cuando estaba en su trabajo  era completamente serio y a veces, hasta gruñón. 
Layla daba saltitos en su lugar, agitando las manos y respirando profundamente, tratando de relajarse para poder grabar su parte de la canción.
Bien, grabar una canción (UNA, no todo el álbum, que consta de 15-17 canciones) es bastante difícil, primero teníamos que grabar una base (todas juntas) aparte de la interpretada por el compositor de la canción y luego, regrabar por separado, escuchando la canción base en los auriculares, grabando cantando sobre una pista y tu voz debe sonar lo más perfecta y natural posible. ¿Complicado? Sí, mucho. Toma varios días y millones de ensayos grabar una canción.
Layla: You'll never enjoy your life living inside a box. You're so afraid of taking chances. How are you going to reach the top? Rules and regulations force you to play it safe. Get rid of all the hesitation, it's time for you to seize the day.
La música se detuvo y Nicholas felicitó a Layla, quién por fin lo había logrado, pero ahora mismo parecía a punto de perfeccionar el arte de dormirse de pie. Abrí la pesada puerta de vidrio que separaba la cabina de grabación del la sala de espera, que eran básicamente tres enormes sillones en los que te hundías varios centímetros y cabías perfectamente de lado a lado.
Hailey: ¿Necesitas un café, Lay?
Layla: Necesito dos litros de café y...dormir.
Hailey: Vamos por el café, Layla—le hice señas hacia la puerta.
Layla: ¿Tengo que caminar hasta allá?— gimió, haciendo un puchero.
Hailey: Dios mío— me quejé. Ella sabía que quería decir con eso, y corrió a subirse en mi espalda. Hice una mueca, pesaba bastante, pero en realidad era capaz de cargarla media hora de un lado a otro sin sufrir terribles consecuencias por eso.
La llevé hasta la mesa que había en el pasillo afuera de la habitación en la que estábamos, ambas íbamos riendo, hasta donde estaba el enorme contenedor de café.
XXX: Hola— una voz con un acento ligeramente diferente al inglés que estaba acostumbrada a oír, con un timbre musical más parecido al de Layla, quién se había bajado de mi espalda y estaba desparramada en una silla de plástico.
Me volví. Un chico rubio y de ojos turquesa que nunca dejaría de reconocer me miraba sonriente.
Hailey: ¡Niall!— lo abracé, a modo de saludo.
Layla: ¿Niall? ¿Dónde?— Layla abrió los ojos y miró a todas partes, desorientada por un segundo, y luego enfocó sus ojos azules en el chico recién llegado. —Oh... ¡Hola!—se levantó y fue a abrazarlo también.
Hailey: ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has estado?—. Era una de nuestros mejores amigos, pero como parte de One Direction que era, lo veíamos solo un par de veces al año.
Niall: Bueno...estamos en Londres por unos días antes de seguir con TMH Tour, y bueno...decidí darme una vuelta por aquí
Layla: ¿Tú solo?— inquirió con una sonrisa— Quiero decir, ¿Qué tantas fans te persiguieron?
Niall: Vengo con Liam y Harry— contó—Zayn y Louis están con sus novias y las fans...— se rascó la nuca mientras nos daba una sonrisa torcida—bueno, no pensamos en eso
Hailey: Claro que no pensaron en eso. —reí. Asomándome a la ventana que estaba en la pared frente a la mesa del café. Estamos en el segundo piso, por lo que veía hacia abajo...y había un grupo bastante grande de chicas gritando. — No creo que logren salir aunque tengan un auto
Niall: ¿Por...?— Niall caminó hasta donde estaba yo mirando por la ventana hacia abajo.- Oh mierda
Reí.
XXX: ¡Niall!—Dos chicos, Harry y Liam, venían corriendo hacia nosotros, con una expresión de alarma que solo podía significar  “No tenemos ni la más remota idea de cómo demonios salir de aquí, con medio Fandom allá abajo”.
XXXX: Hola chicos...— saludamos Layla y yo al unísono, y luego nos volvimos a ver. TENÍAMOS que dejar de hablar al mismo tiempo.
Del otro lado del pasillo, Mar, Skye y Karin salieron del estudio, notando el pequeño alboroto que teníamos en el pasillo.
Skye: ¡Chicos!—  chilló emocionada, acercándose a toda prisa a nosotros.
Harry: Hola— Harry sonreía, mostrando sus hoyuelos. Este chico iba tras Skye, lo sabíamos. Y ella...bueno, o lo sabía y esperaba a que él hiciera algo al respecto o... no tenía la más remota idea.
Liam: Lee, tanto tiempo...— dijo Liam, y me dió un abrazo rápido.
Hailey: Liam— dije, devolviéndole el abrazo— ¿Cómo has estado?
Liam: Bastante ocupado... Bastantes viajes, bastante tiempo sin dormir...bastante de todo
Reí.
Hailey: Estamos igual en lo de no dormir y el trabajo— resoplé. Me quejaba, pero amo mi trabajo...demasiado, hasta que llegas a la parte en la que sólo duermes 4 o 5 horas y pasas el resto del día en entrevista-ensayo-grabar el álbum-presentación-más ensayo....es decir, pasas corriendo y brincando 19 o 20 horas al día...y tienes que buscar tiempo entre todo lo que tienes que hacer para dormir. Es más duro de lo que parece. Sobre todo si eres una persona vagabunda como yo, a la que el solo pensamiento de una cama la hace bostezar. —No estoy muy segura de a que te refieres con “todo”, pero creo que no quiero saberlo
Liam me miró divertido, y con un brillo cómplice en sus ojos.
Whoa, tenía que haberlo esperado.
Liam: Hemos escuchado bastante sobre ustedes en los últimos meses, parece que les está yendo bien
Harry: Recientemente, más sobre Hailey
Niall: Y de una fuente cercana... — me miró— ¿Qué hay de cierto en que golpeaste a Perrie?
Hailey: Me imaginaba que iban por ahí— Rodé los ojos.
Harry: Tiene un enorme golpe en la mejilla— dijo señalándose su pómulo, y yo le dediqué una sonrisa torcida.
Layla: Si vienen a sermonearla, los próximos con un golpe van a ser ustedes—amenazó. Los tres pusieron cara de “Me callo” y al ver la expresión de Layla de “Es broma, pero párenla ya” todos nos reimos.
XXX: ¡chicas! —Jayne llamó, asomándose por la puerta del estudio
Harry: Hola Jayne— saludó, con una de sus encantadoras sonrisas de siempre.
Jayne: Hola Harry, Liam, Niall...chicas, entren ya, tenemos trabajo—Nos recordó y volvió a entrar al estudio.
Harry: ¿Grabando?— nos preguntó Harry.
Mar: Desde las 4 y media de la mañana—resopló, recogiéndose las mangas de su suéter para servirse una taza de café.
Harry: Uh
Liam: No se les nota, chicas— se burló con un tono sarcástico.
Harry: Excepto en sus caras de “sólo dormí 3 horas”— rió, siguiendo con la burla de Liam.
Niall: Solo esperen a que duerman 8 horas y cuando despierten sientan que no han dormido nada—. Los otros dos chicos de One Direction asintieron, de acuerdo con el rubio.
Mar: Tenemos que irnos ya. Jayne nos va a matar—. Nos despedimos de los chicos y volvimos al estudio, a continuar con la grabación de la cuarta canción del álbum: Waiting Outside The Lines.

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Graciaaas. 

Hai xx

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