Hoy era mi cumpleaños, no me quería levantar de mi cama y mucho menos los 200 mensajes de mi celular, la verdad odiaba este día, era un día común y corriente a mi parecer, estiré mi brazo y no sentí a Santiago, no me extrañaba no quería pensar en que planeaba, me levanté y vi que en mi mesita de noche estaba un cupcake con una nota
"Hola querida mía, te veías hermosa durmiendo no quise interrumpir, es sábado y no hay clases, y si estoy planeando algo. Feliz cumpleaños a la mejor mujer del mundo"
Suspiré y luego esbocé una sonrisa, era muy temprano para comer dulce así que lo guarde en la nevera, me di una ducha fría y me acosté de nuevo en la cama aún con toalla, no quería salir al mundo ni manifestar que estaba, sonó el timbre y al ver que no se detenían me puse una bata y fui a abrir, un cuerpo pesado cayó sobre mi, agradezco que el cordón de mi bata esté apretado
-Feliz cumpleaños, hermosa- Me susurró una voz conocida al oído
-Suéltame Alejandro- Dije empujándolo
Lo miré y me compuse el cabello y la bata, -Mira te traje estos- Dijo el sonriente
Yo traté de sonreír pero sabía que no quería, lo recibí y los puse dentro, el aún no pasaba
-Gracias están muy lindas las flores y los chocolates- Dije tratando de ser amable
-Un gusto, princesa, espero que tengas un gran día- Dijo besando mi mejilla, yo puse los ojos en blanco sin que el lo viera y cerré la puerta, acomodé mi bata, ya era hora de cambiarme antes de que otra persona viniera, fui a mi cuarto, me puse un pantalón holgado una blusa negra y sólo medias, sacudí mi cabello y me acosté nuevamente, mi teléfono sonó y después de tanta insistencia contesté
-Si?- Pregunté, ya que no había visto quien llamaba
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-Gritó Angela a través del teléfono-¿Como amanece la mejor amiga del mundo entero?- Preguntó emocionada
-Gracias- Le respondí sonriendo- ¿Donde están que planean?
-Amo que supongas que te diré, te amo, hablamos luego- Se despidió
El timbre volvió a sonar y me arreglé un poco antes de abrir, no había nadie pero había un grande ramo de flores frente a la puerta, era muy pesado así que llamé a alguien de recepción para que me ayudaran, miré la tarjeta, era de mis padres, sonreí, luego les llamaré para agradecer .
Me la pasé la mañana viendo televisión Santiago aún no daba señales de vida, me parecía frustrante pasarme parte del día revisando mensajes y recibiendo llamada, ya la mesa estaba llena de obsequios de los socios de la empresa, pero el maldito de Santiago no aparece, me había limitado a llamarlo pero ahora se me hacía imposible no marcarle
-¿Donde estás?-Pregunté confundida
-Sorpresa sorpresa, paso por ti a las 7pm te amo mi amor- Dijo colgándome
Era la conversación más corta que había tenido con el, tenía hambre, me hice una ensalada de atún y me quede un gran rato comiendo mientras pensaba en lo que me esperaba en la noche, aproveché y vi una película que había salido nueva en netflix, no vi el nombre sólo deseaba entretenerme, sonó el timbre, por Dios no estaba cambiada, Santiago tiene su llave así que posiblemente no sea el
Abrí y si era el, me sorprendí, el me sonrió, se veía extremadamente guapo, no estaba formal ni nada, me sorprendí y grité cuando e tomo de las piernas y me cargó
-Maldita sea bájame- Gritaba por todo el pasillo
El rió más fuerte y entramos al asensor por Dios como resistía mi peso por tanto tiempo, después de hacer un espectáculo en le recepción entramos en una limusina que estaba parqueada,
-No jodas-Dije sorprendida
El siguió y se montó en la parte de atrás junto a mí, aseguro las puertas y me miraba con una sonrisa imborrable
-No te enojes amor, es sólo un detalle- Susurró cerca de mis labios, yo volteé la cara pero el me sujetó con firmeza y presionó sus labios con los míos, abrí mis ojos un momento y si, todo estaba templado y supongo que blindado, el me seguía besando, sus movimientos eran suaves, se apoyó más en mi y terminé recostada al sillón y el encima mío.
-Por Dios estamos en una limusina, no lo hagas ahora- Susurré respirando entrecortadamente
-No te había visto hoy, tengo derecho- El bajaba por mi cuello y mi cuerpo no presentaba oposición
-Para-Susurraba jadeante mientras jalaba su camisa
El pareció no escucharme y seguía besándome, el auto se detuvo pero al parecer había dado orden de no interrumpir, realmente no me sorprendía, lo tenía siempre bajo control, no podía dejarlo o sinó ni yo me hubiera podido controlar, lo empujé fuerte y compuse mi blusa, el me miraba perdido pero luego me miró y parece que volvió a la realidad
-¿En donde estamos?-Traté de abrir la puerta pero tenía seguro
El quitó el seguro y yo me bajé, estábamos en una pista de avión, le miré por un segundo confundida y el me sonrió ampliamente
-Nos Vamos a Portugal esta noche, pedí un avión prestado a un socio
La felicidad se incorporó en mi notablemente, el lo notó y yo lo abracé
-Feliz cumpleaños, mí amor-Susurró suavemente en mi oído
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Enamorados y enredados
Romance-¿Podremos sobrepasar obstáculos?- Le pregunté con lagrimas en mis ojos -Solo si así lo quieres