Enamorados y enredados

2 días

Luego de salir de la fundación los 4 fuimos a beber algo, para celebrar el gran día, todos teníamos el uniforme que era una camisa blanca y atrás un gran símbolo que era el de nuestro lugar, entramos a una disco que un amigo de Lucas nos había recomendado, llegamos al lugar y en verdad era genial, pasamos directo a la cantina y pedimos una botella de vodka 

-Por nosotros- Dijo Lucas levantando la copa 

Todos sonreímos y brindamos, empezó a sonar una canción super genial, uno de esos reggaetones viejos y yo levanté a Santiago a bailar, el se rió pero se levantó, bailábamos pegados, el siempre había tenido el don de bailar genial, soy afortunada,  bailábamos de frente y aveces yo le daba la espalda, pero en ambos el seguía su ritmo, yo le sonreía y el también lo hacía , era muy lindo bailar así con el, alguien nos chocó pero se disculpó al instante, nosotros asentimos al instante pero no seguimos bailando porque ya casi se acababa la canción, Seguíamos bebiendo todos y en ocasiones que bailábamos,  a pesar de que el alcohol ya empezaba a hacer efecto Santiago y yo seguíamos bebiendo,  lo besé y fue el beso más embriagante que le había dado, su boca estaba fría y nuestras lenguas jugaban dándonos más sabor, lo tomé de la mano y lo lleve a una puerta que al parecer era el baño, estaba vacío, por fortuna, el le puso seguro a la puerta y me sentó en el lavamanos, yo no pensaba, mi mente en ese momento no era parte de mi cuerpo, no tenía control, solo lo besaba 

-No aquí no-Susurré jadeante

El pareció no escucharme solo continuaba besándome, me mordía y yo gemía, era extremadamente sensual el movimiento de sus labios, el se acercó mas haciendo  que tuviera que enlazar mis piernas en sus caderas, el no quería detenerse, yo cerré los ojos y me recosté al espejo de atrás, el introdujo sus manos en mi blusa, jugaba con el broche de mi sostén y la otra mano jugaba mi busto, yo no decía nada, mi respiración agitada lo decía todo, el me besó y mordió mi labio haciéndolo sangrar, yo le correspondí y le hice lo mismo, si íbamos a jugar que fuera justo el juego, también metí mis manos bajo su camisa y lo rasguñé, el jadeó y soltó un mínimo gemido , sonreí y noté que el quería quitarse la correa, pero la puerta sonó y ambos nos asustamos, le indiqué que se escondiera, me acomodé la blusa y fui a abrir la puerta, era un señor de seguridad

-Oh, disculpe no sabía que estaba ocupado

-No se preocupe- Dije amablemente forzando una sonrisa, el asintió y se fue, cerré la puerta y llamé a Santiago para que saliera después de mí 

Así armamos nuestro plan, el cual fue exitoso y llegamos a donde estábamos sentados, le di agua a Santiago y ya estaba recuperando la compostura, gracias a Dios el lugar estaba oscuro y Angela y Lucas bailaban, porque si me veía la mordida seguramente me regañaba, me apliqué mas labial lo cual ayudaba a disimular un poco, pero Santiago no podía hacer nada, yo reí y el me correspondió

-¿Adivina quien cumple en 2 días?-preguntó Angela sentándose a mi lado 

-Yop- Dije esquivando la mirada 

-¿Qué haremos de fiesta cuñis? ¿Strippers?- Preguntó riendo 

Santiago le lanzó una mirad asesina a Lucas y yo reí a carcajadas al igual que Angela

-Vamonos- Dije por fin- Estoy cansada

Santiago y yo pedimos un taxi, no estábamos tan sobrios como para poder manejar, en el taxi ambos casi nos dormimos, nuestros ojos pesaban y hacíamos un intento gigante por resistir, llegamos, pagamos y fuimos directo al apartamento, y nos acostamos, con los mismos uniformes.

La mañana siguiente el dolor de cabeza era horrible, fueron como 3 botellas de vodka que tomamos, ni siquiera recordaba, Santiago dormía y yo en verdad no podía hacer desayuno con tal cansancio, pedí algo a el restaurante del edificio y mientras llegaba me tomé un baño rápido, la otra semana ya salíamos de vacaciones y el viaje a Portugal que posiblemente haríamos, habían muchas cosas en que pensar, pero ahora no tenía cabeza para eso, me cambié, me puse un short y una blusa corta,  no me puse zapatos solo medias, tocaron la puerta y tomé el desayuno y lo puse en la mesa, antes tomé una pastilla para el dolor de cabeza y empecé a comer

-Buenos días Amor- Dijo Santiago sentandose en frente mío

-¿Como amaneces?- Le pregunté mientras tomaba una tostada 

-¿Como crees?- Dijo riendo- Oye, si hubiera sido interesante haberlo hecho en ese baño 

Yo me ruboricé al instante y me ahogué cuando tomaba el jugo, el reía y me ayudaba dándome golpecitos en la espalda, el aprovechó cuando me calmé para besar mi cabello

-Ve a bañarte para que luego desayunes- Dije pegandole en su abdomen, el hizo un gesto de dolor y luego rió pero obedeció