Capitulo 17: Regalame una noche aferrado a ti

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Nunca había sentido algo así, no sé cómo se siente realmente el enamorarse, pero creo que debe ser esto que siento. - Fernando no decía nada, solo me observaba. 


- Debes estar pensando que soy una niña estúpida, que el tiempo es poco y que... Bueno, muchas cosas. Además no soy una poeta como tú, pero...

– Es el mejor poema que he escuchado. - Me dijo mirándome a los ojos. 


- Y Tú eres el mejor poema que he leído. - se acercó y me besó, un tierno beso que lentamente dejó la ternura a un lado. Sentí su mano recorrer mi pierna derecha. La chimenea brotaba su calor y nosotros emanábamos el nuestro.

No sé si sería por impulso pero en un segundo lo despojé de la camisa que llevaba puesta. Sus manos seguían recorriendo mis piernas, mis caderas, mi vientre. Levanté mis brazos para que él sacara su camiseta de mi cuerpo. Se acercó de nuevo y nos besamos con la misma pasión que lo estábamos haciendo. Comenzó a besar mis mejillas, mis párpados, mi nariz y de nuevo mis labios.

No Lucero. - Me dijo al alejarse de mi boca. 

- Necesito decirte al... -algo me quería decir pero lo besé de nuevo. Sus labios se unieron a los míos como uno solo. - Lu...- trataba de hablar entre besos...

Shhhh- Lo callé con mi índice


- disfrutemos este momento. - Él me sonrió. Se acercó y apoyó su frente en la mía.

Acepto que tus ojos hermosos me dicen que anhelas lo que va a suceder tanto como yo... - Le Sonreí. Me besó mientras sus manos acariciaban mi espalda, soltó mi sostén, reaccioné y tapé mis pechos, lo miré y al instante bajé mi mirada. 


- No te preocupes. - me dijo con ternura, me quitó la mano y me besó el cuello. Sus labios encendieron mis fibras. Lentamente caímos sobre la alfombra, yo sólo llevaba puesto mi panty, él aun llevaba su pantalón.

Sus labios caminaron por mi pecho y mi vientre. Delicadamente me quitó el panty y los besos continuaron su camino por mis piernas. Yo observaba cada uno de sus movimientos. Levantó su rostro y se quedó mirándome, le Sonreí, se acercó y me dio un delicado beso en los labios, acaricie su vientre y traté de quitarle sus pantalones, él me colaboró y se despojó de ellos. Se levantó y revisó el bolsillo de su pantalón, se giró dándome la espalda.

¿Sucede algo? - pregunté un poco confundida.

Debemos obedecer las indicaciones de tu amiga. - entendí que se refería a su preservativo. Me causó gracia mezclado con incomodidad, el estar ahí acostada esperando a Fernando que no duró sino unos segundos, que para mí fue una eternidad. 


- Disculpa - se acercó a mí y me besó el vientre, ascendió por el valle de mis senos y de nuevo llegó a mis labios. El cosquilleo que sentía por todo mi cuerpo es inexplicable.

Nuestros besos eran apasionados, anhelados el uno del otro. Sentí la mano de Fernando acariciar mi entrepierna, de repente sentí... ¡Dios!

Fernando, ¿Qué... Qué haces? - pregunté con mi voz agitada, se sentía exquisitamente bien. 

– ¡Fer! – Me besó ahogando mi gemido. Me abracé a él clavando mis uñas en su espalda. Fernando apoyó su frente en la mía y me sonrió, nuestras respiraciones estaban aceleradas, Me dio un corto beso y entró en mi cuerpo, incliné mi cabeza hacia atrás, sus movimientos hacían que yo tratara de gritar, esto no lo sentí mi primera vez, aunque aún dolía un poco, esa vez era diferente.

Bajo El Agua #CWEN2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora