Unas suaves y pequeñas manos me acariciaban, eran cálidas
-Mami, despierta- Me susurraba mientras me empujaba con suavidad
-¿Qué pasa, amor?- Susurré aún sin abrir los ojos
-Son las 6 y media
Mis ojos instantáneamente se abrieron como platos, miré el reloj y me levanté con rapidez y me puse una bata -¿Cariño por qué no me levantaste antes?- Le pregunté buscando rápidamente mis pantuflas
-Mi papá me dijo que te dejara dormir- Soltó en una risita
le di una mirada, ya estaba cambiado y peinado, maldito Santiago, pensé por un momento, me reí al ver la sonrisa tan amplia de mi niño y lo tomé y lo senté en mis piernas
-Estas muy guapo hijo mío- Le dije sonriendole y besando sus mejillas
Me quedé un momento a observarlo y me dio nostalgia el ver que crecía muy rápido, su cabello estaba largo con su hermoso color castaño claro, sus ojos miel con sus pestañas largas y sus adorables pecas, definitivamente era el niño más bello que yo hubiera podido conocer, alcé la vista y Santiago nos observaba desde el marco de la puerta, bajé a Rubén y me acerqué a él dándole una mirada asesina
-Sabes cuanto quería hacerle el desayuno en su primer día de clases- le susurré
El rió bajo y beso mis labios como disculpa -Lo llevaremos los dos- Comentó - Así que peínate y ponte algo- me volvió a besar y me sonrió
Yo me fui al baño y me peiné, cepille mis dientes y me puse algo más presentable, como no me iba a bajar del auto no vi la necesidad de bañarme o algo así
-¿Tienes todo listo, cariño?- Le pregunté acariciando su cabello dulcemente
El asintió y yo le sonreí orgullosa, le di una ultima mirada a su uniforme, que todo estuviera perfecto y así fue, Santiago tomó las llaves del auto y nosotros le seguimos detrás, la escuela de Rubén no quedaba lejos así que no nos tomamos mucho tiempo, llegamos y el se bajó de primero nosotros igual para despedirnos
-Que tengas un buen día campeón- Susurró Santiago abrazándolo - Te amo, diviértete
-Mi amor que la pases genial, te amo con todo mi corazón- Le dije besando su frente
El nos sonrió y nos abrazó a ambos y lo vimos entrar a su escuela, Santiago me miró y me sonrió con dulzura, yo le correspondí, tomó mi mano y la beso antes de entrar al auto
-Somos afortunados de tener un hijo tan hermoso- Susurré perdiendo la vista en la ventana
Santiago esbozó una sonrisa y tomó mi mano sin quitar la vista de la carretera- Te amo mucho- Susurró
-Yo también te amo mucho, nunca te vayas de mi lado- Le susurré
-Nunca lo haré
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Enamorados y enredados
Romance-¿Podremos sobrepasar obstáculos?- Le pregunté con lagrimas en mis ojos -Solo si así lo quieres