Capítulo 18

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SALTÉ DE LA CAMA, ALIVIADA de no haber caído. Mi cabeza aun me

dolía, pero ya no me sentía mareada, lo cual ojalá significaba que había

evadido una contusión. Mirando hacia el reloj alarma mientras dejaba la

habitación de Sonya, vi que había estado en la cabeza de Lissa por unas pocas

horas. Su prueba había sido mucho más extensa de lo que yo había pensado.

En la sala de estar, me encontré con una visión casi cómica. Víctor y Robert

estaban de pie ahí, en persona, absorbiendo todos los detalles de alrededor. Incluso

Robert parecía estar con nosotros mentalmente esta vez. Solo que, mientras Víctor

estaba estudiando todo en su calculadora forma, la atención de Robert estaba fija en

Sonya. Sus ojos estaban desorbitados de asombro. Dimitri, por el momento, no

había alterado su posición cerca de Sonya o quitado la estaca de la cercanía de la

garganta de ella. Estaba claro por su postura y mirada vigilante, sin embargo, que él

consideraba a los hermanos como una nueva amenaza y estaba tratando —

imposiblemente— de estar en guardia contra todo. Parecía aliviado de verme y

tener algo de apoyo.

Sonya se había quedado completamente quieta en sus cadenas, lo cual no me

gustaba para nada. Me hacía pensar que ella estaba planeando algo. Sus ojos rojos

se entrecerraron.

Toda la situación era tensa y peligrosa, pero una pequeña parte de mi sentía una

presumida satisfacción mientras estudiaba a Víctor más cerca. Los encuentros en

los sueños habían sido engañosos. Justo como yo podía cambiar mi apariencia en

sueños, Víctor se había hecho a sí mismo lucir más fuerte y sano en esas visitas de

lo que estaba en la vida real. La edad, la enfermedad, y la vida corriendo estaban

tomando su peaje. Sombras oscuras delineaban sus ojos, y su cabello gris parecía

más delgado de que lo estaba hace un mes. Él parecía demacrado y cansado, pero

sabía que el aun era peligroso.

—Entonces —dije, las manos en mis caderas—. Te las arreglaste para

encontrarnos.

S

Vampire Academy Richelle Mead

210

—Hay un lago en esta ciudad —dijo Víctor—. Una casa azul. Quizás tu tenias

problemas con esas indicaciones, pero para el resto de nosotros, no fue tan difícil.

—Bueno, si tú eres tan inteligente, ¿Cuál es tu plan ahora? —pregunté. Estaba

tratando de buscar evasivas mientras frenéticamente pensaba sobre cuál era mi

plan. Quería capturar a Víctor y Robert pero no sabía cómo. Desee que nos

quedaran cadenas disponibles. Además de someter físicamente a los hermanos,

nosotros también necesitaríamos específicamente maniatar sus manos para reducir

su habilidad de usar la magia.

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