Siete.

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— ¡Estamos en Cheshire!— canturreó Mar, con una sonrisa.

— ¡Sí!-Layla rodeó con los hombros de Mar y comenzaron a caminar hacia el hotel.

Yo estaba distraída hablando por mensajes con George, así que Karin y Skye iban delante, detrás de Layla y Mar y yo iba con Jayne, finalmente iban Carlos y Giuseppe.

De: George    3:37p.m

Te extraño ;(

Sonreí y le respondí:

Para: George   3:38p.m

Tonto ;D Nos vimos hace... ¿una semana?

Sus respuestas llegaban unos segundos después de que enviara el mensaje.

De: George   3:38p.m

Hace una semana :( ¿Cuándo nos veremos otra vez?

Para: George   3:38p.m

Escuché que estarías en Chester Rocks, ¿es cierto?

De: George   3:38p.m

Sí ^.^ Estamos en Cheshire desde ayer, ¿ustedes vendrán?

Para: George   3:39p.m

De hecho, si :) acabamos de llegar al hotel

De: George  3:40p.m

Mmm...

Negué con la cabeza. ¿Quién mandaba esa clase de mensajes? ¿Qué se suponía que le respondiera? Dándome tiempo para pensar una posible respuesta, guarde el teléfono en el bolsillo de mis holgados pantalones negros por la rodilla, mientras Jayne hacia el papeleo en la recepción del hotel. Pidió una habitación para cada una, además de una para ella y otras dos para Giuseppe y Carlos. Nunca las usábamos, siempre escogíamos la habitación más grande de las cinco y todas nos metíamos allí.

— ¿Qué opinas?— Karin preguntó. Estaba a mi lado, y me enseñaba una imagen en su teléfono. Era una foto de un chico de cabellos castaños claro/rubios dorados peinados hacia arriba, y de ojos claros.

— No está mal—sonreí. — ¿Lo conoces?

Karin se sonrojó, mientras una sonrisa se arrastraba por sus labios.

— Lo he saludado un par de veces...se llama James McVey, y está en una banda...The Vamps

— Oh, The Vamps. Creo que lo he escuchado, buscaré sobre ellos.

—Hazlo. Son buenos

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»»Al día siguiente««

Está aquí—avisó Karin.

¿Ya? Santa Mierda.

— Bien—respire profundamente. —No entiendo porque estoy tan nerviosa si...—murmuré, arremangándome la chaqueta de cuero hasta los codos. Entonces alcé la cabeza y me encontré con George. Me sonrojé, consciente de que seguramente me había escuchado —Hola George

Estaba vestido con jeans oscuros, tenis y una camiseta blanca con un logo animado.

— Hola—Me dio una sonrisa y luego me abrazó, con fuerza rápidamente.

— Me la cuidas mucho, gigantón— dijo Layla, mirándolo amenazadora. George era por lo menos una cabeza más alto que la chica, pero ella siempre lo molestaba con golpearlo, siempre estaban bromeando, ambos eran muy buenos amigos.

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