Dieciocho.

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El lugar de la presentación era considerablemente grande, y era al aire libre lo que significaba que estaríamos en una especie de parqueo...o algún lugar enorme que estaba asfaltado.

- Parece que llegamos a tiempo- suspiró Jayne, con una sonrisa. Esta mujer y sus horarios, suspiré internamente, divertida.

Bajamos de la camioneta, y de una buseta estacionada un par de metros adelante, bajaron los chicos de The Wanted.

Ese era el momento. Mis ojos se encontraron con los de Nathan al mismo tiempo. Una sonrisa torcida se extendió por su rostro, y mi corazón se detuvo. Esto no estaba bien. Él no podía tener ese poder sobre mí, con sólo sonreír era capaz de hacerme olvidar todo el tiempo que me había ignorado, lo impotente y vulnerable que había sentido ayer, cuando había llorado frente a Layla.

Supongo que Layla tenía razón. Me había enamorado con toda el alma de este chico.

- Hola, largo tiempo sin verlas, pajaritos cantantes- saludó Max, con una enorme sonrisa.

Layla lo miró con una ceja alzada.

- ¿Se puede saber que mosca te picó, George?-le dijo. - ¿Porqué estas tan de buen humor?

Jayne y Nano nos llevaron dentro del lugar, hacia el lugar en el que nos darían los micrófonos.

Mientras ellos avanzaban, no me había dado cuenta de que nos habían dejado atrás. Y saben a quienes me refiero con "Nos".

Nathan caminó a mi lado en silencio, mientras yo me retorcía las manos, incómoda.

- Ha sido un largo tiempo, Lee- susurró finalmente.

- Lo ha sido- asentí.

- Te extrañé, Hails

Le di una sonrisa torcida al suelo.

- Te extrañé también, Nate-le dije. Su mano se cerró alrededor de la mía y pude sentir esa familiar electricidad que siempre sentía cuando él me tocaba. Pero ya no parecía lo mismo, era diferente de algún modo y sabia que él también lo notaba, nuestra conexión había cambiado. Y no era debido a mí.

Entonces Nano y Jayne encendieron las cámaras que grababan nuestros videos semanales y no pudimos hablar más.

- ¿Cómo te sientes? -Layla me preguntó en voz baja, luego de que acabáramos el ensayo. Estábamos en el backstage, que era básicamente un cuadrado asfaltado tras el escenario, mientras los chicos estaban sobre el escenario.

- Como una idiota.-le entregué mi micrófono a Jayne, quién era la encargada de guardarlos, porque -obviamente- si fuera nuestro trabajo el guardarlos necesitaríamos uno nuevo cada semana. -Todo lo que hizo fue decir "Hola, Hails" con una sonrisa y al parecer mi corazón es lo suficientemente estúpido para creer que eso lo arregla todo. ¿Qué será lo siguiente? Oh rómpeme el corazón, no importa, después puedes sonreír, decir un par de mentiras bonitas, y borrón y cuenta nueva.

- ¿Qué vas a hacer entonces?

Suspiré.

- No tengo idea

- Bueno, pues piensa rápido- dijo Karin, y dobló su cabeza en dirección a la entrada. Miré hacia donde ella indicaba y no pude evitar gruñir.

- Dime que no viene para acá- bufé.

- Pues sí, viene para acá- Layla dijo con voz ácida.

-Hola- Ariana nos saludó, llegando a nuestro lado. Usaba un vestido blanco con flores rojas y tacones rojos y su cabello castaño estaba peinado de la forma en la que siempre lo llevaba, a su lado mi cabello era nada excepto feo.

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