UnKlassic

CAPITULO 33

N/A: Hola :)) Feliz fin y principio de año!!! Este capítulo continúa justo adonde quedó el anterior porque cierta persona -mi hermana- criticó que nunca continúo los capitulos adonde los dejé, y después se quejó de que era muy suave escribiendo este tipo de escenas. Es la primera vez que escribo sobre esto, y la primera vez de Hailey, así que yo creo que así esta bien...en cuanto a lo que se manosean, y todo eso. Mi hermana es mi crítica numero uno -.- 

Spoiler: Calum cantando, muerooo. 

Equis, aquí está el capítulo :)

Hai xx

 

 

Su beso me privó de responderle, pero podía contestarle mediante aquel intercambio silencioso de sentimientos. Era estúpido como un beso podía ser algo meramente sexual, pero también podía convertirse en algo tan íntimo, tan precioso.

Su mano bajó mis bragas, con delicadeza. Su boca nunca dejó la mía mientras lo hacía, ambos parecíamos incapaces de saciarnos del otro, siempre exigiendo más, más cercanía, más dominio, más de ese sentimiento que enviaba escalofríos por las columnas vertebrales de ambos.

Mis manos recorrieron las duras líneas de su estómago, y entonces se encontraron con la cinturilla de sus calzoncillos. Mis manos hormiguearon, ante el toque de la tela, y él puso sus manos sobre las mías. Se alejó un poco y susurró, su voz más grave de lo que jamás la había escuchado:

Calum: Haremos esto, corazón. — entonces se quitó su última prenda de ropa. Enrojecí, en cuando descubrí que mis ojos no habían dudado un segundo en darle un vistazo a su cuerpo, completamente expuesto. Cal dejó escapar una pequeña risa, y se inclinó a un lado, abriendo el primer cajón de la mesita de noche y sacando un pequeño sobre plateado. Lo abrió, dejando a la vista una especie de bolsita plástica en forma de tubo. Colocó el condón sobre...su amigo, mi cabeza deteniéndose por un segundo a pensar que tanto iba a doler aquello. ¿Por qué las mujeres consideran atractivo el tamaño?, no lo entendía. Luego me cacheteé mentalmente por tener aquellos pensamientos en ese momento.

Abrió mis piernas con suavidad, acariciando mi piel, y poniéndose a gatas sobre mí. Apoyó sus codos a cada lado de mi cabeza, y yo me perdí en aquellos ojos cafés. Nuestras miradas enlazaron y ninguno se movió.

Calum: Sé que esto puede a llegar a ser doloroso para cualquier chica, y no quiero hacerle daño a un ángel. Así que sólo dime si quieres que pare, ¿está bien?— tragué, y asentí. — Puedo cantar para ti, si quieres.

Lee: ¿Me quieres matar, es eso lo que pretendes?— le dije, acunando sus mejillas con mis manos para unir nuestros labios de nuevo. Sus labios eran dulces sobre los míos, pero en cuando entreabrí mi boca, su lengua se abrió paso y comenzó a jugar con la mía, lentamente, como si quisiera hacerme entrar en desesperación. Mordí su labio inferior, y luego fui por su cuello. Pero tan pronto como había dejado un beso allí, no estaba segura de quién se perdería con aquel simple contacto: si él, por el gemido ronco que había dejado escapar, o yo, por el intenso olor a perfume concentrado allí, que enloquecía cada una de las células de mi cuerpo.

Calum: You look so beautiful, —su voz llegaba como un susurro entrecortado a mis oídos, dulce, — no one but me knows you’re insane. I feel so damn pathetic, my friends just don't get it

Y, entonces, entró en mí. Gruñí, y él mordisqueó mi cuello, haciendo que el gruñido se convirtiera en un gemido.

»It started out just harmless fun, Now you've got me thinking you are the one. So if you wanna take me home you know I'm ready to leave. You've got me under your spell, please don't set me free«