Capítulo 29

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LOS ACONTECIMIENTOS QUE SIGUIERON pasaron como un borrón.

Sonya podría haber mantenido la conexión del espíritu a raya, pero no

importaba. Yo todavía estaba en shock, todavía no podía pensar. Me

pusieron en el asiento delantero, tan lejos de Víctor como fuera posible. Dimitri nos

llevó a algún lugar, no presté mucha atención—donde él y Sonya eliminaron el

cuerpo. No dijeron lo que hicieron, sólo que fueron cuidadosos. No pregunté por

los detalles.

Después de eso, estábamos de vuelta y nos dirigíamos hacia la Corte. Sonya y

Dimitri analizaron las opciones sobre qué hacer cuando llegáramos allí. Ya que

nadie había limpiado aún mi nombre, el plan actual era que Sonya tenía que

escoltar a Jill a la Corte. Jill preguntó si podía llamar a sus padres para hacerles

saber que estaba bien, pero Dimitri consideró que era un riesgo para la seguridad.

Sonya dijo que iba a tratar de llegar a Emily en un sueño, lo que hizo a Jill sentirse

un poco mejor.

Durante el viaje me concentré en Lissa. Centrándome en ella me quite la horrible

culpa y el vacío que sentía, el horror por lo que había hecho con Victor. Cuando

estaba con Lissa, yo no era yo, y eso era simplemente, mi mayor deseo. No quería

ser yo.

Pero las cosas tampoco eran perfectas para ella. Como siempre, una serie de

cuestiones la agobiaba. Se sentía cerca—tan, tan cerca—para desentrañar quien

había matado a Tatiana. La respuesta parecía a su alcance, si tan sólo pudiera llegar

un poco más lejos. Los guardianes habían arrastrado a Joe el portero, y después de

una buena cantidad de coerción—ellos tenían métodos que no requerían de la

mágica compulsión—había admitido haber visto la retorcida mano Moroi en mi

edificio en la noche del asesinato. Ninguna presión haría a Joe admitir que había

sido pagado—por el hombre o por Daniella. Lo máximo que admitió era que

podría haberse ido un poco lejos en un momento esa noche. No significaba una

fuerte evidencia como para salvarme.

L

Vampire Academy Richelle Mead

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Lissa tenía la carta de Ambrose también, que había amenazado sutilmente a

Tatiana. El escritor se había opuesto a la ley de la edad para ser suave, desaprobó el

respaldo de Tatiana al espíritu, y tomaba a mal las sesiones de entrenamiento

secreto. La carta podría ser perfectamente política, pero quien la escribió tenia un

grave resentimiento contra la reina. Que apoyó en el motivo de las teorías políticas.

Por supuesto, todavía había un montón de motivos personales por el asesinato

también. El sórdido enredo con Ambrosio, Blake, y las mujeres que involucraban

los vinculaba a cualquiera de ellos como el asesino. Que Daniella Ivashkov

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