Capitulo 18: La mente es traicionera

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La noche anterior había metido mi ropa en la lavadora y secadora, así que ya estaba seca, él la había dejado lista sobre su cama para cuando yo saliera de la ducha.


Me llevó a casa de Angie, se despidió de mí con un tierno beso.

Nos vemos mañana.

– Si señor entrenador. - bajé del auto y me despedí con mi mano.

Entré a la casa de Angie y ¡Oh Sorpresa! Ahí estaba mi tía. El silencio fue total. Hasta que Angélica me salvó.

¡¡Lo dicho!! Te demoraste eternidades. Le dije a Tu Tía que tuviste que ir al club a averiguar algo del viaje. – Angélica, muy buena para decir mentiras...

– Si, pero... – ¿qué digo? – es que no sabía bien lo de los uniformes. Pero ya todo está arreglado. Hola Tía, -dije al percatarme que no la había saludado.- ¿Qué haces por aquí?

– ¿En qué auto estabas? – Estaba más seria de lo normal. Angie miraba para todos lados, creo que estaba inventando otra historia.

– Con Fernando – interrumpí. Angélica abrió sus ojos.

¿Te trajo hasta aquí? – Asentí 

Que bueno. Estaba preocupada porque pensé que te habías traído tu auto y siempre me avisas donde vas a estar. – Creo que Mi Tía confiaba mucho en Fernando

 – ¿Vamos para la casa? - mi amiga negaba con su cabeza, era obvio que quería que le contara todo lo que había sucedido la noche anterior.

Ahora Angie me lleva. Vete tranquila. – y la recomendación que nunca falta de mi tía.

Tengan mucho cuidado.



Angie no espero que mi tía se fuera y comenzó a hacerme interrogatorio, al final le concluí.
Angie ese hombre es maravilloso. Él me quería contar algo pero el momento se dio para otra cosa. ¡Dormimos abrazados!

– Lucero ahora si me vas a responder algo. ¿te enamoraste de él? – pasé un trago de saliva. Era obvio que estaba enamorada o ilusionada.

Si, y ya se lo confesé. Le dije que me había enamorado de él. Pero siento que no todo va ir bien.

– ¿Y? Debes arriesgarte. Fernando te ha demostrado en este poco tiempo que te quiere.


Llegué a mi casa, Max me esperaba con su cola en movimiento, corrí y él me siguió.

¿A qué se debe tanta felicidad? - Preguntó mi tía. Sonreí, aun no le podía decir a mi tía lo de Fernando, ¿Por qué se lo ocultaba? Debe ser, porque yo pensaba que ella rechazaría esta relación.

Mañana viajo. Será mi primera competencia después de muchos años. ¡A empacar!

– ¿Viajarán por tierra? – Me acerque a mi tía y la abracé.

Todo va estar bien. Te lo aseguro.

– ¿Cómo me puedes asegurar eso?

– No lo sé Señora Ana León, pero así lo siento. Así que, ¿me ayudas a empacar? – Mi Tía aceptó y subimos a mi habitación a acomodar mi ropa en una pequeña maleta. 

Bajo El Agua #CWEN2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora