Bajo El Agua #CWEN2

Capitulo 22: La historia de Samuel

Sabía que esa llamada era de parte de Susana, mi corazón se llenó de ira y lágrimas, la noche perfecta se estaba destruyendo lentamente.

– Si quieren el chofer queda con ustedes, o si desean nos vamos todos. – Comentó Fernando cuando iba pasos adelante.

– Nos vinimos juntos, nos vamos juntos ¿no? – Dije golpeando mis palabras.

– Gracias por tu comprensión Lucero. – Realmente se le veía preocupado. – Pero no sé si el resto del equipo piensen lo mismo.

– Claro que si Fer. Vamos todos, ¿Cierto muchachos?- Interrumpió Valeria y todos aceptaron.

……………

Todos estábamos cómodos en los respectivos puestos, pero esta vez quien iba a mi lado era Fernando, ya me había tomado la dichosa pastilla y poco a poco me estaba quedando dormida, lo vi y sonreí.

………..

– ¡Llegamos! – Dijo el conductor despertándome de inmediato.

– Llegamos Lucero – Me dijo Fernando al oído. Luego se levantó - Muchachos, muchas gracias por todo y felicitaciones. Discúlpenme -  se bajó y esperó su equipaje, me bajé detrás de él. 

– ¿Fernando podemos hablar?

– Yo te llamo, necesito aclararte muchas cosas. – Me dejó peor, en serio, ¿qué me tenía qué aclarar? – Siempre he querido hablar de esto contigo, pero hoy no es el momento. – Sus ojos se cristalizaron. ¿Así de grave era?

– Espero tu llamada. Y espero que… - suspiré - Te amo. – Quería decirle miles de cosas, pero se veía preocupado, angustiado, así que lo dejé ir.

Tomó un taxi y se fue de prisa, y en ese momento no sé ni yo misma que era lo que sentía, quería correr detrás de él y abrazarlo, decirle que juntos podríamos resolver aquello que lo estaba acongojando. Me despedí del equipo, llamé a Angélica para que fuera por mí; a los pocos minutos llegó.

– ¿Me llevas a mi casa, por favor?

– Oye, ¿Lu, qué pasa? – a Angie no le puedo ocultar nada, siempre sabe cuándo algo me sucede.

– Quiero descansar, solo eso.

– No es cierto, ¿Qué pasó con Fernando, la competencia? ¿Por qué llegaron hoy?

– Solo llévame a casa, allá te cuento.

Me lancé en mi cama, mi tía no estaba. Sentí cuando Angélica cayó a mi lado.

– ¿Me vas a decir qué sucede?

– Gané la competencia.

– ¿Y por eso te ves así de mal? Lucero, te felicito, en serio, pero no estás bien.

– Fernando tiene algo con Susana. – en ese momento entró una llamada. - ¡Fernando! –Salté a buscar mi celular. Sentía como Angie me miraba extrañada. - ¡Hola! – Escuché un sollozo al fondo. - ¿Estás bien? Fernando, ¿qué sucede?

– Samuel está muy mal. – Sonó su voz al otro lado de la línea.

– ¿Samuel? ¿Dónde estás? - Ni idea de quien me hablaba. - ¿Te puedo ayudar?

– Estoy en el hospital central. –  y cortó la llamada.

– Llévame de inmediato al hospital central. – Tomé mi abrigo y bajé apresurada las escaleras, escuché los pasos de Angélica detrás.