SALTÉ DE LA CAMA, ALIVIADA de no haber caído. Mi cabeza aun me
dolía, pero ya no me sentía mareada, lo cual ojalá significaba que había
evadido una contusión. Mirando hacia el reloj alarma mientras dejaba la
habitación de Sonya, vi que había estado en la cabeza de Lissa por unas pocas
horas. Su prueba había sido mucho más extensa de lo que yo había pensado.
En la sala de estar, me encontré con una visión casi cómica. Víctor y Robert
estaban de pie ahí, en persona, absorbiendo todos los detalles de alrededor. Incluso
Robert parecía estar con nosotros mentalmente esta vez. Solo que, mientras Víctor
estaba estudiando todo en su calculadora forma, la atención de Robert estaba fija en
Sonya. Sus ojos estaban desorbitados de asombro. Dimitri, por el momento, no
había alterado su posición cerca de Sonya o quitado la estaca de la cercanía de la
garganta de ella. Estaba claro por su postura y mirada vigilante, sin embargo, que él
consideraba a los hermanos como una nueva amenaza y estaba tratando —
imposiblemente— de estar en guardia contra todo. Parecía aliviado de verme y
tener algo de apoyo.
Sonya se había quedado completamente quieta en sus cadenas, lo cual no me
gustaba para nada. Me hacía pensar que ella estaba planeando algo. Sus ojos rojos
se entrecerraron.
Toda la situación era tensa y peligrosa, pero una pequeña parte de mi sentía una
presumida satisfacción mientras estudiaba a Víctor más cerca. Los encuentros en
los sueños habían sido engañosos. Justo como yo podía cambiar mi apariencia en
sueños, Víctor se había hecho a sí mismo lucir más fuerte y sano en esas visitas de
lo que estaba en la vida real. La edad, la enfermedad, y la vida corriendo estaban
tomando su peaje. Sombras oscuras delineaban sus ojos, y su cabello gris parecía
más delgado de que lo estaba hace un mes. Él parecía demacrado y cansado, pero
sabía que el aun era peligroso.
—Entonces —dije, las manos en mis caderas—. Te las arreglaste para
encontrarnos.
S
Vampire Academy Richelle Mead
210
—Hay un lago en esta ciudad —dijo Víctor—. Una casa azul. Quizás tu tenias
problemas con esas indicaciones, pero para el resto de nosotros, no fue tan difícil.
—Bueno, si tú eres tan inteligente, ¿Cuál es tu plan ahora? —pregunté. Estaba
tratando de buscar evasivas mientras frenéticamente pensaba sobre cuál era mi
plan. Quería capturar a Víctor y Robert pero no sabía cómo. Desee que nos
quedaran cadenas disponibles. Además de someter físicamente a los hermanos,
nosotros también necesitaríamos específicamente maniatar sus manos para reducir
su habilidad de usar la magia.
